El hispano-ruso Chéryshev cumple el sueño de su padre
Ignacio Ortega
Moscú, EFE
Es Denis Chéryshev y fue la estrella del partido inaugural del Mundial. Habla mejor español que ruso, pero hoy cumplió el sueño de su padre, Dmitri. Debutar en una Copa Mundial y marcar dos goles que pasarán a la historia del fútbol ruso.
Su padre, exjugador del Sporting de Gijón, vaticinó en vísperas del torneo que su hijo sería "el mejor jugador de Rusia" en el Mundial.
"Si tiene minutos, será el mejor. Tiene muchas ganas de demostrar lo que vale con Rusia. Siempre pide el balón, no tiene miedo a regatear y cuando está cerca de la portería puede marcar tanto por su rapidez como por su calidad", comentó a Efe.
Paradójicamente, el jugador del Villarreal comenzó el partido en el banquillo, pero tuvo que saltar al campo en el minuto 24 en sustitución del lesionado Dzagóev, un futbolista castigado por las lesiones.
Nada más salir, ya encaró a sus rivales y demostró que no en vano fue criado en la cantera del Real Madrid, aunque le faltó el último pase.
Pero, cuando recibió el balón a los 43 minutos, Denís, que nació en la ciudad de Nizhni Nóvgorod en 1990 pero vive en España desde hace 20 años, poco antes de la caída de la URSS, sabía perfectamente lo que tenía que hacer.
Recortó magistralmente a dos defensas saudíes y marcó con la zurda por toda la escuadra, un auténtico golazo que celebró como se merece.
Su tarde mágica no se quedó ahí. En las postrimerías del encuentro recibió el balón al borde del área grande y se sacó de la chistera un chupinazo que entró como una exhalación en la portería saudí.
Cuando besó el césped del Luzhnikí, que acogió más de 78.000 espectadores, no pudo no acordarse de su padre, que debutó como él en un partido amistoso ante EEUU aunque 20 años antes.
Dmitri, que triunfó en el Sporting de Gijón (1996-2001), jugó en la selección en una decena de ocasiones entre 1994 y 1998, pero no llegó a entrar en la lista final de los Mundiales de EEUU y de Francia.
Denís se estrenó en 2012 de la mano de Fabio Capello y poco después hizo lo mismo con la camiseta del Real Madrid en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Alcoyano.
Poco pensaba él que todo se torcería en esa misma competición debido a una alineación indebida ante el Cádiz en 2015 de la que algunos aún le siguen acusando.
Según sus críticos, Denís tenía que haber advertido al club blanco de que tenía una sanción pendiente de la temporada pasada cuando estuvo cedido en el Villarreal.
Sólo recientemente el Tribunal Supremo cerró el caso al rechazar el recurso interpuesto por el Real Madrid.
Ese incidente hipotecó su futuro en el Real Madrid y las lesiones le impidieron asentarse en la selección rusa, aunque Capello lo convocó en vísperas del Mundial de Sudáfrica.
Denís, que hizo unas más que aceptables temporadas en el Villarreal, vio la luz al final del túnel cuando fue convocado para los partidos amistosos de marzo pasado ante Francia y Brasil.
"Sólo guarda buenos recuerdos del Madrid. Pero es que el Mundial se disputaba en dos años y él no quería venir de turista a Rusia, por lo que se fue al Villarreal. Está claro que acertó con su decisión", explicó a Efe Dmitri.
De la copa del rey a la copa del mundo. Dicen que la vida tiene dos caras. Que se lo pregunten a Chéryshev, que pasó de ser el culpable de todos los males a ser el héroe de todo un país, Rusia.
A sus 27 años ya no es una promesa, pero nadie le puede quitar un sueño que ya ha cumplido.
Moscú, EFE
Es Denis Chéryshev y fue la estrella del partido inaugural del Mundial. Habla mejor español que ruso, pero hoy cumplió el sueño de su padre, Dmitri. Debutar en una Copa Mundial y marcar dos goles que pasarán a la historia del fútbol ruso.
Su padre, exjugador del Sporting de Gijón, vaticinó en vísperas del torneo que su hijo sería "el mejor jugador de Rusia" en el Mundial.
"Si tiene minutos, será el mejor. Tiene muchas ganas de demostrar lo que vale con Rusia. Siempre pide el balón, no tiene miedo a regatear y cuando está cerca de la portería puede marcar tanto por su rapidez como por su calidad", comentó a Efe.
Paradójicamente, el jugador del Villarreal comenzó el partido en el banquillo, pero tuvo que saltar al campo en el minuto 24 en sustitución del lesionado Dzagóev, un futbolista castigado por las lesiones.
Nada más salir, ya encaró a sus rivales y demostró que no en vano fue criado en la cantera del Real Madrid, aunque le faltó el último pase.
Pero, cuando recibió el balón a los 43 minutos, Denís, que nació en la ciudad de Nizhni Nóvgorod en 1990 pero vive en España desde hace 20 años, poco antes de la caída de la URSS, sabía perfectamente lo que tenía que hacer.
Recortó magistralmente a dos defensas saudíes y marcó con la zurda por toda la escuadra, un auténtico golazo que celebró como se merece.
Su tarde mágica no se quedó ahí. En las postrimerías del encuentro recibió el balón al borde del área grande y se sacó de la chistera un chupinazo que entró como una exhalación en la portería saudí.
Cuando besó el césped del Luzhnikí, que acogió más de 78.000 espectadores, no pudo no acordarse de su padre, que debutó como él en un partido amistoso ante EEUU aunque 20 años antes.
Dmitri, que triunfó en el Sporting de Gijón (1996-2001), jugó en la selección en una decena de ocasiones entre 1994 y 1998, pero no llegó a entrar en la lista final de los Mundiales de EEUU y de Francia.
Denís se estrenó en 2012 de la mano de Fabio Capello y poco después hizo lo mismo con la camiseta del Real Madrid en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Alcoyano.
Poco pensaba él que todo se torcería en esa misma competición debido a una alineación indebida ante el Cádiz en 2015 de la que algunos aún le siguen acusando.
Según sus críticos, Denís tenía que haber advertido al club blanco de que tenía una sanción pendiente de la temporada pasada cuando estuvo cedido en el Villarreal.
Sólo recientemente el Tribunal Supremo cerró el caso al rechazar el recurso interpuesto por el Real Madrid.
Ese incidente hipotecó su futuro en el Real Madrid y las lesiones le impidieron asentarse en la selección rusa, aunque Capello lo convocó en vísperas del Mundial de Sudáfrica.
Denís, que hizo unas más que aceptables temporadas en el Villarreal, vio la luz al final del túnel cuando fue convocado para los partidos amistosos de marzo pasado ante Francia y Brasil.
"Sólo guarda buenos recuerdos del Madrid. Pero es que el Mundial se disputaba en dos años y él no quería venir de turista a Rusia, por lo que se fue al Villarreal. Está claro que acertó con su decisión", explicó a Efe Dmitri.
De la copa del rey a la copa del mundo. Dicen que la vida tiene dos caras. Que se lo pregunten a Chéryshev, que pasó de ser el culpable de todos los males a ser el héroe de todo un país, Rusia.
A sus 27 años ya no es una promesa, pero nadie le puede quitar un sueño que ya ha cumplido.