El gran desafío de Morena

El partido de López Obrador se prepara para librar la batalla de la votación que lleva preparando cuatro años

Jacobo García
México, El País
Desde que hace cuatro años un grupo de disidentes de la izquierda se reunieron en una casa de la colonia Roma de la Ciudad de México para fundar el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido que encabeza Andrés Manuel López Obrador se ha preparado para ganar; no para gobernar, sino ganar este domingo.


Según todas las encuestas, López Obrador ganará las elecciones y Morena irrumpirá el domingo como un tsunami en el Congreso, donde podría lograr la mayoría absoluta. Significaría una dura derrota de los partidos que se han repartido tradicionalmente el poder México, el PRI y el PAN, con más de 70 años de vida cada uno.

La llegada de Morena, apoyada en sectores variados como el campo y los universitarios o regiones antagónicas como el norte, industrial y desarrollado y el sur, rural e indígena, es uno de los fenómenos políticos en América Latina.

Gran parte de la campaña de Obrador ha estado enfocada en lograr la mayoría absoluta de Morena “como la única forma de garantizar una transformación profunda”. Para la oposición, un congreso en minoría es el mejor contrapeso para frenar los ramalazos autoritarios de Obrador.

Sin embargo, antes de contar diputados, Morena se prepara para la llamada defensa del voto. “No se confíen porque falta lo más importante. El voto del domingo”, insistió el miércoles Obrador desde el estadio Azteca. Con el mismo objetivo, a las puertas del acto de cierre de campaña grupos de simpatizantes de Morena repartían folletos a la militancia con el título: No nos confiemos con las distintas estrategias para impedir el robo de votos. Convencidos de que en 2006 un fraude nunca demostrado con claridad les robó la presidencia, la formación de izquierdas lleva cuatro años preparándose para el 1 de julio.

Mapache, acarreo, ratón loco, urna embarazada…. México es uno de los países del mundo con un diccionario más rico en trampas exclusivamente frente a las urnas. Entre los dirigentes de Morena existe la convicción de que descuidar los colegios electorales puede restar al menos ocho puntos.

Entre otras novedades, Morena estará presente en más del 90% de las 150.000 casillas que hay por todo el país a diferencia del Partido Acción Nacional (PAN) que no llega al 60% a pesar de controlar 12 de los 32 Estados del país. El domingo, Morena movilizará un mini ejército de 600.000 personas con el objetivo de neutralizar el músculo territorial del PRI y del PAN, capaces de mover cuatro millones de votos durante las 10 horas que las urnas estarán abiertas.

La expansión territorial de Morena basa su éxito en la conquista del norte. Ciudades como Tijuana o Monterrey, que miraban con desconfianza el movimiento que encabezaba el tabasqueño se han ido sumando a la ola de Obrador, según las encuestas. Hace 12 años en los Estados del norte Obrador solo logró cubrir el 20% de las casillas. La traducción en votos es que en un Estado como Nuevo León, corazón industrial del país, Obrador logró en el año 2006 casi 200.000 votos, en 2012 unos 400.000 y el domingo esperan llegar al millón de sufragios.

“El punto débil de Morena siempre fue el norte del país. Hace 12 años, en algunos Estados del norte la noche electoral solo pudimos tener el 12% de las actas porque no teníamos gente en los colegios”, recuerda Ricardo Monreal, uno de los dos experimentados operadores, junto con Marcelo Ebrard, elegidos por Obrador para asegurarse el norte.

La estrategia de defensa del voto tiene que ver con las redes que Obrador ha ido creando en la eterna campaña en la que está envuelto desde hace casi una década y durante la que ha recorrido los casi 2.500 municipios del país.

Durante este tiempo, Obrador ha organizado personalmente la búsqueda de líderes, la conformación de cuadros y los contactos con los jóvenes. Paralelamente ha tejido una red de simpatías y lealtades con organizaciones de maestros o mineros, que ejercerán de guardianes del voto en las zonas más remotas del país. “Nos hemos metidos de lleno a reforzar las casillas pero no donde más votos se logran, sino en las zonas rurales que es donde más votos compra el PRI”, explica Cesar Cravioto, coordinador de Morena vinculado a la campaña de Claudia Sheinbaum. “Si hubiéramos estado así de preparados no nos hubieran robado las elecciones de 2006”, insiste Cravioto al referirse a unos comicios que se resolvieron por 250.000 votos sobre una votación de más de 40 millones.

Además de panfletos y cómics sobre las distintas estrategias que utilizará el enemigo el domingo, Morena ha habilitado teléfonos de denuncia y la noche electoral miles de simpatizantes de las redes de Morena estarán cerca de los colegios durante el recuento, para tomar fotos de las actas y subirlas a la red. “Esto no es un partido sino un movimiento. Y eso atrae a mucha gente ilusionada que se han convertido en los mejores aliados de Morena”, concluye Monreal.

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