Dembele y Lemar desaprovechan la titularidad

Arturo Escarda
Moscú, EFE
La de hoy era una oportunidad para lucirse en un partido en el que Francia ya tenía garantizado el pase a los octavos del Mundial, pero Ousmane Dembelé y Thomas Lemar, que se tienen que ganar un puesto en el equipo de Deschamps, no aportaron mucho a una Francia gris que aburrió a las gradas del Luzhnikí.


Titulares en una tarde en la que Mbappe y Pogba se quedaron en el banquillo para descansar, los dos jugadores que coincidirán la Liga española la próxima temporada no convencieron en un encuentro en el que Francia dio la impresión de no saber qué hacer con el balón más allá del centro del campo.

Por uno acaba de pagar el Atlético de Madrid 72 millones de euros, y el otro fue la gran apuesta del Barcelona la temporada pasada.

En la rueda de prensa posterior al partido en el que Francia y Dinamarca empataron a cero, el técnico no dudó en atribuir parte de la responsabilidad por el juego de los suyos a los cambios que tuvo que realizar para reservar a los titulares de cara a los octavos de final.

"Nos faltó movilidad y rapidez en el pase. Por otra parte, he dejado descansar a los jugadores que disputaron los dos primeros partidos. Tuve que defender a los que tenían la tarjeta amarilla", dijo al respecto.

Pogba es uno de los sancionados en partidos anteriores, mientras que Mbappe se quedó en la reserva "porque es importante tener jugadores frescos", explicó Deschamps.

Aun así, el entrenador de los "bleus" sacó a la estrella de PSG a falta de diez minutos para el final y sentó al extremo del Barcelona, que aunque lo intentó y no fue de los peores, estuvo muy lejos de mostrar sus mejores cualidades.

Apuntaba como uno de los partidos más interesantes de la fase de grupos de Mundial, al menos antes de que empezaran a caer una tras otra las sorpresas de este torneo, pero el Francia-Dinamarca aburrió y provocó silbidos en las gradas del estadio Luzhnikí de Moscú.

La decepción empezó a recorrer las tribunas ya en la primera parte, en la que muchos aficionados rusos que acudieron al partido debieron recordar lo que les costó conseguir las entradas para ver a una de las favoritas para levantar la Copa del Mundo.

Y ya en los minutos finales, definidos como "aburridos" por el propio Deschamps, los silbidos del Luzhinikí fueron ensordecedores.

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