Cochabamba cede el testigo de los Suramericanos a Asunción con fiesta y arpas
Gina Baldivieso
Cochabamba, EFE
La ciudad boliviana de Cochabamba cerró este viernes los XI Juegos Suramericanos tras 14 días de competencias y cedió la posta a Asunción, la sede de la próxima edición en 2022, en un ambiente festivo en el que sonaron ritmos de Bolivia y Paraguay.
La ceremonia de clausura comenzó con el desfile de las catorce delegaciones participantes, en medio de una llovizna persistente que obligó a los atletas a cubrirse con lo que tenían a mano, pero que no restó entusiasmo a su paso ante el público que les aplaudió en el estadio cochabambino Félix Capriles.
Tras la entonación del himno de Bolivia y el olímpico, el director del Comité Organizador de los XI Juegos Suramericanos (Codesur), Juan Manuel Chevarría, entregó la bandera de la Odesur al secretario del Comité Olímpico Paraguayo, Juan Carlos Orihuela.
"En el año 2022 la duodécima versión de los Juegos Suramericanos ha de celebrarse en el país hermano de Paraguay. Bolivia deja la posta con orgullo y la satisfacción del deber cumplido", manifestó el ministro boliviano de Deportes, Tito Montaño.
A su turno, el presidente de la Organización Deportiva Suramericana (Odesur), el paraguayo Camilo Pérez, resaltó que Bolivia ha organizado "los juegos más grandes de la historia de la Odesur, los juegos con más deportes, los juegos con más atletas".
"Desde Bolivia se ha enviado un mensaje a todo nuestro continente del poder transformador del deporte", sostuvo.
Señaló que con el evento, Bolivia "ha regresado al mapa deportivo mundial y Cochabamba 2018 marcará un antes y un después en el deporte de alto rendimiento" en esta nación.
Destacó el desempeño de los atletas, quienes "han sido un ejemplo de convivencia en armonía", de "unión en la diversidad" y subrayó que han cumplido con la promesa del juego limpio y de "respetar a sus rivales".
Los deportistas "han demostrado que con esfuerzo y dedicación no hay objetivos inalcanzables y lo han demostrado pasando muchísimos récords suramericanos", añadió.
Pérez agradeció a las autoridades de Bolivia y Cochabamba, al Codesur y a los más de 3.000 voluntarios que apoyaron durante el desarrollo de los juegos.
"Con tristeza en mi corazón, es mi obligación declarar cerrados estos Juegos Suramericanos de Cochabamba 2018. Convoco a toda Suramérica para que dentro de cuatro años volvamos a reunirnos para celebrar el olimpismo en los XII Juegos Suramericanos en Asunción", concluyó Pérez.
Tras su discurso, se apagó el fuego suramericano.
El compromiso paraguayo con la próxima edición de la competición quedó plasmado en un vídeo que mostró algunos lugares emblemáticos de ese país, así como a sus mejores atletas combinando tareas cotidianas con la práctica de sus respectivas disciplinas.
La nota alta la puso el ensamble de la Asociación Cultural Amigos del Arpa con una interpretación de ritmos tradicionales de Paraguay.
Los atletas y los voluntarios desataron la fiesta al unirse a un centenar de bailarines bolivianos que interpretaron la Diablada, la danza icónica del Carnaval de Oruro, el más famoso de Bolivia y que tiene rango de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
En esta última jornada de competencias, Colombia se proclamó campeón de los Juegos de Cochabamba al conquistar 239 medallas, 94 de oro y cuatro más que Brasil, que había ganado los Suramericanos de Santiago 2014.
Los Juegos Suramericanos comenzaron el pasado 26 de mayo con fuegos artificiales y terminaron de la misma forma.
Más de 4.000 deportistas de Argentina, Aruba, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela compitieron en 35 disciplinas en este evento.
La sede principal fue Cochabamba y también hubo subsedes en 14 municipios del departamento homónimo, además de la ciudad de La Paz.