Casi 2.000 soldados brasileños cercan dos favelas de Río de Janeiro en el marco de un megaoperativo
La operación se desarrolla en las comunidades de Babilonia y Chapéu Mangueira, próximos al turístico cerro de Pan de Azúcar y escenario recientemente de intensos tiroteos entre agentes y supuestos narcotraficantes
Infobae
Unos 1.800 soldados del Ejército brasileño, con apoyo de la Marina y la Policía, realizaron una operación en dos favelas de la zona de sur de Río de Janeiro, donde hace unos días encontraron siete cadáveres, informaron fuentes castrenses.
El operativo se desarrolla en las comunidades de Babilonia y Chapéu Mangueira, próximos al turístico cerro de Pan de Azúcar y escenario recientemente de intensos tiroteos entre agentes y supuestos narcotraficantes.
El Ejército ha establecido un cerco alrededor de las dos favelas y también ha retirado varias barricadas irregulares que impedían el tránsito de las fuerzas de seguridad.
También ha establecido puntos de control para registrar a personas y vehículos en busca de posibles sospechosos con antecedentes penales.
Por su parte, la Marina realiza bloqueos y patrulla las áreas marítimas que circunvalan los lugar en los que avanza la operación por vía terrestre, mientras que la Policía Militariza verifica las denuncias y realiza las detenciones pertinentes.
El Cuerpo de Bomberos también participa de las acciones con perros rastreadores, señaló el Comando Militar del Este (CML) en un comunicado.
Siete cadáveres fueron encontrados hace unos diez días en zonas rocosas de difícil acceso próximas al operativo de este jueves y donde 48 horas antes del hallazgo hubo un operativo adelantado por la Policía en la favela de Babilonia y sus alrededores.
En total, son empleados 1.800 militares de las Fuerzas Armadas, 50 policías militarizados y dos equipos de bomberos, apoyados por vehículos blindados y aeronaves.
La operación se enmarca dentro de la intervención militar decretada el pasado 16 de febrero por el presidente brasileño, Michel Temer, en el área de seguridad del estado de Río, que afronta una grave ola de violencia desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016.
La decisión, ampliamente criticada por la oposición y movimientos sociales, dejó en manos de las Fuerzas Armadas el control del orden público de Río con la intención de permanecer allí hasta el 31 de diciembre de este año.
Sin embargo, los episodios de violencia se han repetido a pesar de la presencia de las Fuerzas Armadas y, según un balance divulgado por un grupo de especialistas independientes, los tiroteos aumentaron un 36 % en Río durante los cuatro primeros meses de intervención.
De acuerdo con el informe del "Observatorio de la Intervención", entre el 16 de febrero y el 16 de junio se registraron 3.210 tiroteos en la región frente a los 2.355 notificados en los cuatro meses inmediatamente anteriores, es decir, anteriores a la intervención.
En ese mismo periodo, hubo 1.794 homicidios dolosos, un 13 % menos comparado con los cuatros meses pre-intervención; 444 muertes ocasionadas por las autoridades (un 34 % más); y 60.709 robos (un 5 % más).
Uno de los sucesos que más conmocionó al país fue el del asesinato a tiros en marzo pasado de la concejala Marielle Franco, cuya investigación está en curso sin que por el momento se haya detenido a ningún sospechoso.
El ministro de Seguridad Pública de Brasil, Raul Jungmann, defendió la semana pasada que la intervención militar sea prorrogada por un año más, es decir, hasta finales de 2019 para así obtener mejores resultados.
Infobae
Unos 1.800 soldados del Ejército brasileño, con apoyo de la Marina y la Policía, realizaron una operación en dos favelas de la zona de sur de Río de Janeiro, donde hace unos días encontraron siete cadáveres, informaron fuentes castrenses.
El operativo se desarrolla en las comunidades de Babilonia y Chapéu Mangueira, próximos al turístico cerro de Pan de Azúcar y escenario recientemente de intensos tiroteos entre agentes y supuestos narcotraficantes.
El Ejército ha establecido un cerco alrededor de las dos favelas y también ha retirado varias barricadas irregulares que impedían el tránsito de las fuerzas de seguridad.
También ha establecido puntos de control para registrar a personas y vehículos en busca de posibles sospechosos con antecedentes penales.
Por su parte, la Marina realiza bloqueos y patrulla las áreas marítimas que circunvalan los lugar en los que avanza la operación por vía terrestre, mientras que la Policía Militariza verifica las denuncias y realiza las detenciones pertinentes.
El Cuerpo de Bomberos también participa de las acciones con perros rastreadores, señaló el Comando Militar del Este (CML) en un comunicado.
Siete cadáveres fueron encontrados hace unos diez días en zonas rocosas de difícil acceso próximas al operativo de este jueves y donde 48 horas antes del hallazgo hubo un operativo adelantado por la Policía en la favela de Babilonia y sus alrededores.
En total, son empleados 1.800 militares de las Fuerzas Armadas, 50 policías militarizados y dos equipos de bomberos, apoyados por vehículos blindados y aeronaves.
La operación se enmarca dentro de la intervención militar decretada el pasado 16 de febrero por el presidente brasileño, Michel Temer, en el área de seguridad del estado de Río, que afronta una grave ola de violencia desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016.
La decisión, ampliamente criticada por la oposición y movimientos sociales, dejó en manos de las Fuerzas Armadas el control del orden público de Río con la intención de permanecer allí hasta el 31 de diciembre de este año.
Sin embargo, los episodios de violencia se han repetido a pesar de la presencia de las Fuerzas Armadas y, según un balance divulgado por un grupo de especialistas independientes, los tiroteos aumentaron un 36 % en Río durante los cuatro primeros meses de intervención.
De acuerdo con el informe del "Observatorio de la Intervención", entre el 16 de febrero y el 16 de junio se registraron 3.210 tiroteos en la región frente a los 2.355 notificados en los cuatro meses inmediatamente anteriores, es decir, anteriores a la intervención.
En ese mismo periodo, hubo 1.794 homicidios dolosos, un 13 % menos comparado con los cuatros meses pre-intervención; 444 muertes ocasionadas por las autoridades (un 34 % más); y 60.709 robos (un 5 % más).
Uno de los sucesos que más conmocionó al país fue el del asesinato a tiros en marzo pasado de la concejala Marielle Franco, cuya investigación está en curso sin que por el momento se haya detenido a ningún sospechoso.
El ministro de Seguridad Pública de Brasil, Raul Jungmann, defendió la semana pasada que la intervención militar sea prorrogada por un año más, es decir, hasta finales de 2019 para así obtener mejores resultados.