Argentina se encierra en su laberinto de negatividad
Los argentinos han pasado de la ilusión desenfrenada de ser campeones antes del debut en el Mundial 2018 a predecir un fracaso después del empate ante Islandia.
Verónica Brunati
As
Los argentinos pasan de la ilusión desenfrenada de ser campeones del mundo antes del debut en la Copa del Mundo de Rusia 2018, a expresar su bronca y predecir -después del empate frente a Islandia por 1 a 1 en el debut mundialista- que la Selección Argentina va a fracasar una vez más. Sin escalas.
Son los futbolistas quienes sienten la mochila cada vez más pesada la mochila que le pusieron sus compatriotas del deseo incumplido de la coronación después de 32 años y la comparación incesante con la gesta de México 86´ de Diego Maradona.
Islandia, una selección de mucho menor calibre que la Albiceleste despertó todos los fantasmas de una generación que siente el inconformismo de un país, aunque hayan llegado tres finales de manera consecutiva: el Mundial de Brasil 2014 y las Copas Américas de Chile y Estados Unidos.
Los titulares de los diarios fueron contundentes con el desencanto que provocó el estreno de la celeste y blanca en Rusia. Acompañados por la foto en primera plana de un Lionel Messi agarrándose la cabeza con cara de preocupación, los principales diarios hicieron hincapié en la preocupante actuación de la selecciono Argentina. "CrisisLandia", tituló Diario Olé. "Nos dejaron helados", escribió Diario Popular. "Pena Máxima", fue el de Crónica. "La selección fue un equipo tibio y hasta Messi erró un penal", describió Clarín. "El golpe de realidad obliga a Argentina a recalcular", puso La Nación.
Los comentaristas cuestionaron el planteo de Jorge Sampaoli. Remarcaron que ya no tiene excusas porque la Albiceleste tuvo 25 días de continuo de trabajo desde que empezó a entrenarse en el predio de Ezeiza el 14 de mayo. Y volvieron a remarcar las tintas en la elecciñon fallida del entrenador por jugadores históricos cuestionados como Lucas Biglia o Angel Di Maria. Muchos comunicadores se hicieron eco del clamor popular que pedía para el arco a Franco Armani, figura de River Plate en lugar de Willy Caballero, quien ante Islandia jugó su primer partido oficial en la selección, y a quien se le achaca su inactividad en el Chelsea.
En ese contexto, Jorge Sampaoli admitió su desazón eme rueda de prensa: ”La sensación cuando vienes a ganar un partido y no lo consigues es de cierta frustración. Vinimos muy decididos a buscar el partido, pero el equipo rival se estructuró bien, con mucha densidad de gente", dijo. Y Lionel Messi, el menos responsable de la debacle, se autoadjudicó el empate que dolió tanto como una derrota."Me siento responsable", dijo abatido. Mientras Diego Maradona, quien había estado en la grada alentando al equipo en su debut mundialista, defendió al astro por su penal errado, "Yo fallé cinco penales", admitió intentando proteger al Diez. Y le apuntó toda la responsabilidad al entrenador.
Los hinchas se desahogaron en las redes sociales con las memes, y los comunicadores fueron enfáticos con los errores que cometió Sampaoli en la alineación y los problemas futbolísticos de la selección.
En el micro que los trasladó de Moscú a Bronnitsy después del partido, los futbolistas casi ni se hablaron. La cena transcurrió en un silencio reglamentario mientras miraban algunos con más interés que otros, la victoria de Croacia sobre Nigeria. No subestiman ningún rival. Menos después del golpe frente a Islandia. Y analizaron el partido. Y echaron cuentas para la clasificación. Y recién después, cambiaron el chip. Se juramentaron que entre todos pueden sacar esta situación adelante y trataron de pasar pagina al empate fatídico.
Solo el domingo llegó la calma. Cuando después del entrenamiento, los jugadores se reunieron en torno a la mesa comieron asado y volvieron las charlas y las bromas. Y cuando más tarde llegaron los familiares a la concentración para la celebración del día del padre. Los abrazos contenedores de los que siempre están para apoyar en las buenas y en las malas. Las sonrisas de los más chiquitos haciendo travesuras en la plaza blanda que les había preparado la AFA, los besos cálidos de las esposas, fueron el sosiego que necesitaba el plantel para poder sopesar la tristeza. El lunes será otro día. Pero los argentinos ya pusieron en la mira a Croacia como el rival para levantar cabeza y reavivar el sueño de conseguir la Copa del Mundo.
As
Los argentinos pasan de la ilusión desenfrenada de ser campeones del mundo antes del debut en la Copa del Mundo de Rusia 2018, a expresar su bronca y predecir -después del empate frente a Islandia por 1 a 1 en el debut mundialista- que la Selección Argentina va a fracasar una vez más. Sin escalas.
Son los futbolistas quienes sienten la mochila cada vez más pesada la mochila que le pusieron sus compatriotas del deseo incumplido de la coronación después de 32 años y la comparación incesante con la gesta de México 86´ de Diego Maradona.
Islandia, una selección de mucho menor calibre que la Albiceleste despertó todos los fantasmas de una generación que siente el inconformismo de un país, aunque hayan llegado tres finales de manera consecutiva: el Mundial de Brasil 2014 y las Copas Américas de Chile y Estados Unidos.
Los titulares de los diarios fueron contundentes con el desencanto que provocó el estreno de la celeste y blanca en Rusia. Acompañados por la foto en primera plana de un Lionel Messi agarrándose la cabeza con cara de preocupación, los principales diarios hicieron hincapié en la preocupante actuación de la selecciono Argentina. "CrisisLandia", tituló Diario Olé. "Nos dejaron helados", escribió Diario Popular. "Pena Máxima", fue el de Crónica. "La selección fue un equipo tibio y hasta Messi erró un penal", describió Clarín. "El golpe de realidad obliga a Argentina a recalcular", puso La Nación.
Los comentaristas cuestionaron el planteo de Jorge Sampaoli. Remarcaron que ya no tiene excusas porque la Albiceleste tuvo 25 días de continuo de trabajo desde que empezó a entrenarse en el predio de Ezeiza el 14 de mayo. Y volvieron a remarcar las tintas en la elecciñon fallida del entrenador por jugadores históricos cuestionados como Lucas Biglia o Angel Di Maria. Muchos comunicadores se hicieron eco del clamor popular que pedía para el arco a Franco Armani, figura de River Plate en lugar de Willy Caballero, quien ante Islandia jugó su primer partido oficial en la selección, y a quien se le achaca su inactividad en el Chelsea.
En ese contexto, Jorge Sampaoli admitió su desazón eme rueda de prensa: ”La sensación cuando vienes a ganar un partido y no lo consigues es de cierta frustración. Vinimos muy decididos a buscar el partido, pero el equipo rival se estructuró bien, con mucha densidad de gente", dijo. Y Lionel Messi, el menos responsable de la debacle, se autoadjudicó el empate que dolió tanto como una derrota."Me siento responsable", dijo abatido. Mientras Diego Maradona, quien había estado en la grada alentando al equipo en su debut mundialista, defendió al astro por su penal errado, "Yo fallé cinco penales", admitió intentando proteger al Diez. Y le apuntó toda la responsabilidad al entrenador.
Los hinchas se desahogaron en las redes sociales con las memes, y los comunicadores fueron enfáticos con los errores que cometió Sampaoli en la alineación y los problemas futbolísticos de la selección.
En el micro que los trasladó de Moscú a Bronnitsy después del partido, los futbolistas casi ni se hablaron. La cena transcurrió en un silencio reglamentario mientras miraban algunos con más interés que otros, la victoria de Croacia sobre Nigeria. No subestiman ningún rival. Menos después del golpe frente a Islandia. Y analizaron el partido. Y echaron cuentas para la clasificación. Y recién después, cambiaron el chip. Se juramentaron que entre todos pueden sacar esta situación adelante y trataron de pasar pagina al empate fatídico.
Solo el domingo llegó la calma. Cuando después del entrenamiento, los jugadores se reunieron en torno a la mesa comieron asado y volvieron las charlas y las bromas. Y cuando más tarde llegaron los familiares a la concentración para la celebración del día del padre. Los abrazos contenedores de los que siempre están para apoyar en las buenas y en las malas. Las sonrisas de los más chiquitos haciendo travesuras en la plaza blanda que les había preparado la AFA, los besos cálidos de las esposas, fueron el sosiego que necesitaba el plantel para poder sopesar la tristeza. El lunes será otro día. Pero los argentinos ya pusieron en la mira a Croacia como el rival para levantar cabeza y reavivar el sueño de conseguir la Copa del Mundo.
