“Me quieren mamar”, dice el padre de Jonathan sobre versión de la Policía
La Paz, Erbol
Rosendo Quispe, padre de Jonathan fallecido la semana pasada, acusó a la Policía de mentir con su versión sobre la muerte del joven. Señaló que lo quieren “mamar”.
Jonathan falleció por el impacto de un proyectil de fibra de vidrio en el pecho. La Policía sostuvo que el muchacho no fue herido por sus efectivos, sino que ingresó a un domicilio sin lesiones graves y que al interior habría ocurrido el suceso que acabó con su vida.
“Ellos (la Policía) dicen que allá adentro se han hecho. ¡Mentira!. Cómo van a mentir, acaso a mi me van a mentir o me quieren mamar. ¡No!”, dijo el padre.
Quispe explicó cómo sucedió al muerte de su hijo, durante el enfrentamiento con la Policía cerca a la Procuraduría.
Relató que Jonathan agarró una piedra para arrojar a los policías, que estaban en una esquina y que en ese intento fue que recibió el proyectil en el pecho.
Aseguró que el universitario ya estaba herido al ingresar al domicilio. Explicó que en el video se observa que no camina de manera normal, sino que corre como si estuviera cojeando.
La Policía sostiene que si el joven hubiese sido herido fuera de la casa, se habría desplomado en ese lugar y no habría corrido.
Al respecto, el padre sostuvo que el suceso no fue como dice la Policía, porque su hijo pudo reaccionar al ser herido y tener fuerzas para irse a ocultar. Argumentó que en su experiencia ha carneado ovejas y sabe que el golpe en el pecho deja un tiempo “atontada” a la víctima, pero no la mata de inmediato.
Agregó que al interior de ese domicilio su hijo se desvaneció y que las personas que estaban con él no se dieron cuenta de qué le había ocurrido, hasta que empezó a filtrar sangre por su ropa y vieron que tenía una herida.
El padre expresó que su único pedido es que el asesino de su hijo aparezca. “Quiero ver su cara, con eso voy a vivir”, manifestó.
Dijo que está ocurriendo “algo raro”, puesto que los testigos están amedrentados y que su hermana, encargada de gestionar el caso con abogados, tiene sospechas de que su teléfono está intervenido. Aseguró que él no hizo nada a las autoridades y que no vive de la política, sino de su trabajo.
Rosendo Quispe, padre de Jonathan fallecido la semana pasada, acusó a la Policía de mentir con su versión sobre la muerte del joven. Señaló que lo quieren “mamar”.
Jonathan falleció por el impacto de un proyectil de fibra de vidrio en el pecho. La Policía sostuvo que el muchacho no fue herido por sus efectivos, sino que ingresó a un domicilio sin lesiones graves y que al interior habría ocurrido el suceso que acabó con su vida.
“Ellos (la Policía) dicen que allá adentro se han hecho. ¡Mentira!. Cómo van a mentir, acaso a mi me van a mentir o me quieren mamar. ¡No!”, dijo el padre.
Quispe explicó cómo sucedió al muerte de su hijo, durante el enfrentamiento con la Policía cerca a la Procuraduría.
Relató que Jonathan agarró una piedra para arrojar a los policías, que estaban en una esquina y que en ese intento fue que recibió el proyectil en el pecho.
Aseguró que el universitario ya estaba herido al ingresar al domicilio. Explicó que en el video se observa que no camina de manera normal, sino que corre como si estuviera cojeando.
La Policía sostiene que si el joven hubiese sido herido fuera de la casa, se habría desplomado en ese lugar y no habría corrido.
Al respecto, el padre sostuvo que el suceso no fue como dice la Policía, porque su hijo pudo reaccionar al ser herido y tener fuerzas para irse a ocultar. Argumentó que en su experiencia ha carneado ovejas y sabe que el golpe en el pecho deja un tiempo “atontada” a la víctima, pero no la mata de inmediato.
Agregó que al interior de ese domicilio su hijo se desvaneció y que las personas que estaban con él no se dieron cuenta de qué le había ocurrido, hasta que empezó a filtrar sangre por su ropa y vieron que tenía una herida.
El padre expresó que su único pedido es que el asesino de su hijo aparezca. “Quiero ver su cara, con eso voy a vivir”, manifestó.
Dijo que está ocurriendo “algo raro”, puesto que los testigos están amedrentados y que su hermana, encargada de gestionar el caso con abogados, tiene sospechas de que su teléfono está intervenido. Aseguró que él no hizo nada a las autoridades y que no vive de la política, sino de su trabajo.