La plantilla y 83.000 hinchas del Madrid a Cristiano: "¡Quédate!"

El Bernabéu y toda la plantilla pidieron al portugués que permanezca en el Madrid la próxima temporada. El delantero se besó el escudo dos veces cuando saltó al césped.

Carmen Colino
As
El Bernabéu, en penumbra. Las 21:49 horas. La fiesta empieza. Con todos ustedes Los Reyes de Europa en fútbol y baloncesto. La Decimotercera en fútbol y la Décima en baloncesto. Es la primera vez en la historia que una institución gana ambas en la misma temporada.


Fueron los “héroes de Belgrado” los primeros en saltar al terreno de juego. Con Laso a la cabeza fueron desfilando uno a uno. Para Rudy, Doncic y especialmente Llull fueron las grandes ovaciones. También para Felipe Reyes, que salió con la Copa de Europa y la ofreció a las 83.000 gargantas, mientras sonaba de fondo el ‘We are the Champions’.

El madridismo enloqueció a las 22:05 horas. “La Decimotercera ya está aquí”, se proyectaba en todas las pantallas gigantes. De la penumbra se pasó a la oscuridad. 1, 2, 3, 4… así hasta llegar a la 13. La de Kiev. La tercera consecutiva… “Como no te voy a querer si eres campeón de Europa una y otra vez”.

Zidane, el entrenador que ha ganado tres Champions en dos año y medio, salió aplaudiendo al madridismo. Sonriente, sencillo, como es él. Tras él, su equipo técnico y su hijo Luca, que se estrena con la Orejona. Mientras, el resto esperaba su turno a la salida de la boca de vestuarios cantando y bailando. Dani Ceballos apareció ataviado con bufanda y bandera… Kovacic, Borja Mayoral (haciendo la metralleta), Achraf, Marcos Llorente, Theo, Kiko Casilla... Mientras, el resto esperaba cantando y bailando.

Isco tiene conquistado al madridismo y lo sabe. Emocionado y agradecido, dio las gracias por venir con besos lanzados al viento. Otro de los queridísimos es Marco Asensio. Se le notaba alucinado, quizá cohibido. Y el tercero que encanta es Lucas Vázquez, que se marcó un superbaile con Ramos.

Casemiro es de esos jugadores que desde la discreción y el trabajo diario es imprescindible en este Real Madrid y la noche, sin duda, fue de Bale. El Bernabéu se rindió al galés. También a Modric. Ese ‘Lukita’ que sostiene y hace brillar a este Real Madrid.

La fiesta siguió con Kroos, Nacho Fernández, Varane, Vallejo y…Carvajal. Mandando besos, pero con los ojos tristes, preocupado. Se reservó para la fiesta y no estuvo en las celebraciones. Tras él, Keylor ‘Pura Vida’. Diosito que se ha convertido en Dios. Fue el primer nombre de la noche que cantó el Bernabéu. Le quieren. Y Benzema, que gusta o te desespera, era el hombre feliz por el trabajo bien hecho, por sumar…
Cristiano se besó el escudo

A las 22:31 saltó al césped “el mejor jugador del mundo”, con la bandera de Portugal como capa, mostrando sus cinco dedos, sus cinco Copas de Europa y besando dos veces el escudo del Real Madrid, su escudo, su casa. “Cristiano, Cristiano”. Con los pelos de punta, Marcelo también besó su escudo. Llegó al Madrid en 2006 y su vida es blanca. Él y Cristiano repitieron ese bailecito que nos regalan a lo largo de la temporada.

Ramos fue el último. En pie para recibir al capitán. Acunando a la Copa, besándola. La Orejona le conoce bien. Y arrodillado ante su público, besando el escudo y mostrando que el Madrid es el número uno. Capitán de las tres Copas de Europa consecutivas. Leyenda ya del madridismo. Juntos en la plataforma saltaron, bailaron mientras presenciaban un maravilloso espectáculo de fuegos artificiales.

Ramos fue el primero el coger el micrófono: “Buenas noches Madrid. Un placer y un lujo tremendo volver estar aquí. Era imposible volver a ganar, pero estamos otra vez aquí, carajo. Dudaban de nosotros al levantar dos Champions consecutivas y lo hemos vuelto a hacer. Destacar la gran labor de Zidane, no me quiero olvidar del presi, que con sus más y sus menos hace una gran gestión y después destacar el cariño de todos vosotros. Lo sentimos a pesar de las dudas del resto. Este equipo tiene corazón, ambición y hambre y no se cansa de ganar. Tenemos el techo muy alto”.

Zidane fue más escueto: “Gracias por el apoyo, sufrimos de vez en cuando, pero siempre nos ayudáis así que gracias de corazón”. Igual que Marcelo: “Es un placer, un orgullo y una responsabilidad jugar en el mejor club del mundo. Hemos ganado la Champions y está aquí. Vamos por la Decimocuarta”.

El último en hablar fue Cristiano: “Esta afición que nos da tanto cariño en todos los partidos. Es un orgullo jugar en el club más grande del mundo” Justo ahí le rodearon sus compañeros. “¡Cristiano, quédate; Cristiano, quédate!”, grito que siguió todo el Bernabéu. “Esto para mí es muy importante, me siento a gusto con vuestra pasión, los futbolistas que me motivan, el cuerpo técnico, para ser cada vez mejor. Es mi ADN, soy así. 1, 2, 3 Hala Madrid”, justo la frase con la que empezó su historia de amor con el Real Madrid en 2009.

Para despedir la fiesta del campeón, todos entonaron el himno de la Décima, que ya es el de la Undécima, la Duodécima y la Decimotercera. Llegaba el final. Y de pronto, de la nada, se escuchó “Piqué, cabrón”. Rápido se acalló con más cánticos, pero a Ramos no le gustó nada de nada. Ese grito fue reproducido luego por todo el estadio mientras las plantillas de fútbol y baloncesto se hacían una foto para la historia.

Luego lo que todos conocemos, la vuelta de honor, los niños, la fiesta, las sonrisas, las fotos para el recuerdo de los Reyes de Europa… y el manteo a Zidane.

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