La fiesta de la Decimotercera: “Estamos viviendo la gloria total”
La afición madridista abraza a un “equipo legendario” en la celebración de la Champions. "¡Cómo no te voy a querer, si eres campeón de Europa una y otra vez!", el cántico de la noche
Faustino Sáez
Pablo Pérez
Madrid, El País
“Decían que era imposible”, sentenció Sergio Ramos alzando la Decimotercera para resumir la apoteosis del madridismo en cuatro palabras, tantas como las Champions conquistadas por un equipo de leyenda en un lustro memorable. El cielo de Madrid se iluminó a las 22.30 de la noche con la pirotecnia del Santiago Bernabéu. “Es un lujo volver a estar aquí otra vez”, prosiguió el capitán madridista en los discursos que clausuraron desde el coliseo blanco los festejos por la conquista de Kiev. “Ya dudaron de nosotros cuando ganamos dos seguidas y aquí está la tercera. Hay que destacar la labor de Zidane y no me quiero olvidar tampoco del presi, que, con sus más y sus menos, también ha hecho una grandísima gestión”, soltó Ramos antes del reiterar su ambicioso mensaje. “Este equipo tiene hambre y no se cansa de ganar. ¡Hala Madrid y a por la 14ª!”. “Gracias de corazón por vuestro apoyo”, recogió un escueto Zidane antes del coro multitudinario de “¡Cristiano, quédate!” que acompañó la fiesta final tras varias horas de desfile.
El portugués compartió protagonismo con el héroe de la final ante el Liverpool, Gareth Bale, que recibió una sentida ovación después de un año difícil. El galés fue de los más aclamados junto a Carvajal, Modric, Keylor y Marcelo. “Es un orgullo y una responsabilidad jugar en el mejor club del mundo. Vamos a disfrutar y vamos a por la 14ª”, reiteró el lateral brasileño.
Con cuatro Copas de Europa en cinco años, seis sumando las dos del baloncesto, el madridismo tenía ayer motivos suficientes para echarse a las calles y lo hizo de manera multitudinaria. Miles de aficionados colmaron cada parada de la cabalgata de celebración de la Decimotercera y de un lustro de leyenda.
De la Catedral de la Almudena hasta el Santiago Bernabéu pasando por la reverencia a la diosa Cibeles, la plantilla del Real Madrid se esmeró en expresar una felicidad histórica que ha convertido en rutina. “Estamos viviendo una época de gloria total”, resumió Florentino Pérez en la sede de la Comunidad. “¡13 Copas de Europa! Esto es una locura. Vamos a valorarlo”, expresó Sergio Ramos. El presidente del club y el capitán acapararon los discursos oficiales de reconocimiento a una etapa memorable. “Estos jugadores, con sus capitanes como referencia, son un equipo legendario y han forjado esta descomunal trayectoria a fuerza de trabajo, sacrificio, compañerismo, talento y espíritu de sacrificio”, prosiguió Pérez, que dedicó un aparte a uno de los grandes artífices de otra edad de oro del club. “Gracias a nuestro entrenador, Zinedine Zidane, que lo fue todo como jugador y ahora se ha convertido en el único entrenador en conquistar tres Champions seguidas. Desde la humildad se ha convertido en el mejor del mundo”, completó el presidente. “Ahora hay que pensar en la 14ª porque es a lo que nos obliga este club. Por muchos años más de éxito, ¡hala Madrid!”, gritó Ramos antes de engalanar a la Cibeles con la bandera del club como capa y una bufanda rodeando su corona. “Lo que le digo a Cibeles son secretos entre ella y yo y ojalá podamos mantener ese secreto muchos años”, explicó romántico el capitán madridista antes de liderar el cántico en el que se acordó del vecino rojiblanco. “Que se enteren los indios quién manda en la capital”, en respuesta a las palabras de hace unos días de Juanfran Torres.
En la pasarela de Cibeles las miradas fiscalizaron fundamentalmente a Cristiano Ronaldo tras sus extemporáneas declaraciones sobre el césped de Kiev nada más concluir la final ante el Liverpool. Bajo el balcón de la Puerta del Sol, la afición madridista le cantó el “Cristiano, quédate”, al que el portugués asistió con gesto destemplado. Reclamado para los discursos, Cristiano estuvo escrupulosamente protocolario. “Hicimos historia gracias a vosotros que siempre nos apoyáis, es un momento de felicidad”, expresó a la afición. Se esmeró CR en seguir la celebración en primera línea del autobús descapotable, jovial por momentos, meditabundo en otras fases. Hasta que, junto a la diosa madridista, cogió el micrófono y participó en unos cánticos que cerró con un: “Muchas gracias chicos, hasta el próximo año”.
Retomó su recorrido la comitiva para reunirse en el Santiago Bernabéu con la plantilla de baloncesto y culminar la apoteosis madridista tras una semana de leyenda que comenzó en Belgrado con la Décima del equipo de Laso y se remató el sábado en Kiev con la Decimotercera del fútbol, la tercera consecutiva del memorable Madrid de Zidane. El clásico “¡cómo no te voy a querer, cómo no te voy a querer...!”, tiene ya un nuevo final en el estribillo, por acumulación: “¡... si eres campeón de Europa una y otra vez!”. Coreó el madridismo a Laso, Felipe, LLull y Doncic; a Zidane, Ramos, Bale y Cristiano. “¡Así, así, así gana el Madrid!”, cerró el Bernabéu mientras las dos plantillas se hacían una foto inédita con las dos Copas de Europa.
Faustino Sáez
Pablo Pérez
Madrid, El País
“Decían que era imposible”, sentenció Sergio Ramos alzando la Decimotercera para resumir la apoteosis del madridismo en cuatro palabras, tantas como las Champions conquistadas por un equipo de leyenda en un lustro memorable. El cielo de Madrid se iluminó a las 22.30 de la noche con la pirotecnia del Santiago Bernabéu. “Es un lujo volver a estar aquí otra vez”, prosiguió el capitán madridista en los discursos que clausuraron desde el coliseo blanco los festejos por la conquista de Kiev. “Ya dudaron de nosotros cuando ganamos dos seguidas y aquí está la tercera. Hay que destacar la labor de Zidane y no me quiero olvidar tampoco del presi, que, con sus más y sus menos, también ha hecho una grandísima gestión”, soltó Ramos antes del reiterar su ambicioso mensaje. “Este equipo tiene hambre y no se cansa de ganar. ¡Hala Madrid y a por la 14ª!”. “Gracias de corazón por vuestro apoyo”, recogió un escueto Zidane antes del coro multitudinario de “¡Cristiano, quédate!” que acompañó la fiesta final tras varias horas de desfile.
El portugués compartió protagonismo con el héroe de la final ante el Liverpool, Gareth Bale, que recibió una sentida ovación después de un año difícil. El galés fue de los más aclamados junto a Carvajal, Modric, Keylor y Marcelo. “Es un orgullo y una responsabilidad jugar en el mejor club del mundo. Vamos a disfrutar y vamos a por la 14ª”, reiteró el lateral brasileño.
Con cuatro Copas de Europa en cinco años, seis sumando las dos del baloncesto, el madridismo tenía ayer motivos suficientes para echarse a las calles y lo hizo de manera multitudinaria. Miles de aficionados colmaron cada parada de la cabalgata de celebración de la Decimotercera y de un lustro de leyenda.
De la Catedral de la Almudena hasta el Santiago Bernabéu pasando por la reverencia a la diosa Cibeles, la plantilla del Real Madrid se esmeró en expresar una felicidad histórica que ha convertido en rutina. “Estamos viviendo una época de gloria total”, resumió Florentino Pérez en la sede de la Comunidad. “¡13 Copas de Europa! Esto es una locura. Vamos a valorarlo”, expresó Sergio Ramos. El presidente del club y el capitán acapararon los discursos oficiales de reconocimiento a una etapa memorable. “Estos jugadores, con sus capitanes como referencia, son un equipo legendario y han forjado esta descomunal trayectoria a fuerza de trabajo, sacrificio, compañerismo, talento y espíritu de sacrificio”, prosiguió Pérez, que dedicó un aparte a uno de los grandes artífices de otra edad de oro del club. “Gracias a nuestro entrenador, Zinedine Zidane, que lo fue todo como jugador y ahora se ha convertido en el único entrenador en conquistar tres Champions seguidas. Desde la humildad se ha convertido en el mejor del mundo”, completó el presidente. “Ahora hay que pensar en la 14ª porque es a lo que nos obliga este club. Por muchos años más de éxito, ¡hala Madrid!”, gritó Ramos antes de engalanar a la Cibeles con la bandera del club como capa y una bufanda rodeando su corona. “Lo que le digo a Cibeles son secretos entre ella y yo y ojalá podamos mantener ese secreto muchos años”, explicó romántico el capitán madridista antes de liderar el cántico en el que se acordó del vecino rojiblanco. “Que se enteren los indios quién manda en la capital”, en respuesta a las palabras de hace unos días de Juanfran Torres.
En la pasarela de Cibeles las miradas fiscalizaron fundamentalmente a Cristiano Ronaldo tras sus extemporáneas declaraciones sobre el césped de Kiev nada más concluir la final ante el Liverpool. Bajo el balcón de la Puerta del Sol, la afición madridista le cantó el “Cristiano, quédate”, al que el portugués asistió con gesto destemplado. Reclamado para los discursos, Cristiano estuvo escrupulosamente protocolario. “Hicimos historia gracias a vosotros que siempre nos apoyáis, es un momento de felicidad”, expresó a la afición. Se esmeró CR en seguir la celebración en primera línea del autobús descapotable, jovial por momentos, meditabundo en otras fases. Hasta que, junto a la diosa madridista, cogió el micrófono y participó en unos cánticos que cerró con un: “Muchas gracias chicos, hasta el próximo año”.
Retomó su recorrido la comitiva para reunirse en el Santiago Bernabéu con la plantilla de baloncesto y culminar la apoteosis madridista tras una semana de leyenda que comenzó en Belgrado con la Décima del equipo de Laso y se remató el sábado en Kiev con la Decimotercera del fútbol, la tercera consecutiva del memorable Madrid de Zidane. El clásico “¡cómo no te voy a querer, cómo no te voy a querer...!”, tiene ya un nuevo final en el estribillo, por acumulación: “¡... si eres campeón de Europa una y otra vez!”. Coreó el madridismo a Laso, Felipe, LLull y Doncic; a Zidane, Ramos, Bale y Cristiano. “¡Así, así, así gana el Madrid!”, cerró el Bernabéu mientras las dos plantillas se hacían una foto inédita con las dos Copas de Europa.