La confesión de un terrorista de Hamas: "La mayoría de los palestinos muertos son hombres nuestros"
George Chaya
Infobae
Salah Bardawil, funcionario de Hamas, cometió sincericidio en sus declaraciones oficiales en las que destruyó la narración de que Israel está matando indiscriminadamente a manifestantes no violentos en la frontera de Gaza: "La gran mayoría de los palestinos muertos -dijo Bardawil a un entrevistador palestino- eran combatientes de Hamas".
En los últimos acontecimientos en que se produjeron fuertes enfrentamientos, "62 personas se han convertido en mártires, 50 de ellas eran hombres de Hamas", dijo Bardawil en una entrevista televisada el pasado miércoles.
"Le estoy dando una cifra oficial", agregó, según la traducción del Middle East Media Research Institute (MEMRI) y corroborada por Infobae de la publicación en lengua árabe. Antes de la entrevista de Bardawil, Hamas emitió un comunicado en memoria a 50 de sus combatientes muertos.
Un día antes, el jueves, la Yihad Islámica Palestina (PIJ por sus siglas en idioma ingles), también afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel abatieron a tres miembros operativos de su ala militar en Khan Younis.
Las autoridades israelíes habían calculado previamente que al menos 24 de los palestinos fallecidos eran parte de Hamas o de la Yihad Islámica Palestina. Eso incluye a ocho miembros de una célula armada de combatientes de Hamas que trataron de infiltrarse en Israel y fueron neutralizados durante los enfrentamientos y combates del pasado lunes en la zona de frontera. Tanto Hamas como la Yihad Islámica Palestina publicaron fotos elogiando a varios de los terroristas muertos como mártires.
Mientras tanto, algunos medios de prensa publican que los últimos enfrentamientos son una reacción a la apertura de la Embajada de EEUU en Jerusalén. Sin embargo, las semanas de violentas protestas en la frontera de Israel con Gaza continúan como expresión de un plan de recrudecimiento de la violencia por parte de Hamas, como Infobae ha publicado desde finales de marzo hasta la fecha, y el 80 por ciento de los palestinos muertos resultan ser elementos terroristas islámicos de Hamas y sus organizaciones satelitales. La mayoría de ellos estaban vinculados a Hamas, pero 12 de los terroristas neutralizados durante ese período fueron identificados como miembros de Fatah.
A principios de esta semana, el alto funcionario de Hamas Mahmoud Al-Zahar reconoció en sus declaraciones que las manifestaciones en Gaza no eran "una resistencia pacífica" y que los esfuerzos de Hamas en la frontera están "apoyados y reforzados por su fuerza militar y hombres de agencias de seguridad palestinas".
"Claramente este es un engaño terminológico, hablar de 'resistencia pacífica', cuando nuestra organización desplaza hombres y armas que combatieron las guerras de 2006, 2008, 2012 y 2014, no es una resistencia pacífica. Hamas está en guerra con Israel. Así que cuando hablamos de resistencia pacífica, estamos engañando al público", dijo Al-Zahhar en una entrevista el 13 de mayo con Al Jazeera.
Varios miembros del grupo terrorista que resultaron muertos en los enfrentamientos eran hijos de destacados funcionarios de Hamas, incluido el viceministro de Trabajo, Mussa Al-Sambak. El hijo del jefe de la oficina política de Hamas, Ismail Haniyeh, y dos de sus sobrinos también resultaron heridos en los enfrentamientos, según el analista de seguridad y defensa israelí Meir Amit, luego confirmado por la televisión palestina.
El absurdo mayor es que al organizar y promover los disturbios y la violencia, los funcionarios de Hamas literalmente sacrificaron la vida y la seguridad de sus propios hijos para obtener una victoria propagandística que ya no es tal. Sin embargo, tal como lo anticipó Infobae en su momento, este tipo de comportamiento es consistente con la estrategia de Hamas de sabotear el sustento de su propia gente para priorizar su lucha contra Israel. No obstante lo que la prensa internacional presenta como manifestaciones pacíficas y espontáneas no son, en realidad, ni pacíficas ni espontáneas.
Violentas protestas en Gaza en la semana que EEUU trasladó a Jerusalén su embajada en Israel (Reuters)
Violentas protestas en Gaza en la semana que EEUU trasladó a Jerusalén su embajada en Israel (Reuters)
Los responsables de Hamas han invertido importantes recursos en la movilización de miles de personas, empujando a los habitantes de Gaza a concentrarse sobre la cerca fronteriza que los separa de Israel. Largas columnas de autobuses y camiones repletos de manifestantes no se generan de forma espontánea. El lanzamiento de piedras, cócteles molotov, bombas incendiarias y cargas de grupos armados contra la cerca fronteriza, difícilmente pueden ser descriptas como acciones pacíficas.
Muchas de las imágenes retransmitidas desde Gaza y debidamente controladas por Hamas son simplemente una burda manipulación. Basta analizar cómo un mismo adolescente supuestamente muerto por disparos de militares israelíes aparece posteriormente vivo en otras fotos, y muerto de nuevo en un sitio diferente. Los ejemplos abundan y "las ganas genéticas" de condenar automáticamente a Israel por cualquiera de sus actos de un Occidente que ha perdido de vista que está protegiendo a Hamas, una organización terrorista que gobierna Gaza dictatorialmente desde que derrocó, por medio de un golpe de estado, a sus hermanos de la autoridad de Fatah hace más de una década.
Pero pareciera que nada de eso importa en los medios de prensa. Israel, a quien se pretende despojar del derecho a defenderse del accionar de grupos terroristas, es presentado como el culpable, y Hamas, la víctima. Da igual que sepamos a ciencia cierta que los dirigentes de Hamas buscan precisamente esas imágenes y que conducen a su gente a un matadero, porque eso es lo que les brinda rédito político, y desde luego económico.
Tras años de intentar doblegar la voluntad de defensa de Israel mediante terrorismo y miles de cohetes disparados contra poblaciones civiles, Hamas sabe que ellos no pueden lograr nada, pero que si ponen a la opinión pública internacional de su lado, la presión sobre Israel será insoportable. No estamos asistiendo a manifestaciones vulgares, son movilizaciones de civiles manipulados por dirigentes políticos que realizan actos terroristas con fines de guerra, algo que está absolutamente prohibido por las leyes internacionales.
Pero hay que recordarlo con claridad, las naciones tienen toda la legitimidad, y están amparadas por el derecho internacional, para defenderse frente a agresiones generadas por la violencia terrorista. Los palestinos que nos muestran las imágenes no son pacíficos ni inocentes. Puede que sí estén oprimidos, pero por sus propios, corruptos y totalitarios gobernantes, sea en Gaza o en Cisjordania. Y es muy fácil corroborarlo, para ello, solo hace falta viajar a Israel, ingresar legalmente por el Aeropuerto Ben Guion, recorrer el país y preguntar a cualquiera del millón y medio de árabes-israelíes que viven en Israel si preferirían mudarse a Gaza o Cisjordania para salvarse así de la opresión judía. Se llevarían una gran sorpresa con las respuestas de esos árabes-israelíes.
Infobae
Salah Bardawil, funcionario de Hamas, cometió sincericidio en sus declaraciones oficiales en las que destruyó la narración de que Israel está matando indiscriminadamente a manifestantes no violentos en la frontera de Gaza: "La gran mayoría de los palestinos muertos -dijo Bardawil a un entrevistador palestino- eran combatientes de Hamas".
En los últimos acontecimientos en que se produjeron fuertes enfrentamientos, "62 personas se han convertido en mártires, 50 de ellas eran hombres de Hamas", dijo Bardawil en una entrevista televisada el pasado miércoles.
"Le estoy dando una cifra oficial", agregó, según la traducción del Middle East Media Research Institute (MEMRI) y corroborada por Infobae de la publicación en lengua árabe. Antes de la entrevista de Bardawil, Hamas emitió un comunicado en memoria a 50 de sus combatientes muertos.
Un día antes, el jueves, la Yihad Islámica Palestina (PIJ por sus siglas en idioma ingles), también afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel abatieron a tres miembros operativos de su ala militar en Khan Younis.
Las autoridades israelíes habían calculado previamente que al menos 24 de los palestinos fallecidos eran parte de Hamas o de la Yihad Islámica Palestina. Eso incluye a ocho miembros de una célula armada de combatientes de Hamas que trataron de infiltrarse en Israel y fueron neutralizados durante los enfrentamientos y combates del pasado lunes en la zona de frontera. Tanto Hamas como la Yihad Islámica Palestina publicaron fotos elogiando a varios de los terroristas muertos como mártires.
Mientras tanto, algunos medios de prensa publican que los últimos enfrentamientos son una reacción a la apertura de la Embajada de EEUU en Jerusalén. Sin embargo, las semanas de violentas protestas en la frontera de Israel con Gaza continúan como expresión de un plan de recrudecimiento de la violencia por parte de Hamas, como Infobae ha publicado desde finales de marzo hasta la fecha, y el 80 por ciento de los palestinos muertos resultan ser elementos terroristas islámicos de Hamas y sus organizaciones satelitales. La mayoría de ellos estaban vinculados a Hamas, pero 12 de los terroristas neutralizados durante ese período fueron identificados como miembros de Fatah.
A principios de esta semana, el alto funcionario de Hamas Mahmoud Al-Zahar reconoció en sus declaraciones que las manifestaciones en Gaza no eran "una resistencia pacífica" y que los esfuerzos de Hamas en la frontera están "apoyados y reforzados por su fuerza militar y hombres de agencias de seguridad palestinas".
"Claramente este es un engaño terminológico, hablar de 'resistencia pacífica', cuando nuestra organización desplaza hombres y armas que combatieron las guerras de 2006, 2008, 2012 y 2014, no es una resistencia pacífica. Hamas está en guerra con Israel. Así que cuando hablamos de resistencia pacífica, estamos engañando al público", dijo Al-Zahhar en una entrevista el 13 de mayo con Al Jazeera.
Varios miembros del grupo terrorista que resultaron muertos en los enfrentamientos eran hijos de destacados funcionarios de Hamas, incluido el viceministro de Trabajo, Mussa Al-Sambak. El hijo del jefe de la oficina política de Hamas, Ismail Haniyeh, y dos de sus sobrinos también resultaron heridos en los enfrentamientos, según el analista de seguridad y defensa israelí Meir Amit, luego confirmado por la televisión palestina.
El absurdo mayor es que al organizar y promover los disturbios y la violencia, los funcionarios de Hamas literalmente sacrificaron la vida y la seguridad de sus propios hijos para obtener una victoria propagandística que ya no es tal. Sin embargo, tal como lo anticipó Infobae en su momento, este tipo de comportamiento es consistente con la estrategia de Hamas de sabotear el sustento de su propia gente para priorizar su lucha contra Israel. No obstante lo que la prensa internacional presenta como manifestaciones pacíficas y espontáneas no son, en realidad, ni pacíficas ni espontáneas.
Violentas protestas en Gaza en la semana que EEUU trasladó a Jerusalén su embajada en Israel (Reuters)
Violentas protestas en Gaza en la semana que EEUU trasladó a Jerusalén su embajada en Israel (Reuters)
Los responsables de Hamas han invertido importantes recursos en la movilización de miles de personas, empujando a los habitantes de Gaza a concentrarse sobre la cerca fronteriza que los separa de Israel. Largas columnas de autobuses y camiones repletos de manifestantes no se generan de forma espontánea. El lanzamiento de piedras, cócteles molotov, bombas incendiarias y cargas de grupos armados contra la cerca fronteriza, difícilmente pueden ser descriptas como acciones pacíficas.
Muchas de las imágenes retransmitidas desde Gaza y debidamente controladas por Hamas son simplemente una burda manipulación. Basta analizar cómo un mismo adolescente supuestamente muerto por disparos de militares israelíes aparece posteriormente vivo en otras fotos, y muerto de nuevo en un sitio diferente. Los ejemplos abundan y "las ganas genéticas" de condenar automáticamente a Israel por cualquiera de sus actos de un Occidente que ha perdido de vista que está protegiendo a Hamas, una organización terrorista que gobierna Gaza dictatorialmente desde que derrocó, por medio de un golpe de estado, a sus hermanos de la autoridad de Fatah hace más de una década.
Pero pareciera que nada de eso importa en los medios de prensa. Israel, a quien se pretende despojar del derecho a defenderse del accionar de grupos terroristas, es presentado como el culpable, y Hamas, la víctima. Da igual que sepamos a ciencia cierta que los dirigentes de Hamas buscan precisamente esas imágenes y que conducen a su gente a un matadero, porque eso es lo que les brinda rédito político, y desde luego económico.
Tras años de intentar doblegar la voluntad de defensa de Israel mediante terrorismo y miles de cohetes disparados contra poblaciones civiles, Hamas sabe que ellos no pueden lograr nada, pero que si ponen a la opinión pública internacional de su lado, la presión sobre Israel será insoportable. No estamos asistiendo a manifestaciones vulgares, son movilizaciones de civiles manipulados por dirigentes políticos que realizan actos terroristas con fines de guerra, algo que está absolutamente prohibido por las leyes internacionales.
Pero hay que recordarlo con claridad, las naciones tienen toda la legitimidad, y están amparadas por el derecho internacional, para defenderse frente a agresiones generadas por la violencia terrorista. Los palestinos que nos muestran las imágenes no son pacíficos ni inocentes. Puede que sí estén oprimidos, pero por sus propios, corruptos y totalitarios gobernantes, sea en Gaza o en Cisjordania. Y es muy fácil corroborarlo, para ello, solo hace falta viajar a Israel, ingresar legalmente por el Aeropuerto Ben Guion, recorrer el país y preguntar a cualquiera del millón y medio de árabes-israelíes que viven en Israel si preferirían mudarse a Gaza o Cisjordania para salvarse así de la opresión judía. Se llevarían una gran sorpresa con las respuestas de esos árabes-israelíes.