Hakan Sukur, el mundialista que vende café exiliado en USA

Hakan Sukur pasó a la historia al anotar el gol más rápido en un Mundial. Sin embargo, fue exiliado de Turquía por Erdogan, ahora tiene una cafetería en USA

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La vida de una persona puede cambiar radicalmente cuando menos te lo esperas. Por difícil que parezca, es posible pasar de ser una figura reconocida en tu país a un fugitivo reguardado en otro. Este es el caso de Hakan Sukur, uno de los mejores futbolistas que Turquía le ha dado el mundo. La situación política que atraviesa su país natal lo orilló a tomar la decisión de huir y buscar un nuevo comienzo en USA, donde ahora tiene una cafetería y vive tranquilamente, sin los reflectores que te da ser una figura pública. En entrevista para The New York Times, el ex delantero reveló a detalle cómo ha sido esta transición.


Su trayectoria como futbolista

Hakan se retiró de las canchas en 2008. Pasó por equipos importantes en Europa como el Inter de Milán, Torino, Parma, Blackburn Rovers, Bursaspor y Galatasaray, donde puso fin a su carrera. En selección nacional consiguió quedarse con el tercer lugar de la Copa del Mundo de Corea-Japón en 2002, competencia donde impuso el récord, que hasta la fecha le pertenece, de anotar el gol más rápido en una justa mundialista a los 11 segundos frente a Corea del Sur.

Su paso a la política

Gracias a su exitosa carrera como atleta profesional, Sukur ganó mucha popularidad y seguidores. Su influencia llegó a su punto más alto cuando en 2011 ingresó al Parlamento turco por la formación política AKP, partido del presidente Tayyip Erdogan. En dicho organismo permaneció por casi tres años hasta que renunció por supuestos escándalos de corrupción. A partir de ese momento, su amistad y cercanía con el máximo representante de Turquía se rompió.

Al ver que la situación política estaba en declive decidió buscar un nuevo comienzo. En 2015 se mudó a Palo Alto, California. Un año después, un Golpe de Estado se llevó a cabo en Turquía en contra del régimen de Erdogan, pero solo quedó en un intento. El gobierno apuntó como el responsable de planearlo y orquestarlo a Fethullah Gülen, un opositor al régimen quien se autoexilió en 1999 en USA. Al enterarse del suceso, Hakan insultó a Tayyip por Twitter y eso no gustó al político. Erdogan impuso una orden de arresto en su contra acusándolo de “pertenecer a un grupo terrorista”.

A pesar de que la justicia está detrás suyo y que sabe que difícilmente podrá regresar a su país en paz, Sukur está seguro que vendrán mejores tiempos para todo su pueblo “La oscuridad no dura para siempre. Confío en que un día regrese la luz”.
Su nueva vida en USA

Más allá de todos los problemas por los que ha pasado, él está contento con su nuevo estilo de vida, el cual le puede ofrecer a su familia lejos de las persecuciones mediáticas e información distorsionada en su contra.

“Hubiera tenido una buena vida si hubiera hecho lo que ellos querían. Desafortunadamente ellos (gobierno) han controlado a los medios para manipular la percepción que tiene la gente sobre mí. Tal vez un día regrese, pero por ahora vendo café”, declaró Hakan quien es dueño de una cafetería de nombre Tuts Bakery and Cafe, cuya especialidad son los desayunos turcos.

Planes a futuro

Además de tener un negocio propio, la práctica del fútbol sigue siendo parte de su vida cotidiana. Juega en un equipo local con amigos, en el barrio, sin afición como estaba acostumbrado en el pasado. Aunado a eso, su sueño sigue siendo convertirse en entrenador y tener una academia de fútbol para las nuevas generaciones, sin embargo, su visa expirará en 2020, lo que podría complicarle sus planes a futuro. Es por eso que ya está tramitando su residencia permanente (Green Card) y él espera recibir una respuesta positiva por parte del gobierno norteamericano.

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