Gina Haspel dirigirá la CIA pese a la polémica por las torturas

El Senado confirma el nombramiento de la exagente encubierta, primera mujer de la historia al frente a la agencia de inteligencia

Amanda Mars
Washington, El País
El Senado de Estados Unidos confirmó este jueves el nombramiento de Gina Haspel como directora de la CIA pese al torrente de críticas que ha recibido por su vinculación con las torturas infligidas a sospechosos de terrorismo tras el 11-S. Haspel, que trabajó más de tres décadas como agente encubierta, se convertirá así en la primera mujer en dirigir la agencia de inteligencia.


La audiencia de la semana pasada había resultado bronca, con miembros del público protestando y los legisladores demócratas poniéndola contra la espada y la pared por su pasado tenebroso como supervisora de la primera cárcel secreta de la CIA, en Tailandia, en 2002, donde se llevaron a cabo interrogatorios brutales y torturas por ahogamiento (waterboarding), entre otras técnicas. Este jueves, sin embargo, superó con holgura la prueba del Senado, no solo porque los republicanos controlan 51 de los 100 escaños, sino porque además logró el respaldo de seis demócratas.

En total, su confirmación salió adelante con 54 votos a favor (incluídos esos seis demócratas) y 45 en contra (entre los que figuran dos republicanos). El senador John McCain, muy enfermo de cáncer, no votó. El excandidato presidenial fue prisionero de guerra en Vietnam y sufrió torturas. La semana pasada abogó por rechazar el nombramiento de Haspel a través de un mensaje de Twitter. La calificó de "patriota" por haberse dedicado durante tantos años al servicio del país, pero consideró "perturbador" su papel en las torturas y recalcó que su negativa a tachar de inmorales aquellos interrogatorios la "descalificaban".

En aquella audiencia Haspel fue muy cuestionada por los legisladores demócratas. La exagente recalcó que no había llevado a cabo nada ilegal y que, como directora de la CIA, no realizaría ninguna acción que considerase inmoral aunque se lo pidiese el mismísimo presidente. También señaló que, como había mostrado la experiencia, la CIA no debe dedicarse a interrogar. Sin embargo, rechazó calificar de inmorales los actos que supervisó en aquel entonces.

Esas explicaciones parece que convencieron al demócrata Mark Warner, quien la ha acabado respaldado y se ha mostrado convencido de que Haspel "es alguien que se pondrá de pie y confrontará al presidente si este le ordena hacer algo ilegal o inmoral, como volver a la tortura". Ante las críticas, dos días antes de la audiencia, Trump había salido en defensa de su nominada: “Mi muy respetada candidata a la dirección de la CIA, Gina Haspel, está siendo atacada por ser demasiado dura con los terroristas. Pensad en esto, en estos tiempos tan peligrosos tenemos a la persona más cualificada, una mujer, que los demócratas quieren que se vaya porque fue dura contra el terror. ¡Que gane Gina!”, escribió en su cuenta de Twitter.

El Comité de Inteligencia del Senado había allanado el camino este miércoles al resolver recomendarla con 10 votos a favor y cinco en contra. De no haber superado este primer trámite, su nominación podría haber seguido adelante en el Senado, pero hubiese resultado un signo de debilidad para la candidatura.

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