F1 | GP DE MÓNACO / Ricciardo, victoria de genio con dos marchas menos en Mónaco

El australiano logra su segundo triunfo del año con problemas de potencia en su Red Bull. Vettel segundo y Hamilton tercero. Abandono de Alonso y Sainz fue décimo.


Manuel Franco
As
Volaban las lanchas, se movían los yates, mucho viento, olas altas, ligera marejada en el Mar de Liguria, en el horizonte nubes grises vestía el cielo, quizá, de milagro. El verano se volvió otoño en un día, es lo que llaman primavera. Mónaco se ponía bonita, pese a todo, gradas llenas, montes repletos, balcones atestados, barcos en sus puestos mirando a la pista mientras chicos y chicas adornados de juventud y belleza se colocaban junto a la posición de cada piloto y un ejercito de famosos se dirigía a la parrilla, cantantes de opera, jugadores leyenda de fútbol americano (mis respetos señor Brady, saludos a su señora), ganadores de la NBA, miss universo, príncipes y princesas… Y mecánicos de Fórmula 1 trabajando con las manos llenas de grasa junto a sus pilotos. Y por allí la sonrisa nerviosa de Daniel Ricciardo, el gesto ausente de Carlos Sainz al caminar, la mirada asesina de Max Verstappen, el saludo de Lewis Hamilton con su hermano Dwyane Wade, la cabeza baja de Sebastian Vettel. Justo antes de empezar empezó a llover. Apenas unas gotas tímidas. Poco más.


Así que una vez la marabunta salió de la parrilla comenzó la verdad de este deporte de mentira. Y una carrera que pareció por unos momentos una procesión de amigos del yoga y terminó siendo un ataque de ansiedad. La salida, tranquila, con Ricciardo primero, Vettel, segundo y Hamilton, tercero. Por detrás los españoles en sus puestos, salió muy bien Sainz que pasa a Alonso en los primeros metros, pero el asturiano recupera en la curva, séptimo y octavo. Atrás del todo, Verstappen pasa a los Haas. El holandés adelanta después a Ericsson, Stroll, Hartley, Leclerc y Vandoorne (por estrategia) hasta que llega a Fernando Alonso. Y ahí paró su progresión hasta que en la vuelta 48 entra a cambiar ruedas y pone los hiperblandos desde los ultrablandos con los que había salido.

En ese momento, tras unas vueltas iniciales en las que salía según la lógica, comenzaron a pasar cosas tras la primera parada. Ricciardo, que lideraba jugando con los tiempos controlando la situación, empieza a perder potencia en su Red Bull. Se quedó sin la ayuda eléctrica de su motor, sufría con 160 caballos menos que sus rivales, y eso empeoraba porque solo podía usar seis marchas de las ocho que tiene el coche. Era 20 km/h más lento que el Ferrari... Quedan muchas vueltas, Vettel está detrás, pegado a él Hamilton. Los tres primeros en dos segundos. Al lado Raikkonen y Bottas. Los cinco primeros en cinco segundos.

Pero en la zona media donde pasan, desgraciadamente más cosas. Y peores. Alonso que era séptimo acerándose a Ocon, en busca de otra carrera más con puntos, empieza a ir más lento, Gasly con el Toro Rosso Honda se pega al asturiano cuando se queda sin potencia, primero, y sin caja de cambios después. Abandono. Primero de la temporada en el sexto gran premio de la temporada. Después Carlos Sainz, con problemas en su Renault y con sus neumáticos ultrablandos, recibe a Hulkenberg y Verstappen, debe dejar pasar a su compañero de equipo que viene con hiperblandos como el holandés, y después Max lo pasa tras cuatro vueltas de defensa imposible, el Red Bull es tres segundos más rápido. El madrileño, acaba a más de medio minuto de ellos y es décimo. Verstappen noveno en su remontada desde la última plaza.

Quedan diez vueltas, por arriba todo sigue igual con el Ferrari de Vettel pegado a Ricciardo. Hasta que en la vuelta 72, se tocan Leclerc, sin frenos, y Hartley. Coche de seguridad virtual. Vettel pierde tiempo. Hamilton cierra podio.Gana Ricciardo. Segunda del año. Mónaco. Victoria de genio. En la noche abrirá su sonrisa de genio…

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