El boicot ciudadano a tres marcas líderes se impone en Marruecos

La campaña anónima contra el alza de precios logra implantarse a pesar del rechazo del Gobierno y las rebajas de las empresas afectadas

Francisco Peregil
Rabat, El País
Marruecos vive desde el 20 de abril un fenómeno que recuerda la famosa obra de Lopez de Vega. Cuando el juez preguntaba ¿Quién mató al Comendador? la respuesta era: “Fuenteovejuna, Señor”. “¿Quién es Fuenteovejuna?”. “Todo el pueblo, a una”. El 20 de abril comenzó a difundirse en las redes sociales un llamamiento al boicot durante un mes contra tres marcas líderes en el mercado marroquí: la leche Centrale (perteneciente al grupo Danone, con una participación del 5% del consorcio industrial del rey Mohamed VI), el agua Sidi Ali, del grupo de la familia de Miriem Bensalah-Chaqroun, presidenta saliente la patronal marroquí, CGEM, y la cadena de estaciones de servicio Afriquia, perteneciente al ministro de Agricultura y Pesca, Aziz Ajanuch, amigo íntimo del rey, tercera fortuna del país y líder del Reagrupamiento Nacional de Independientes (RNI, liberal), formación clave en la coalición de cinco partidos que forma el Gobierno.


La campaña ha sido apoyada en las redes sociales por destacados cantantes. La revista Telquel informaba de que el lunes el valor de las acciones de Afriquia y Centrale Danone cerraron en bolsa con un descenso del 5,97 % y del 5,69%, respectivamente. Una encuesta elaborada por la compañía Averty con 1072 personas pertenecientes a las 12 regiones de Marruecos revela que el 79,8% de los entrevistados apoyan el boicot.

En Marruecos no hay nada parecido a una asociación de consumidores estructurada. Sin embargo, la campaña anónima ha obligado a numerosos políticos a pronunciarse, a pesar de que la mayoría de medios apenas informaron sobre el fenómeno y apenas han hecho seguimiento de la noticia. “Esas tres marcas son anunciantes muy importantes en la prensa”, indica un periodista. “Los impulsores de este boicot”, señala un economista europeo que solicita el anonimato, “han apuntado muy bien hacia tres empresas que dominan claramente sus sectores. Es una crítica hacia los abusos en el mercado cuando se disfruta de una situación de oligopolio. Tarde o temprano este país debería abrirse más hacia el mercado europeo. Abrir el paso a Mercadona y otras marcas que fomenten la competencia y abaraten la distribución”.

La campaña echó a andar con el nombre en árabe de la etiqueta “Déjala que se agríe”. Este martes, en el supermercado Marjane (perteneciente al consorcio de Mohamed VI) de Rabat, situado en el trayecto hacia el aeropuerto, las estanterías estaban repletas con la marca de leche Centrale y el agua Sidi Ali, ambas boicoteadas y con promoción de precios. “Es como si las empresas afectadas reconocieran con la rebaja el miedo al boicot”, señala el citado economista.

Un directivo de Danone ha tachado de “traidores” a la patria a quienes apoyen el boicot

La costumbre tan arraigada en Marruecos de servir junto al café una botellita de agua se ha visto alterada. Muchos clientes reclaman que no les pongan Sidi Ali. En cuanto a las estaciones de servicio Afriquia, es difícil realizar un seguimiento por los más de 500 establecimientos repartidos a lo largo y ancho del país. La revista Telquel realizó un pequeño sondeo en Casablanca en el que un empleado de Afriquia reconocía que llevaba tres días sin trabajo. En otra estación de la competencia situada en el centro de Casablanca un empleado aseguraba que habían doblado estos días la cifra de venta habitual.

Las empresas afectadas no han informado sobre la repercusión en sus beneficios. Un directivo de Danone tachó de “traidores” a la patria a quienes apoyen el boicot. Por su parte, el ministro de Economía, Mohamed Boussaid, perteneciente al RNI, llamó “enajenados” a los impulsores del boicot. Fue una manera indirecta de acusar a las juventudes del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD). Este partido padece una fractura interna desde que su líder más carismático, Abdelilá Benkirán, fue apartado de la jefatura del Gobierno por el rey Mohamed VI y en su lugar nombró al entonces secretario de organización, Saadedín el Otmani.

Benkirán ya anunció en 2014, cuando era jefe de Gobierno, que boicotearía durante 10 días a Danone para protestar contra un alza de precio. Ahora, respecto al boicot actual mantiene un escrupuloso silencio. Este lunes se esperaba su comparecencia en unas jornadas de las juventudes del PJD en Marrakech. Pero horas antes de la cita Benkirán comunicó que no acudiría.

El diario en árabe Ajbar al Yaum, cuarto en difusión en el país y muy crítico con el Palacio Real, es el único que se ha posicionado abiertamente a favor del boicot. Esta publicación es la más seguida por los lectores del islamista PJD. Su director, Taufic Buachrín, que siempre apoyó a Abdelilá Benkirán, fue encarcelado el 23 de febrero después de que una veintena de agentes vestidos de paisano irrumpieran en su despacho. La fiscalía de Casablanca lo acusa de violación, intento de violación y trata de mujeres. Sus defensores objetan que todo obedece a un escarnio por sus posiciones políticas.

En cualquier caso, el diario mantiene una línea crítica frente al Palacio Real. Este lunes mostró una foto del ministro de Agricultura y Pesca y mayor accionista de las estaciones Afriquia. El título de primera decía: “Exclusiva: las pérdidas de Ajanuch”. En el texto se informaba de que durante una semana de boicot el grupo ha perdido el 31% de sus ingresos. La información no ha sido desmentida ni confirmada por la compañía.

El diario publicaba el mismo día un editorial titulado “El despertar de los enajenados”, en alusión al ministro de Economía, Mohamed Boussaid. El texto afirmaba: “Los enajenados son los que confían en las promesas de las reformas, la regeneración y el desarrollo. Señor ministro de Economía, tiene usted que escuchar a los enajenados. Todos somos enajenados”. Fuenteovejuna en Marruecos. Y a dos semanas del inicio de ramadán, fecha en la que se dispara el consumo.

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