El Bayern pierde la Copa con el Eintracht tras un lío de VAR
Los de Frankfurt amargaron la despedida de Heynckes en un partido con final polémico. Un doblete de Rebic y un gol de Mijat pudieron al de Lewandowski.
José Carlos Menzel
As
Jupp Heynckes no se olvidará de Ante Rebic. El ariete croata del Eintracht fue la pesadilla en la noche que apuntaba a ser la despedida perfecta para el mítico entrenador del Bayern. Pero no. Apareció Rebic en la finalísima de la Pokal alemana y le aguó la fiesta a los muniqueses con un doblete que llevó al conjunto de Niko Kovac, sucesor de Don Jupp en el banquillo bávaro, a derrotar al Bayern por 3-1. Un doblete para la historia hessiana. Un doblete para derrotar al todopoderoso Bayern. Un doblete para la quinta Copa en las vitrinas del Eintracht.
Se veía venir. Saltó enchufadísimo el Frankfurt al césped del Olímpico de Berlín. Tirando de caracter y entrega, el octavo clasificado de la Budesliga logró hacerse con el esférico en los primeros compases de juego y metió a los de Heynckes en su área. Aun así, la primera la tuvieron los muniqueses. Lewy mandó un libre directo al travesaño, pero acto seguido Rebic silenció a la hinchada rojiblanca por primera vez. Le robó la cartera a James y no perdonó tras recibir un pase en profundidad de Boateng, batiendo a Ulreich con un disparo ajustado al palo. Fue la merecida recompensa para los de Kovac, que no perdieron el orden y la firmeza en toda la primera mitad.
Tuvo que subir una marcha el campeón y así fue. Thiago entró en escena, movió los hilos en la zona de creación y el Bayern empezó a sentirse a gusto. Müller, Kimmich y Javi Martínez pudieron poner las tablas, pero Hradecky andaba fino. Contra el primer disparo de Lewandowski no pudo hacer nada. El polaco enchufó un centro de Kimmich que subió el empate al luminoso berlinés. A partir de ahí, todo fue Bayern. Todo menos un contraataque del Frankfurt en el 82'. Rebic, otra vez Rebic, fue más rápido que todos y batió a Ulreich. La cosa no quedó ahí. El colegiado acudió al VAR por un posible penalti en el último minuto y terminó señalando córner. Subió Ulreich, pero Gacinovic se hizo con el cuero y firmó la goleada a puerta vacía.
José Carlos Menzel
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Jupp Heynckes no se olvidará de Ante Rebic. El ariete croata del Eintracht fue la pesadilla en la noche que apuntaba a ser la despedida perfecta para el mítico entrenador del Bayern. Pero no. Apareció Rebic en la finalísima de la Pokal alemana y le aguó la fiesta a los muniqueses con un doblete que llevó al conjunto de Niko Kovac, sucesor de Don Jupp en el banquillo bávaro, a derrotar al Bayern por 3-1. Un doblete para la historia hessiana. Un doblete para derrotar al todopoderoso Bayern. Un doblete para la quinta Copa en las vitrinas del Eintracht.
Se veía venir. Saltó enchufadísimo el Frankfurt al césped del Olímpico de Berlín. Tirando de caracter y entrega, el octavo clasificado de la Budesliga logró hacerse con el esférico en los primeros compases de juego y metió a los de Heynckes en su área. Aun así, la primera la tuvieron los muniqueses. Lewy mandó un libre directo al travesaño, pero acto seguido Rebic silenció a la hinchada rojiblanca por primera vez. Le robó la cartera a James y no perdonó tras recibir un pase en profundidad de Boateng, batiendo a Ulreich con un disparo ajustado al palo. Fue la merecida recompensa para los de Kovac, que no perdieron el orden y la firmeza en toda la primera mitad.
Tuvo que subir una marcha el campeón y así fue. Thiago entró en escena, movió los hilos en la zona de creación y el Bayern empezó a sentirse a gusto. Müller, Kimmich y Javi Martínez pudieron poner las tablas, pero Hradecky andaba fino. Contra el primer disparo de Lewandowski no pudo hacer nada. El polaco enchufó un centro de Kimmich que subió el empate al luminoso berlinés. A partir de ahí, todo fue Bayern. Todo menos un contraataque del Frankfurt en el 82'. Rebic, otra vez Rebic, fue más rápido que todos y batió a Ulreich. La cosa no quedó ahí. El colegiado acudió al VAR por un posible penalti en el último minuto y terminó señalando córner. Subió Ulreich, pero Gacinovic se hizo con el cuero y firmó la goleada a puerta vacía.