EL ANÁLISIS / McLaren: lo que ha mejorado y empeorado tras seis carreras

La fiabilidad ya no es un problema y su situación económica es diferente con nuevos inversores, pero los tres grandes de la F1 siguen demasiado lejos.

Jesús Balseiro
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McLaren escogió tarde cambiar de motor antes de que comenzara la temporada 2018 y eso implicaba un retraso en su desarrollo, más o menos importante, con una consecuencia: el peor nivel del coche de Woking debía verse en el GP de Australia y a partir de entonces todo tendrían que ser pasos adelante mientras se comprendiera mejor el motor Renault y se maximizaran sus puntos fuertes, si los tiene. Durante las seis primeras carreras de McLaren hay progresos, pero los resultados de Alonso en los domingos también han maquillado los estancamientos y algún paso atrás.


Lo que mejora:

Fiabilidad: aunque esté muy reciente el abandono de Alonso por culpa de la caja de cambios en Mónaco, la fiabilidad ya no es una asignatura pendiente para McLaren en comparación con los tiempos de Honda. El asturiano había puntuado en las cinco primeras carreras y no había tenido grandes sustos durante los entrenamientos de los grandes premios. Vandoorne no terminó la carrera en Barcelona también por la caja de cambios, pero no hay que olvidar lo que sucedió durante los tres años anteriores y muy especialmente en 2017...

Ritmo a una vuelta: poco a poco, hay progresos. En los primeros grandes premios de la temporada McLaren no tenía opciones de entrar en la Q3 e incluso sufría para superar la Q1. Ahora sí pueden llegar a la fase final de la clasificación con ciertas garantías e imponerse a rivales directos como Renault, Force India y en ocasiones Toro Rosso y Haas.

Situación económica: han llegado varios patrocinadores durante la temporada y también un importante inversor canadiense, Latifi, que refuerza los presupuestos de la empresa después de la salida de Honda. Falta un patrocinador principal, ese hueco sigue esperando aunque Zak Brown no deje de trabajar para ocuparlo con una marca de renombre.

Lo que no mejora:

Aerodinámica y chasis. Su capacidad para incorporar mejoras es importante y, visto desde fuera, los cambios en el aspecto del MCL33 son reseñables. Un nuevo morro desde Barcelona, modificaciones en los laterales ya en Bahréin y China y la sensación de que el programa de actualizaciones será constante durante al menos la primera mitad de la temporada. Pero ese paso adelante para acercarse a Red Bull todavía no se ha producido.

Vandoorne. Primeras seis carreras planas para el piloto belga, que tiene mucho talento (fue campeón de la GP2 en 2015 y puntuó en su primera carrera de F1, en 2016). Este año suma ocho puntos por los 32 que ha conseguido Alonso y es una diferencia enorme, una de las más grandes entre compañeros de la actual parrilla. En clasificación, 6-0 a favor del asturiano.

El motor Renault. Habrá que ver qué novedades trae la fábrica francesa para el GP de Canadá, en el que puede llegar su primera gran actualización. De momento Vandoorne sólo ha utilizado un motor (y dos centralitas), igual que Alonso, aunque el asturiano sí ha montado un segundo turbo de los tres disponibles para la temporada.
Lo que empeora:

Desventaja con respecto a los tres equipos punteros. Es cierto que de Abu Dhabi 2017 a Australia 2018 hubo un paso adelante muy importante para McLaren. En Melbourne, este año, su vuelta rápida en carrera quedó a un segundo del mejor del día, que fue de Ricciardo. Esa diferencia en Montmeló fue de 2.2 segundos y en Mónaco, de 2.7. Y aunque en este caso no pudo rodar al final de la carrera, Vandoorne, que sí lo hizo, sólo se quedó a 2.6 del crono de Verstappen con el mismo motor. Mercedes, Ferrari y Red Bull están muy igualados entre ellos y muy lejos de McLaren. Y si el objetivo de Woking es aspirar a lo que consigue el equipo energético...

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