Dembélé llega a tiempo para reivindicarse en el Camp Nou
Barcelona, AS
Un doblete y una asistencia fueron sus datos más relevantes ante el Villarreal, pero en los 21 partidos que disputó, asistió a sus compañeros en siete veces e hizo cuatro goles.
No ha sido una temporada sencilla para Ousmane Dembélé. Hace un año contactó con Robert Fernández, secretario técnico del club, que ya quiso traerlo al Barcelona en agosto de 2016. Entonces, el joven jugador francés no vio claro eso de compartir aventuras con Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar, por lo que declinó la posibilidad. Ayer, en el Camp Nou y tras un curso cargado de dudas, derivadas de las lesiones y la falta de confianza, el Mosquito levantó el vuelo, afiló el aguijón y se dio su primer atracón en azulgrana.
Lesionado en Getafe, a finales de septiembre, el extremo tuvo que aclimatarse a una vida complicada en Barcelona. El Barça se preocupó en que no le faltara de nada. 20 años son muy pocos para un jugador perfilado para ser una estrella, aunque con el riesgo que mal llevado cabía la posibilidad de que descarrilara. No sería el primer caso. Dembélé siempre tuvo el apoyo de los técnicos y sus pilares en el vestuario fueron Samuel Umtiti y Lucas Digne, que con él estarán en el Mundial de Rusia. Con Lionel Messi como ídolo, a Ousmane le quisieron cargar la responsabilidad de ser el ‘nuevo Neymar’, algo de lo que siempre él huyó, aunque nunca se le escuchó decir nada públicamente.
Ernesto Valverde lo quiere sí o sí para la próxima temporada. Nada de cesiones ni operaciones que pudieran apartarlo del Barça. Los técnicos en la Ciutat Esportiva lo tienen muy claro. “Tiene que hacer una pretemporada entera con nosotros y que vaya entendiendo poco a poco qué se quiere de él”, decían hace unas semanas. Tras el partido de ayer parece que el futbolista se ha puesto, al menos, una pila.
Un doblete y una asistencia son los datos más relevantes de Dembélé ante el Villarreal, pero en los 21 partidos que disputó, el francés asistió a sus compañeros en siete veces e hizo cuatro goles. Pero hay más. En su mejor choque desde que llegó, el extremo, que demostró tener una velocidad tremenda, el francés acertó 38 pases de los 42 que dio a sus compañeros, recuperó cuatro balones y le salieron la mitad de los regates, siete de 14 que intentó. En abril de 2016, aún jugando en el Rennes, logró anotar su último doblete, algo que le gusta, pero que sabe que en el Camp Nou, dada la competencia, es más que complicado.
Un doblete y una asistencia fueron sus datos más relevantes ante el Villarreal, pero en los 21 partidos que disputó, asistió a sus compañeros en siete veces e hizo cuatro goles.
No ha sido una temporada sencilla para Ousmane Dembélé. Hace un año contactó con Robert Fernández, secretario técnico del club, que ya quiso traerlo al Barcelona en agosto de 2016. Entonces, el joven jugador francés no vio claro eso de compartir aventuras con Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar, por lo que declinó la posibilidad. Ayer, en el Camp Nou y tras un curso cargado de dudas, derivadas de las lesiones y la falta de confianza, el Mosquito levantó el vuelo, afiló el aguijón y se dio su primer atracón en azulgrana.
Lesionado en Getafe, a finales de septiembre, el extremo tuvo que aclimatarse a una vida complicada en Barcelona. El Barça se preocupó en que no le faltara de nada. 20 años son muy pocos para un jugador perfilado para ser una estrella, aunque con el riesgo que mal llevado cabía la posibilidad de que descarrilara. No sería el primer caso. Dembélé siempre tuvo el apoyo de los técnicos y sus pilares en el vestuario fueron Samuel Umtiti y Lucas Digne, que con él estarán en el Mundial de Rusia. Con Lionel Messi como ídolo, a Ousmane le quisieron cargar la responsabilidad de ser el ‘nuevo Neymar’, algo de lo que siempre él huyó, aunque nunca se le escuchó decir nada públicamente.
Ernesto Valverde lo quiere sí o sí para la próxima temporada. Nada de cesiones ni operaciones que pudieran apartarlo del Barça. Los técnicos en la Ciutat Esportiva lo tienen muy claro. “Tiene que hacer una pretemporada entera con nosotros y que vaya entendiendo poco a poco qué se quiere de él”, decían hace unas semanas. Tras el partido de ayer parece que el futbolista se ha puesto, al menos, una pila.
Un doblete y una asistencia son los datos más relevantes de Dembélé ante el Villarreal, pero en los 21 partidos que disputó, el francés asistió a sus compañeros en siete veces e hizo cuatro goles. Pero hay más. En su mejor choque desde que llegó, el extremo, que demostró tener una velocidad tremenda, el francés acertó 38 pases de los 42 que dio a sus compañeros, recuperó cuatro balones y le salieron la mitad de los regates, siete de 14 que intentó. En abril de 2016, aún jugando en el Rennes, logró anotar su último doblete, algo que le gusta, pero que sabe que en el Camp Nou, dada la competencia, es más que complicado.