Corea del Norte comienza a desmantelar su silo nuclear
Imágenes por satélite de la base de pruebas de Punggye-ri muestran que parte del complejo ha sido destruido
Xavier Fontdeglòria
Pekín, El País
Un último análisis de las imágenes por satélite tomadas sobre la base de pruebas atómicas de Corea del Norte muestra “una primera prueba definitiva” de que el régimen está desmantelando el sitio. Así lo consideran expertos de la página especializada 38North a raíz del material obtenido el pasado día 7 de mayo, aproximadamente una semana después de que Kim Jong-un anunciara el cierre de la base donde se han llevado a cabo seis ensayos nucleares.
La comparación entre las instantáneas del 20 de abril y 7 de mayo arroja diferencias sustanciales. Los analistas de 38North observaron que varios “edificios clave” del complejo de Punggye-ri fueron derruidos durante esos 15 días, además de otras construcciones secundarias. En varias de las entradas de los túneles subterráneos han desaparecido también los raíles que los conectaban con los depósitos de residuos derivados de las excavaciones. Otros edificios permanecen intactos, incluidos el centro de control y el área administrativa, aunque no se observan vehículos ni la presencia de personal civil o militar.
Estos cambios significativos muestran que el desmantelamiento del complejo, situado en un área montañosa en el noreste del país, “está muy avanzado”, según este análisis. Los investigadores observan también que ninguna de las entradas de los túneles aún operativos ha sido cerrada de forma permanente, algo que podría dejarse para finales de mes. Entonces, entre el 23 y el 25 de mayo, se realizará una ceremonia en la que “se volarán los túneles del campo de pruebas y se bloquearán completamente sus entradas”, según anunció el Ministerio de Exteriores norcoreano. En este proceso están invitados periodistas internacionales, pero no inspectores nucleares.
El cierre oficial de Punggye-ri llegará pocas semanas antes de que Kim Jong-un se reúna con el presidente estadounidense, Donald Trump, el 12 de junio en Singapur. Si bien este gesto del régimen se toma como un indicio de buena voluntad ante las negociaciones, el líder norcoreano ha asegurado que la fuerza nuclear de su país “está completa” y que, por lo tanto, ya no necesita este silo nuclear. Otros especulan simplemente con que la base quedó inutilizada tras la última y más potente prueba nuclear del pasado septiembre.
La administración Trump sostiene que solamente negociará con Corea del Norte “el desmantelamiento completo, verificable e irreversible” de su programa nuclear, algo a lo que el régimen siempre se ha negado al considerarlo esencial para su supervivencia. El desmantelamiento del campo de pruebas puede mostrar el deseo de no seguir con los ensayos, pero no implica que el país esté dispuesto a entregar su arsenal nuclear. Tras el último pacto entre Corea del Norte y Estados Unidos, Pyongyang destruyó en 2007 la torre de refrigeración de la central nuclear de Yongbyon, donde se ha fabricado el plutonio para sus bombas. Cuando el acuerdo descarriló, el país tardó pocos años en modernizar la instalación y volver a activar su principal reactor nuclear.
El 27 de abril Kim Jong-un se comprometió a dar pasos para lograr la desnuclearización de la península coreana durante la cumbre histórica que mantuvo con el presidente surcoreano, Moon Jae-in. Ambos países, en pleno proceso de deshielo de sus relaciones bilaterales, se reunirán de nuevo este miércoles en la frontera para hacer un seguimiento y desarrollar algunos de los puntos que acordados. Entre ellos está el compromiso de detener los actos hostiles en ambos lados de la frontera, abrir una oficina conjunta en la ciudad fronteriza de Kaesong (en Corea del Norte), establecer vías de cooperación económica o preparar la siguiente reunión de familias separadas por la Guerra de Corea, informa la agencia surcoreana Yonhap.
Xavier Fontdeglòria
Pekín, El País
Un último análisis de las imágenes por satélite tomadas sobre la base de pruebas atómicas de Corea del Norte muestra “una primera prueba definitiva” de que el régimen está desmantelando el sitio. Así lo consideran expertos de la página especializada 38North a raíz del material obtenido el pasado día 7 de mayo, aproximadamente una semana después de que Kim Jong-un anunciara el cierre de la base donde se han llevado a cabo seis ensayos nucleares.
La comparación entre las instantáneas del 20 de abril y 7 de mayo arroja diferencias sustanciales. Los analistas de 38North observaron que varios “edificios clave” del complejo de Punggye-ri fueron derruidos durante esos 15 días, además de otras construcciones secundarias. En varias de las entradas de los túneles subterráneos han desaparecido también los raíles que los conectaban con los depósitos de residuos derivados de las excavaciones. Otros edificios permanecen intactos, incluidos el centro de control y el área administrativa, aunque no se observan vehículos ni la presencia de personal civil o militar.
Estos cambios significativos muestran que el desmantelamiento del complejo, situado en un área montañosa en el noreste del país, “está muy avanzado”, según este análisis. Los investigadores observan también que ninguna de las entradas de los túneles aún operativos ha sido cerrada de forma permanente, algo que podría dejarse para finales de mes. Entonces, entre el 23 y el 25 de mayo, se realizará una ceremonia en la que “se volarán los túneles del campo de pruebas y se bloquearán completamente sus entradas”, según anunció el Ministerio de Exteriores norcoreano. En este proceso están invitados periodistas internacionales, pero no inspectores nucleares.
El cierre oficial de Punggye-ri llegará pocas semanas antes de que Kim Jong-un se reúna con el presidente estadounidense, Donald Trump, el 12 de junio en Singapur. Si bien este gesto del régimen se toma como un indicio de buena voluntad ante las negociaciones, el líder norcoreano ha asegurado que la fuerza nuclear de su país “está completa” y que, por lo tanto, ya no necesita este silo nuclear. Otros especulan simplemente con que la base quedó inutilizada tras la última y más potente prueba nuclear del pasado septiembre.
La administración Trump sostiene que solamente negociará con Corea del Norte “el desmantelamiento completo, verificable e irreversible” de su programa nuclear, algo a lo que el régimen siempre se ha negado al considerarlo esencial para su supervivencia. El desmantelamiento del campo de pruebas puede mostrar el deseo de no seguir con los ensayos, pero no implica que el país esté dispuesto a entregar su arsenal nuclear. Tras el último pacto entre Corea del Norte y Estados Unidos, Pyongyang destruyó en 2007 la torre de refrigeración de la central nuclear de Yongbyon, donde se ha fabricado el plutonio para sus bombas. Cuando el acuerdo descarriló, el país tardó pocos años en modernizar la instalación y volver a activar su principal reactor nuclear.
El 27 de abril Kim Jong-un se comprometió a dar pasos para lograr la desnuclearización de la península coreana durante la cumbre histórica que mantuvo con el presidente surcoreano, Moon Jae-in. Ambos países, en pleno proceso de deshielo de sus relaciones bilaterales, se reunirán de nuevo este miércoles en la frontera para hacer un seguimiento y desarrollar algunos de los puntos que acordados. Entre ellos está el compromiso de detener los actos hostiles en ambos lados de la frontera, abrir una oficina conjunta en la ciudad fronteriza de Kaesong (en Corea del Norte), establecer vías de cooperación económica o preparar la siguiente reunión de familias separadas por la Guerra de Corea, informa la agencia surcoreana Yonhap.