Al Barça de Messi le sobra la Copa y le falta la Champions
La victoria del Real Madrid en Kiev relativiza el doblete azulgrana. La solución está en que coincidan las necesidades del 10 con lo que necesita el equipo
Ramon Besa
Barcelona, El País
Al barcelonismo le duele el éxito del Real Madrid, 13 veces campeón de Europa desde su victoria en la final de Kiev, triunfo que de alguna manera relativiza el doblete azulgrana alcanzado con Ernesto Valverde en el banquillo del Camp Nou. A la directiva que preside Josep Maria Bartomeu le cuesta interpretar y contextualizar el balance de la temporada, seguramente porque es poco dada a la autocrítica y no da con un diagnóstico, condicionada por la ausencia de un liderazgo deportivo después de los cambios habidos en el organigrama técnico.
El despido de Andoni Zubizarreta, sucesor de Txiki Begiristaín, provocó una situación de una cierta interinidad hasta que Pep Segura fue confirmado en el cargo mientras se espera conocer todavía cuál será el futuro de Robert Fernández. La prioridad de Bartomeu, que prefiere despachar con ejecutivos, es contentar a Leo Messi. El mandato del presidente y el contrato del jugador acaban en 2021. Hasta entonces, sin embargo, no se sabe muy bien cómo dar vuelo al 10 para competir también en Europa.
A falta de una auditoria interna, o al menos de un análisis que haya trascendido, se imponen opiniones de figuras vinculadas con el Barça. El último y más trascendente ha sido el excapitán Carles Puyol, quien el sábado escribió un tuit que todavía escuece en las oficinas del Camp Nou: “Enhorabuena madridistas. 4 Champions en 5 años con uno de los mejores Barça de la historia… tenemos que reflexionar en las prioridades”. La propuesta ha provocado tanta discusión que ha sido desarrollada por el propio Puyol.
El excentral internacional emplazó ayer incluso a los aficionados y a la prensa a profundizar en la cuestión en unas declaraciones a La Vanguardia. Puyol es partidario de apostar por la Champions y la Liga y relativizar la Copa porque “quita mucha energía”, afirma el exjugador del Barcelona. Puyol afirma que siente “rabia” porque está convencido: “Tenemos mejor equipo que el Madrid. Tenemos un equipazo y tenemos a Leo. La Champions marca mucho a nivel global y también en la designación del Balón de Oro. Messi debe explotar su talento sobre todo en la Liga y en Europa”.
Y, después de insistir en que se está “perdiendo una gran oportunidad”, matiza: “Para nada ataco a la directiva ni a Valverde. El Barça ha hecho una gran temporada. Lo que hago es abrir un debate bate sobre nuestras prioridades”, después de considerar que aspirar al triplete distorsiona los objetivos del Barcelona.
La regularidad azulgrana en la Copa, protagonista de las últimas cinco finales y campeón en cuatro, es paralela curiosamente a la del Madrid en la Champions, finalista y ganador en cuatro sobre cinco, campeón de las tres últimas —el Barça solo ha podido ser cuartofinalista en el mismo periodo con la excepción de 2015, campeón en Berlín—.
El éxito europeo del Madrid relativiza de alguna manera el doblete azulgrana
El barcelonismo estimaba que en la época de Messi podría reducir la diferencia que le saca el Madrid en la Copa de Europa desde la época de Di Stéfano. A día de hoy, sin embargo, ambos han ganado cuatro títulos, de manera que se mantiene la distancia que se dio antes del debut del 10: ocho (13 frente a cinco). Cristiano Ronaldo, por lo demás, suma un trofeo más que Messi (cinco contra cuatro) porque fue campeón con el United.
No ocurre lo mismo, en cambio, en la Liga, torneo en el que el Barça se ha acercado al palmarés del Madrid: 33 campeonatos ante 25 después que los azulgrana hayan ganado siete de los últimos 10 —nueve si se toma como referencia el estreno de Messi— por dos del Madrid. La ventaja azulgrana es en cambio manifiesta desde hace tiempo en la Copa: 30 a 19.
Puyol invita ahora a que la Copa la jueguen los menos habituales y los más jóvenes para “estar a tope para la Champions”. No está demostrado, sin embargo, que evitar el desgaste en la Copa suponga automáticamente mejorar el rendimiento en la Copa de Europa. La mayoría de barcelonistas coinciden, en cualquier caso, en que las últimas directivas no han conseguido montar el equipo que necesita Messi para ganar la Champions. Todavía retumba en el Camp Nou la advertencia de Guardiola en su despedida azulgrana cuando condicionó el éxito del Barça a tener contento al 10. Luis Enrique consiguió en 2015 repetir el triplete de 2009.
El plantel barcelonista, sin embargo, se estancó a partir de Berlín y la duda a día de hoy es si lo que le va bien al 10 es también lo que le conviene al Barcelona. El equipo ha perdido tensión competitiva, entregado a 10 titulares que apenas tienen competencia en los fichajes y en La Masia. A pesar de no fichar galácticos desde 2014 con la llegada de James, el Madrid ha armado por el contrario una amplia y diversa plantilla como se advirtió en Kiev con Bale y Asensio. Algunos analistas coinciden en que simplificar la cuestión en las necesidades de Messi abona la confusión y no ayuda a resolver el problema de la Champions. Nadie discute la condición de número 1 del rosarino sino que la dificultad está en definir qué posición debe ocupar para saber quién le debe acompañar a fin de reinar en Europa.
Ramon Besa
Barcelona, El País
Al barcelonismo le duele el éxito del Real Madrid, 13 veces campeón de Europa desde su victoria en la final de Kiev, triunfo que de alguna manera relativiza el doblete azulgrana alcanzado con Ernesto Valverde en el banquillo del Camp Nou. A la directiva que preside Josep Maria Bartomeu le cuesta interpretar y contextualizar el balance de la temporada, seguramente porque es poco dada a la autocrítica y no da con un diagnóstico, condicionada por la ausencia de un liderazgo deportivo después de los cambios habidos en el organigrama técnico.
El despido de Andoni Zubizarreta, sucesor de Txiki Begiristaín, provocó una situación de una cierta interinidad hasta que Pep Segura fue confirmado en el cargo mientras se espera conocer todavía cuál será el futuro de Robert Fernández. La prioridad de Bartomeu, que prefiere despachar con ejecutivos, es contentar a Leo Messi. El mandato del presidente y el contrato del jugador acaban en 2021. Hasta entonces, sin embargo, no se sabe muy bien cómo dar vuelo al 10 para competir también en Europa.
A falta de una auditoria interna, o al menos de un análisis que haya trascendido, se imponen opiniones de figuras vinculadas con el Barça. El último y más trascendente ha sido el excapitán Carles Puyol, quien el sábado escribió un tuit que todavía escuece en las oficinas del Camp Nou: “Enhorabuena madridistas. 4 Champions en 5 años con uno de los mejores Barça de la historia… tenemos que reflexionar en las prioridades”. La propuesta ha provocado tanta discusión que ha sido desarrollada por el propio Puyol.
El excentral internacional emplazó ayer incluso a los aficionados y a la prensa a profundizar en la cuestión en unas declaraciones a La Vanguardia. Puyol es partidario de apostar por la Champions y la Liga y relativizar la Copa porque “quita mucha energía”, afirma el exjugador del Barcelona. Puyol afirma que siente “rabia” porque está convencido: “Tenemos mejor equipo que el Madrid. Tenemos un equipazo y tenemos a Leo. La Champions marca mucho a nivel global y también en la designación del Balón de Oro. Messi debe explotar su talento sobre todo en la Liga y en Europa”.
Y, después de insistir en que se está “perdiendo una gran oportunidad”, matiza: “Para nada ataco a la directiva ni a Valverde. El Barça ha hecho una gran temporada. Lo que hago es abrir un debate bate sobre nuestras prioridades”, después de considerar que aspirar al triplete distorsiona los objetivos del Barcelona.
La regularidad azulgrana en la Copa, protagonista de las últimas cinco finales y campeón en cuatro, es paralela curiosamente a la del Madrid en la Champions, finalista y ganador en cuatro sobre cinco, campeón de las tres últimas —el Barça solo ha podido ser cuartofinalista en el mismo periodo con la excepción de 2015, campeón en Berlín—.
El éxito europeo del Madrid relativiza de alguna manera el doblete azulgrana
El barcelonismo estimaba que en la época de Messi podría reducir la diferencia que le saca el Madrid en la Copa de Europa desde la época de Di Stéfano. A día de hoy, sin embargo, ambos han ganado cuatro títulos, de manera que se mantiene la distancia que se dio antes del debut del 10: ocho (13 frente a cinco). Cristiano Ronaldo, por lo demás, suma un trofeo más que Messi (cinco contra cuatro) porque fue campeón con el United.
No ocurre lo mismo, en cambio, en la Liga, torneo en el que el Barça se ha acercado al palmarés del Madrid: 33 campeonatos ante 25 después que los azulgrana hayan ganado siete de los últimos 10 —nueve si se toma como referencia el estreno de Messi— por dos del Madrid. La ventaja azulgrana es en cambio manifiesta desde hace tiempo en la Copa: 30 a 19.
Puyol invita ahora a que la Copa la jueguen los menos habituales y los más jóvenes para “estar a tope para la Champions”. No está demostrado, sin embargo, que evitar el desgaste en la Copa suponga automáticamente mejorar el rendimiento en la Copa de Europa. La mayoría de barcelonistas coinciden, en cualquier caso, en que las últimas directivas no han conseguido montar el equipo que necesita Messi para ganar la Champions. Todavía retumba en el Camp Nou la advertencia de Guardiola en su despedida azulgrana cuando condicionó el éxito del Barça a tener contento al 10. Luis Enrique consiguió en 2015 repetir el triplete de 2009.
El plantel barcelonista, sin embargo, se estancó a partir de Berlín y la duda a día de hoy es si lo que le va bien al 10 es también lo que le conviene al Barcelona. El equipo ha perdido tensión competitiva, entregado a 10 titulares que apenas tienen competencia en los fichajes y en La Masia. A pesar de no fichar galácticos desde 2014 con la llegada de James, el Madrid ha armado por el contrario una amplia y diversa plantilla como se advirtió en Kiev con Bale y Asensio. Algunos analistas coinciden en que simplificar la cuestión en las necesidades de Messi abona la confusión y no ayuda a resolver el problema de la Champions. Nadie discute la condición de número 1 del rosarino sino que la dificultad está en definir qué posición debe ocupar para saber quién le debe acompañar a fin de reinar en Europa.