Temperley consiguió un empate agónico que lo ayuda a soñar
Igualó 2-2 con Lanús en la última jugada del partido con un penal de Brandán, autor del primero.
Clarín
En su casa, en el estadio Alfredo Beranger, Temperley dejó sus últimas gotas de sudor. Allí, se puso en ventaja sobre Lanús, un triunfo que lo ayudaba a seguir en Primera por al menos una fecha más. Aunque el Granate lo dio vuelta, el Gasolero consiguió un penal en la última jugada que lo invita todavía a soñar.
En su mejor momento, cuando casi rompe el cero en el marcador con un cabezazo de Belmonte que se fue cerca, Lanús se quedó con un hombre menos y un tiro libre que sería letal. El protagonista de ambas situaciones fue Fernando Brandán.
El 7 del Gasolero provocó las faltas de las dos amarillas que recibió Enzo Ortiz y por las que se fue expulsado. Luego, el delantero puso su pie para poner en ventaja a Temperley, que con el triunfo mantenía la categoría al menos por una fecha más.
Sin embargo, esa ilusión no duró ni diez minutos. A los 43, el arquero Ayala le cometió una infracción en el área a Belmonte y Tello no dudó en sancionar el penal que Vides cambió por gol.
Todo se complicó aún más para el Gasolero en el arranque del segundo tiempo. Un centro desde la derecha de Vides encontró a Lautaro Acosta, quien no desaprovechó su chance para dar vuelta el marcador.
Lanús pudo haber sentenciado el partido poco antes del final, cuando Denis ingresó y quedó solo contra el arco, pero un rival llegó con lo justo a sacar la pelota.
Temperley también lo intentó hasta el final y Brandán buscó en todo momento conseguir una falta que ayudara a su equipo a encontrar el empate. Y, a los 47 minutos, ese penal llegó. Una mano de Denis que solo vio Tello derivó en la pena máxima y la roja del delantero. Brandán, cómo no, lo cambió por gol y le dio el empate a su equipo.
Con este resultado, Temperley deberá esperar. Necesitaba que Vélez no le ganara a Colón pero el partido se suspendió por incidentes y todavía no hay definiciones. También estará atento a lo que ocurra el lunes con Patronato y esperar que no saque puntos de su visita a Arsenal.
Clarín
En su casa, en el estadio Alfredo Beranger, Temperley dejó sus últimas gotas de sudor. Allí, se puso en ventaja sobre Lanús, un triunfo que lo ayudaba a seguir en Primera por al menos una fecha más. Aunque el Granate lo dio vuelta, el Gasolero consiguió un penal en la última jugada que lo invita todavía a soñar.
En su mejor momento, cuando casi rompe el cero en el marcador con un cabezazo de Belmonte que se fue cerca, Lanús se quedó con un hombre menos y un tiro libre que sería letal. El protagonista de ambas situaciones fue Fernando Brandán.
El 7 del Gasolero provocó las faltas de las dos amarillas que recibió Enzo Ortiz y por las que se fue expulsado. Luego, el delantero puso su pie para poner en ventaja a Temperley, que con el triunfo mantenía la categoría al menos por una fecha más.
Sin embargo, esa ilusión no duró ni diez minutos. A los 43, el arquero Ayala le cometió una infracción en el área a Belmonte y Tello no dudó en sancionar el penal que Vides cambió por gol.
Todo se complicó aún más para el Gasolero en el arranque del segundo tiempo. Un centro desde la derecha de Vides encontró a Lautaro Acosta, quien no desaprovechó su chance para dar vuelta el marcador.
Lanús pudo haber sentenciado el partido poco antes del final, cuando Denis ingresó y quedó solo contra el arco, pero un rival llegó con lo justo a sacar la pelota.
Temperley también lo intentó hasta el final y Brandán buscó en todo momento conseguir una falta que ayudara a su equipo a encontrar el empate. Y, a los 47 minutos, ese penal llegó. Una mano de Denis que solo vio Tello derivó en la pena máxima y la roja del delantero. Brandán, cómo no, lo cambió por gol y le dio el empate a su equipo.
Con este resultado, Temperley deberá esperar. Necesitaba que Vélez no le ganara a Colón pero el partido se suspendió por incidentes y todavía no hay definiciones. También estará atento a lo que ocurra el lunes con Patronato y esperar que no saque puntos de su visita a Arsenal.