Ocho policías muertos en un ataque con explosivos en el noroeste de Colombia

En la zona del suceso, San Pedro de Urabá, opera la mayor banda armada de narcotráfico del país, el Clan del Golfo

Agencias
Santiago Torrado
Bogotá
Al menos ocho policías colombianos han muerto este miércoles en una emboscada con explosivos en San Pedro de Urabá, en el departamento de Antioquia, en el noroeste de este país sudamericano, un importante corredor para el tráfico ilegal donde opera la mayor banda armada de narcotráfico de Colombia, el Clan del Golfo, a la que las autoridades atribuyeron el ataque. Los agentes escoltaban a funcionarios de la Unidad Nacional de Restitución de Tierras, encargados de devolver parcelas a campesinos despojados como consecuencia del conflicto con la guerrilla, cuando fueron alcanzados por la detonación de un artefacto cerca del caserío de El Tomate.


Durante el ataque “fueron neutralizados tres terroristas del Clan del Golfo”, manifestó el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas. “Esta clase de acciones lo que hacen es renovar nuestra decisión”, señaló. Los fallecidos son el subintendente Fabio Sarmiento y los patrulleros Never Alfonso Sierra Franco, John Jairo González Cardona, José David Pérez Hernández, Darlin Rodríguez Sarabia, Jorge Pacheco Solano, Giovanny Rodríguez Castaño y José Alejandro Sade Ballesteros. Además, un vehículo policial también se ha visto afectado por el estallido.

El presidente Juan Manuel Santos rechazó el ataque, que calificó de "cobarde", y expresó su solidaridad para las familias de los fallecidos, mientras el Ejército y la Policía han puesto en marcha una operación en zonas rurales y urbanas de San Pedro de Urabá en busca de los responsables.

El Clan del Golfo, que se hace llamar Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), nació tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en 2006 y se convirtió en la banda criminal más buscada del país, dedicada, sobre todo, al narcotráfico y la minería ilegal.

Las Fuerzas Armadas mantienen una intensa campaña contra el Clan del Golfo, y su máximo líder, Dairo Antonio Úsuga, alias 'Otoniel', es el hombre más buscado en Colombia, por el que Estados Unidos ofrece una recompensa de cinco millones de dólares. En operaciones militares han caído, entre otros, Roberto Vargas Gutiérrez, alias "Gavilán", segundo al mando de la banda, así como su sucesor Luis Orlando Padierna, alias "Inglaterra". Luego de dos años de intensa cacería policial, el brazo armado de la organización ha pasado de 4.000 hombres a menos de 2.000, de acuerdo con las autoridades. Sin embargo, si se suman los miembros subcontratados, puede superar las 3.000 personas.

El pasado noviembre, Santos anunció en la zona bananera de Urabá el mayor decomiso de droga en una sola operación en la historia de Colombia: 12 toneladas de cocaína valoradas en 360 millones de dólares, un cargamento que pertenecía a Otoniel. El capo ha ofrecido su sometimiento a las autoridades en varias ocasiones, sin concretar esa oferta, y anunció en diciembre un cese al fuego unilateral sin fecha final definida.

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