Mineros hablan de un “atentado” en Huanuni
En una reunión de los trabajadores de Huanuni se llegó a la conclusión de que este hecho fue perpetrado por 'personas particulares' ajenas a los mineros.
Página Siete Digital / La Paz
Para algunos mineros, lo ocurrido en la mina de Huanuni es un “atentado” que tiene que ver con los denominados “jukus” (ladrones de minerales) que estarían detrás de la explosión en una volqueta que se dirigía a la mina y que dejó, al menos, siete muertos y más de una decena de heridos la madrugada de hoy.
Luego de la explosión, una reunión de los trabajadores mineros de Huanuni derivó en que este hecho tiene como responsables a “personas particulares” o “gente malintencionada” que puso el explosivo en la volqueta que llevaba a un grupo de mineros hasta la bocamina para la jornada de trabajo habitual, informó el minero Eddy Calle, exdirigente de los trabajadores mineros de Huanuni.
Entrevistado por radio Compañera, Calle explicó que ninguno de los mineros que iba en la volqueta llevaba explosivos, porque no pueden hacerlo y para obtener el material requieren hacer un trámite al interior de la empresa. A esto se suma, mencionó, que el transporte de la dinamita, el anfo y otros se hace aparte, no junto con el personal.
“Se ha quedado esta mañana en una reunión, una pequeña reunión que hemos tenido después del accidente, hemos llegado a la conclusión de que ha sido ocasionado por gente particular o por gente malintencionada que quería hacer daño, no sé si a la volqueta o a alguna persona”, comentó el exdirigente.
Mencionó que cree que este hecho se trata de un “atentado”, pues considera que fue ocasionado de manera intencional. “En 12 años no hemos tenido este tipo de accidentes”, enfatizó.
El exdirigente de Huanuni, Javier Kanchari, que ingresaba cerca de esa hora a su turno, en otro nivel, dijo que la volqueta llena de trabajadores se encontraba entre el nivel 200 y 240 cuando se produjo la explosión, que él califica como un “atentado” porque por seguridad ningún vehículo ingresa a interior mina con explosivos y obreros.
“Los trabajadores no llevan cada uno su material, sino que adentro hay un depósito de material explosivo y eso está lejos de donde se estaciona la volqueta, entonces qué material explosivo podría haber en la volqueta”, explicó, entrevistado por la ANF.
Indicó que hay horarios para ingresar material explosivo y “entra lleno (en el vehículo) para los diferentes niveles, por lo tanto hace pensar que es un atentado” y atribuyó el hecho a personas que se dedican al robo de mineral.
Por su lado, el secretario ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Orlando Gutiérrez, consideró que el problema que atañe no sólo a Huanuni, sino a varias empresas mineras es el jukeo, que al igual que el problema del contrabando, comparó, tiene una gran “organización criminal”.
“No podemos decir un simple accidente (en Huanuni), esto es algo grave. El jukeo es lo mismo en las minas, es una mafia organizada criminal, igual que el contrabando (…). No lo voy a catalogar como un simple accidente aún, hasta que no se hagan las pericias necesarias”, enfatizó entrevistado con radio Fedecomin.
Para algunos mineros, lo ocurrido en la mina de Huanuni es un “atentado” que tiene que ver con los denominados “jukus” (ladrones de minerales) que estarían detrás de la explosión en una volqueta que se dirigía a la mina y que dejó, al menos, siete muertos y más de una decena de heridos la madrugada de hoy.
Luego de la explosión, una reunión de los trabajadores mineros de Huanuni derivó en que este hecho tiene como responsables a “personas particulares” o “gente malintencionada” que puso el explosivo en la volqueta que llevaba a un grupo de mineros hasta la bocamina para la jornada de trabajo habitual, informó el minero Eddy Calle, exdirigente de los trabajadores mineros de Huanuni.
Entrevistado por radio Compañera, Calle explicó que ninguno de los mineros que iba en la volqueta llevaba explosivos, porque no pueden hacerlo y para obtener el material requieren hacer un trámite al interior de la empresa. A esto se suma, mencionó, que el transporte de la dinamita, el anfo y otros se hace aparte, no junto con el personal.
“Se ha quedado esta mañana en una reunión, una pequeña reunión que hemos tenido después del accidente, hemos llegado a la conclusión de que ha sido ocasionado por gente particular o por gente malintencionada que quería hacer daño, no sé si a la volqueta o a alguna persona”, comentó el exdirigente.
Mencionó que cree que este hecho se trata de un “atentado”, pues considera que fue ocasionado de manera intencional. “En 12 años no hemos tenido este tipo de accidentes”, enfatizó.
El exdirigente de Huanuni, Javier Kanchari, que ingresaba cerca de esa hora a su turno, en otro nivel, dijo que la volqueta llena de trabajadores se encontraba entre el nivel 200 y 240 cuando se produjo la explosión, que él califica como un “atentado” porque por seguridad ningún vehículo ingresa a interior mina con explosivos y obreros.
“Los trabajadores no llevan cada uno su material, sino que adentro hay un depósito de material explosivo y eso está lejos de donde se estaciona la volqueta, entonces qué material explosivo podría haber en la volqueta”, explicó, entrevistado por la ANF.
Indicó que hay horarios para ingresar material explosivo y “entra lleno (en el vehículo) para los diferentes niveles, por lo tanto hace pensar que es un atentado” y atribuyó el hecho a personas que se dedican al robo de mineral.
Por su lado, el secretario ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Orlando Gutiérrez, consideró que el problema que atañe no sólo a Huanuni, sino a varias empresas mineras es el jukeo, que al igual que el problema del contrabando, comparó, tiene una gran “organización criminal”.
“No podemos decir un simple accidente (en Huanuni), esto es algo grave. El jukeo es lo mismo en las minas, es una mafia organizada criminal, igual que el contrabando (…). No lo voy a catalogar como un simple accidente aún, hasta que no se hagan las pericias necesarias”, enfatizó entrevistado con radio Fedecomin.
