Messi cierra la Liga

El equipo de Valverde hizo los deberes en Riazor, gracias al gol de Coutinho y a otro hat-trick de Messi, y logra su 25ª Liga, la séptima en la última década. El Depor confirma su descenso a Segunda pese a su gran partido.


Santi Giménez
As
Selló el Barça su Liga número 25 ganando en Riazor por 2-4 en un partido que resume perfectamente la manera en la que el equipo blaugrana ha llegado a la gloria: el sufrimiento, el esfuerzo y Messi. El sufrimiento tiene un precio, el esfuerzo se paga, Messi, no. El argentino apareció al rescate cuando el Barcelona estaba a punto de perpetrar un Roma, o un Carranza en el año 90, cuando el equipo blaugrana quedó durante un buen rato a merced de un Deportivo que mandaba en el campo tras empatar un 0-2 con el que el Barça se puso de inicio. Pero como se decía en un famoso concurso, en vez de campana y se acabó, salió Leo para tocar y decir: Messi y se acabó. También se acabó para el Deportivo, que con este resultado, confirma su descenso matemático a Segunda, con la cabeza alta en su último acto.


El Barça es campeón con toda justicia, como no puede ser de otra manera en un equipo que cierra el campeonato a cuatro jornadas de final, pero por momentos, el equipo blaugrana estuvo a punto de recibir un buen susto de parte de un Deportivo orgulloso que se resistía a morir.

La primera sorpresa/decepción de la jornada fue ver como Iniesta se quedaba fuera del equipo titular a causa de las molestias causadas por un golpe recibido en la final de Copa. Iniesta espera que su segunda gran despedida sea en siete días en el Camp Nou en el Clásico y no quería correr riesgos. Jugó los últimos minutos siendo ovacionado por todo Riazor.

Sin el manchego, Coutinho lideró el juego blaugrana ante un Deportivo que quería como fuera acabar con la cabeza muy alta. El brasileño marcó un golazo tras pase de Demebélé a los siete minutos y ahí el Barça ya dio por hecho todo el trabajo, lo que fue aprovechado por el pundonor de un Deportivo que todo lo que perdía en los pases, lo ganaba en los duelos directos con un pundonor digno de elogio.

A los 16 minutos, Lucas Pérez marcó a la salida de un córner en el que la defensa barcelonista estuvo muy blandita, pero fue anulado por el colegiado al haberse logrado en claro fuera de juego.

Con la pelota en sus pies, especialmente si la tenía Coutinho, el Barcelona era muy superior, pero el orgullo del Deportivo mantenía equilibrado el partido. Rubén evitó el segundo con un paradón antológico a tiro de falta de Messi, pero no pudo evitar que en el 38 el argentino le batiera culminando un contragolpe perfecto de los barcelonistas, que se ponían 0-2 y parecía que archivaban el partido y el campeonato.

Pero la flojera del Barça en defensa se volvió a hacer notar dos minutos después cuando Borja superó a Piqué y Umtiti para centrar al área donde Lucas le ganó la partida a Alba para batir a Ter Stegen. Los locales no pensaban dar su brazo a torcer tan fácilmente y le dejaban claro al equipo de Valverde que si querían salir campeones, tenían que ser más sólidos en la segunda parte. Al Depor, sólo le quedaba el orgullo de aferrarse como fuera al milagro ante un público que aguantó el frío y la lluvia.

Y en la segunda mitad, el orgullo del Depor acorraló al Deportivo, pero la gasolina les duró 25 minutos. Çolak empató el partido ante el desconcierto de un Barça que perdía los papeles y hacía aguas, pero los gallegos se ahogaron en la orilla. Se les acabó el combustible y ahí Messi impuso su ley con dos goles que condenaban al Deportivo y le daban al Barcelona un nuevo título que sin el argentino no se entendería. Y sin la capacidad de sufrimiento que ha inculcado este técnico al grupo, tampoco.

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