Marcelo, goleador de guardia del Real Madrid en Champions
Madrid, AS
En la Champions League, Marcelo es un delantero más para el Real Madrid. Sólo hace falta mirar los datos: el lateral brasileño ha marcado goles en octavos (en la ida ante el PSG en Madrid), en cuartos (en la ida ante la Juventus en Turín) y en semifinales (en la ida ante el Bayern en Múnich). Todo un hito, que un defensor vea puerta en las tres rondas previas a la final, que sólo había alcanzado en la historia de la Copa de Europa un jugador: Phil Neal, lateral derecho del Liverpool y ganador de cuatro títulos con el equipo red (1977, 1978, 1981 y 1984).
Con esa volea con que igualó el partido en el Allianz Arena, Marcelo marcó su séptimo gol en eliminatorias de Champions, lo que le convierte en el defensa más goleador en este tipo de partidos de la competición europea, por delante de Ramos y Dani Alves (ambos con seis). Ha marcado más goles en eliminatorias de Champions que Griezmann, Giggs, Ronaldo, Van Nistelrooy… Esa es la verdadera influencia de Marcelo en la fase decisiva de la Champions. En total, ha marcado ocho tantos en Copa de Europa, sólo uno de ellos en la fase de grupos: el brasileño se reserva para los momentos críticos.
El de Múnich fue el quinto gol de Marcelo este curso: tres en Champions y dos en Liga. Igualó así su mejor registro de un curso, que ya logró en la 2010-11, a las órdenes de Mourinho. Tiene por delante cinco partidos de Liga y hasta otros dos de Champions (en caso de que el Madrid llegue a la final de Kiev) para ampliar la cuenta y convertir la 2017-18 en su temporada más goleadora. Aunque no todo fue bueno para Marcelo en Alemania.
En su haber queda ese gol que rescató al Madrid cuando peor lo pasaba; en su debe, el hueco que dejó en defensa cuando se incorporó al ataque en el primer tiempo, un hueco que Kimmich aprovechó para anotar el 1-0 entrando por donde el brasileño debía estar. Más sangrante fue la imagen de verle volviendo al trote, una escena que se viene repitiendo este curso y que ya le ha granjeado críticas por haber costado goles en contra y puntos en Liga. Fue el gran lunar de lo que fue, por otra parte, un buen partido de Marcelo: dio un 78% de pases buenos (35 de 45) y fue, junto con Ramos, el jugador de campo que más balones recuperó en el Madrid (ocho); el que más en general fue Keylor, con 13.
En la Champions League, Marcelo es un delantero más para el Real Madrid. Sólo hace falta mirar los datos: el lateral brasileño ha marcado goles en octavos (en la ida ante el PSG en Madrid), en cuartos (en la ida ante la Juventus en Turín) y en semifinales (en la ida ante el Bayern en Múnich). Todo un hito, que un defensor vea puerta en las tres rondas previas a la final, que sólo había alcanzado en la historia de la Copa de Europa un jugador: Phil Neal, lateral derecho del Liverpool y ganador de cuatro títulos con el equipo red (1977, 1978, 1981 y 1984).
Con esa volea con que igualó el partido en el Allianz Arena, Marcelo marcó su séptimo gol en eliminatorias de Champions, lo que le convierte en el defensa más goleador en este tipo de partidos de la competición europea, por delante de Ramos y Dani Alves (ambos con seis). Ha marcado más goles en eliminatorias de Champions que Griezmann, Giggs, Ronaldo, Van Nistelrooy… Esa es la verdadera influencia de Marcelo en la fase decisiva de la Champions. En total, ha marcado ocho tantos en Copa de Europa, sólo uno de ellos en la fase de grupos: el brasileño se reserva para los momentos críticos.
El de Múnich fue el quinto gol de Marcelo este curso: tres en Champions y dos en Liga. Igualó así su mejor registro de un curso, que ya logró en la 2010-11, a las órdenes de Mourinho. Tiene por delante cinco partidos de Liga y hasta otros dos de Champions (en caso de que el Madrid llegue a la final de Kiev) para ampliar la cuenta y convertir la 2017-18 en su temporada más goleadora. Aunque no todo fue bueno para Marcelo en Alemania.
En su haber queda ese gol que rescató al Madrid cuando peor lo pasaba; en su debe, el hueco que dejó en defensa cuando se incorporó al ataque en el primer tiempo, un hueco que Kimmich aprovechó para anotar el 1-0 entrando por donde el brasileño debía estar. Más sangrante fue la imagen de verle volviendo al trote, una escena que se viene repitiendo este curso y que ya le ha granjeado críticas por haber costado goles en contra y puntos en Liga. Fue el gran lunar de lo que fue, por otra parte, un buen partido de Marcelo: dio un 78% de pases buenos (35 de 45) y fue, junto con Ramos, el jugador de campo que más balones recuperó en el Madrid (ocho); el que más en general fue Keylor, con 13.