Independiente sufrió un duro golpe ante Atlético y se complica

En Avellaneda, la visita se impuso 2-0 por un doblete de Acosta. El Rojo se aleja de la cima y perdió puntos clave para acceder a la Libertadores. Meza salió lesionado.

Clarín
La vuelta a la acción después de la fecha FIFA lo dejó con la cola entre las patas al Diablo en Avellaneda. Independiente se derrumbó cuando perdió a su figura Maxi Meza (por lesión) y cayó sin excusas (2 a 0) con Atlético Tucumán, que no ganaba hacía cuatro fechas. El Rojo inició con el pie izquierdo su trascendental seguidilla de seis partidos en 24 días y se complicó en la clasificación a la Copa Libertadores. El miércoles contra San Lorenzo será un duelo clave.



Un par de pelotazos largos sin destino cierto y algunos errores importantes en la salida, rasgos impropios del Rojo de Ariel Holan. Indicadores que delataron que la noche no había empezado del todo bien para el club de Avellaneda. Siempre ocupado y preocupado para que la pelota viaje corto y al ras del mojado -en exceso- césped del Libertadores de América, el técnico gesticulaba más de la cuenta desde el banco local. Claro, su equipo mostraba signos desconocidos en esos primeros minutos que mostraron a los tucumanos envalentonados.

Se animó Atlético porque Independiente se lo permitió. Y tuvo algunas situaciones de cara al gol, como un centro de Gabriel Risso Patrón que cabeceó Nery Leyes apenas por arriba del travesaño. Y aquella pifia de Nicolás Domingo, que le entregó el balón a Guillermo Acosta. Por suerte para el volante local, su rival no estuvo certero en la definición de zurda.

Pero cuando parecía que era puro desconcierto, el Diablo se despertó de la siesta y desató su furia. En cinco minutos, Independiente creó cinco chances nítidas. Meza peinó un buen envío de Juan Sánchez Miño y Nicolás Figal no pudo conectar de cabeza. Un defensor visitante terminó sacándola al córner. De ese tiro de esquina, Leyes se la sacó del buche a Emmanuel Gigliotti, quien se relamía. Justito quitó el mediocampista del Decano. Acto seguido, Meza tuvo dos mano a mano: en la primera, su tiro se desvió y salió afuera; en la segunda, se la tapó de gran manera Augusto Batalla. El ex arquero de River tuvo otra genial intervención en la siguiente ante Gonzalo Verón.

En su mejor momento, Independiente se quedó sin Meza, su jugador clave en la gestación. El correntino, que venía de jugar ante España con la Selección tuvo que salir por una lesión muscular en su pierna derecha a los 38 minutos. Le dolió a Meza, pero más le dolió a su equipo. Lo sintió todo Independiente. El Rojo se cayó con su ausencia y no volvió a levantarse a pesar del ingreso de Fernando Gaibor, otro hombre de buen pie.

Si Atlético se había apichonado por esa embestida diabólica, volvió a sacar pecho cuando vio que su adversario había perdido la brújula sin Meza. Martín Campaña controló en dos tiempos un disparo potente de Rodrigo Aliendro. Ese fue un aviso de lo que vendría al comienzo nomas del segundo tiempo. El Pulga Rodríguez le entregó una asistencia a lo Pulga Messi a Acosta, que definió sólo ante el arquero uruguayo.

Los ingresos de Martín Benítez, que venía de un desgarro, por Domingo y de Leandro Fernández -¿por qué no fue titular- por Verón buscaron generar reacción en sus compañeros. Pero el Rojo se descontroló. Quedó desdibujado en el fondo y no fue capaz de llegar hasta Batalla con claridad. La desesperación le quitó lucidez. Javier Toledo, peleado con el arco, estrelló un tiro en el travesaño tras un centro de Gervasio Núñez y perdió contra Campaña de cabeza. La más clara, igualmente, fue una corrida del Pulga que terminó con la pelota cerquita del palo cuando el arquero uruguayo ya estaba vencido.

Independiente ni siquiera pudo aprovechar los diez minutos que estuvo con uno más por la expulsión de Aliendro. Es más, sobre el final, Acosta clavó el segundo y terminó de poner de rodillas al Diablo en su propia caldera.

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