El Roma tiró 20 veces ante la Fiore…, y perdió 0-2

Los viola ganaron 0-2 con dos tiros a puerta. Sin Kolarov, Perotti, Florenzi o De Rossi en el once, no hubo ensayo de remontada y se complica la Champions. Marcó Gio, hijo de Simeone.

Juan Jiménez
As
Con un once sin cuatro titulares indiscutibles y una falta de veneno preocupante que puso a su apasionada afición de los nervios, el Roma disparó 20 veces ante la Fiorentina, ocho de ellas a puerta, estrelló dos balones en los postes y convirtió a Sportiello, portero viola en un héroe. Pero no sólo no pudo ensayar una posible remontada contra el Barça sino que además perdió 0-2 y pone en peligro su plaza en la zona Champions. El Inter puede adelantarlo este domingo y el Lazio igualarle en la tabla en las vísperas del derbi romano del próximo fin de semana. Una tarde durísima para los giallorossi, que sospechaban una tarde plácida con el recuerdo del 2-4 que se llevaron de Florencia en la primera vuelta y se encontraron un marcador que en cierto modo fue sorprendente pero que también desnudó la falta de pegada de un equipo solvente en la construcción, con buenos laterales ofensivos pero con una ausencia descomunal, este sábado más que nunca, de gol.


En la estupenda tarde de Roma, cielo azul y unos 17 grados de temperatura, Eusebio di Francesco movió el equipo obligado por los problemas físicos y por la inminente visita del Barça este martes. Hubo cinco cambios en el once respecto al que jugó en el Camp Nou. Kolarov, Pellegrini, Perotti y Florenzi descansaron; Perotti estaba fuera por problemas físicos como el turco Cengiz Ünder. Entraron en el equipo inicial Juan Jesús (sin profundidad en la izquierda), Gonalons, Nainggolan (aparentemente recuperado), Defrel y El Shaarawy. Di Francesco fue fiel a su sistema, 4-3-3, pero el partido se le puso feo desde el principio. En frío, Benassi aprovechó un buen pase de la muerte de Saponara; 0-1. El Roma se lanzó hacia arriba y Dzeko tuvo un par de veces el empate. Primero se estrelló en el poste y luego en Sportiello. Resultó paradójico que en la primera parte se agigantara la figura del portero viola y, en cambio, menguara la de Alisson Becker. Los rumores sobre un interés de los grandes no parecen haberle venido bien. La primera parte escondía otro caramelo envenenado para los romanistas. Gio Simeone, apellido ilustre e hijo del Cholo, se tiró hacia Manolas sin complejos. No hubo dribbling, sólo voluntad de superarle. Pudo con el griego y con un tiernísimo Bruno Peres y fusiló a Alisson. El partido se fue 0-2 al descanso entre golpes de los periodistas a los pupitres de prensa…

Di Franceso reaccionó rápido. Primero con Schick, un zurdo joven con destellos que dejó solo a Nainggolan. El Ninja se encontró otra vez con Sportiello. Luego introdujo a Kolarov para dar profundidad a un carril que sin el serbio estuvo cojo. Pero el Roma estuvo negado ante el gol. Fazio remató al larguero y El Shaarawy volvió a encontrarse con Sportiello. El Roma acabó desesperado. Sin fuerzas, sin fútbol, sacados de quicio por un luchador como Simeone, y acumulando tarjetas de impotencia. La noche cayó sobre el Olímpico y los romanistas se fueron tristes por la derrota pero sobre todo preocupados por el porvenir. No sólo en la Champions. También en la Serie A.

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