El colista Benevento humilla al Milán en San Siro
Iemmello dio el triunfo al último clasificado, que jugó con 10 desde el 79' tras la expulsión de Diabaté. El Milán saldría de Europa si gana el Atalanta este domingo.
Mirko Calemme
As
El Benevento está casi condenado a despedirse de la Serie A en la temporada de su estreno en el máximo campeonato italiano. El descenso es cuestión de tiempo, pero al conjunto sureño, desde que llegó De Zerbi, nunca le faltaron dos cosas: ideas y orgullo. Ambas fueron suficientes para regalarse otra noche legendaria, siempre ante el Milán. Si en el partido de ida, estreno de Gattuso, se logró el primer punto de la temporada gracias a un gol del portero Brignoli en el 95’, en la vuelta el club campano hasta se dio el lujo de un triunfo en San Siro.
La victoria era la única vía para aplazar el descenso matemático, y con este espíritu el Benevento se presentó en la Scala del Calcio: en el primer tramo del partido el equipo creó ocasiones y mostró buen juego, recogiendo los frutos en el 29’: Iemmello recibió un bonito pase con el exterior del pie de Viola y, ya en el área rossonera, batió a Donnarumma.
Suso y Bonaventura, como casi siempre, tiraron del carro para el Milán, pero Cutrone (como lo hizo André Silva en la primera mitad) desperdició la mejor ocasión para cambiar el rumbo del partido con un cabezazo que neutralizó Puggioni.
Diabatè, autor de 7 goles en apenas 370 minutos jugados con los sanniti, esta vez empezó en el banquillo, pero saltando al campo en el 62’ fue capaz de volver a los vestuarios ya en el 81' por doble amarilla. Ni la superioridad numérica, no obstante, le sirvió al Milán para conseguir al menos un empate: la derrota, además de la humillación, complica el regreso a la Europa League del grupo de Gattuso, que tras una racha muy positiva apenas ha cosechado tres puntos en las últimas cinco jornadas. Al parecer, desde que el sueño de meterse en la pelea por la Champions se ha hecho imposible, los milaneses han perdido apego y ganas. El problema es serio, ya que mañana el Atalanta, ganando al Torino, le sacaría de los puestos europeos. Mientras, el Benevento disfruta de una noche histórica tras un año de muchas amarguras y derrotas, a veces, inmerecidas. Con la zona de salvación a 12 puntos el destino está escrito, pero la conquista de San Siro puede ser el primer paso para planear con ilusión otro regreso a la Serie A.
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El Benevento está casi condenado a despedirse de la Serie A en la temporada de su estreno en el máximo campeonato italiano. El descenso es cuestión de tiempo, pero al conjunto sureño, desde que llegó De Zerbi, nunca le faltaron dos cosas: ideas y orgullo. Ambas fueron suficientes para regalarse otra noche legendaria, siempre ante el Milán. Si en el partido de ida, estreno de Gattuso, se logró el primer punto de la temporada gracias a un gol del portero Brignoli en el 95’, en la vuelta el club campano hasta se dio el lujo de un triunfo en San Siro.
La victoria era la única vía para aplazar el descenso matemático, y con este espíritu el Benevento se presentó en la Scala del Calcio: en el primer tramo del partido el equipo creó ocasiones y mostró buen juego, recogiendo los frutos en el 29’: Iemmello recibió un bonito pase con el exterior del pie de Viola y, ya en el área rossonera, batió a Donnarumma.
Suso y Bonaventura, como casi siempre, tiraron del carro para el Milán, pero Cutrone (como lo hizo André Silva en la primera mitad) desperdició la mejor ocasión para cambiar el rumbo del partido con un cabezazo que neutralizó Puggioni.
Diabatè, autor de 7 goles en apenas 370 minutos jugados con los sanniti, esta vez empezó en el banquillo, pero saltando al campo en el 62’ fue capaz de volver a los vestuarios ya en el 81' por doble amarilla. Ni la superioridad numérica, no obstante, le sirvió al Milán para conseguir al menos un empate: la derrota, además de la humillación, complica el regreso a la Europa League del grupo de Gattuso, que tras una racha muy positiva apenas ha cosechado tres puntos en las últimas cinco jornadas. Al parecer, desde que el sueño de meterse en la pelea por la Champions se ha hecho imposible, los milaneses han perdido apego y ganas. El problema es serio, ya que mañana el Atalanta, ganando al Torino, le sacaría de los puestos europeos. Mientras, el Benevento disfruta de una noche histórica tras un año de muchas amarguras y derrotas, a veces, inmerecidas. Con la zona de salvación a 12 puntos el destino está escrito, pero la conquista de San Siro puede ser el primer paso para planear con ilusión otro regreso a la Serie A.
