Al menos 10 muertos y 15 heridos en un atropello múltiple en Toronto
La policía afirma que el arrollamiento fue intencionado y arresta al supuesto autor, que se dio a la fuga. Se trata de Alex Minassian, de 25 años.
Jaime Porras Ferreyra
Amanda Mars
Montreal / Washington, El País
Una de las arterias más transitadas de Toronto (2,6 millones de habitantes) fue escenario del horror este lunes por la tarde. Una furgoneta subió a la acera y arrolló a múltiples personas. Diez han muerto y 15 han resultado heridas, según la policía, que recibió el aviso a las 13.37, hora local. El siniestro fue deliberado, según los agentes, pero el Gobierno canadiense afirma que no está relacionado con asuntos de seguridad nacional. El conductor, que se dio a la fuga, ha sido detenido. Se trata de Alex Minassian, de 25 años, quien no estaba fichado por las fuerzas de seguridad.
Ralph Goodale, ministro de seguridad pública de Canadá, advirtió en rueda de prensa de que sería “inapropiado entrar en conjeturas” respecto a las causas del incidente. También ha afirmado que no hay indicios para elevar el nivel de riesgos en el país. “Apenas estamos conociendo la situación en Toronto. Nuestros corazones están con todos los afectados. Tendremos más que saber y decir en las próximas horas”, dijo el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en la cadena CTV.
La tragedia ocurrió en la esquina formada por la calle Yonge y la avenida Finch, una zona muy concurrida de la ciudad, la más poblada de Canadá. La furgoneta recorrió toda una milla sembrando caos, pánico y, sobre todo, muerte a su paso. Varios testigos han asegurado al diario The Globe and Mail que había sido un acto intencionado. En el momento del arresto, que fue recogido en una grabación de vídeo, el sospechoso gritó "¡Disparame a la cabeza!", según informó The New York Times. "Tengo un arma en el bolsillo", advirtió también, para acabar luego rindiéndose con las manos en alto. Uno de los testigos, que dijo llamarse Ali, explicó que la furgoneta se había subido a la acera arrollado todo lo que se encontraba a su paso: peatones, buzones de correo o postes eléctricos.
Alrededor de ocho ambulancias se dirigieron al Hospital Sunnybrook. El jefe de los servicios médicos del centro, John Flengas, calificó lo ocurrido de "pura matanza". “Pedimos a la gente que evite el barrio algunas horas para facilitar el trabajo de la policía. Es importante que las personas no pasen por la calle Young”, declaró el alcalde de Toronto, John Tory.
El incidente coincide con la celebración en Toronto de la cumbre de ministros de Asuntos Exteriores del G7 (Alemania, Canadá, EE UU, Francia, el Reino Unido, Italia y Japón) que está tratando, entre otros temas, sobre el combate al terrorismo y contra el extremismo yihadista.
El vehículo es una furgoneta de alquiler de la compañía Ryder. El hospital Sunnybrook de Toronto informó pronto de que había recibido siete pacientes de la zona en la que se ha producido el accidente, según la agencia Reuters, aunque no precisó si se trataba de heridos o de fallecidos. Mientras, la imágenes publicadas por algunos ususarios de redes sociales empezaban a mostrar cuerpos tapados que auguraban lo peor. La policía confirmó pocas horas depsués de que había nueve víctimas mortales. si bien la cifra podía aumentar por la gravedad de algunos heridos.
El servicio de metro ha sido interrumpido entre las estaciones Sheppard-Yonge y Finch. Las líneas de autobús público tampoco están circulando por la zona del incidente. La noticia ha causado preocupación en Canadá a raíz de los ataques con vehículos a transeúntes en ciudades europeas en los últimos meses. En el país también hay precedentes: el pasado 30 de septiembre, un hombre embistió a cuatro personas en Edmonton. Horas antes había atropellado a un policía. Asimismo, el 20 de octubre de 2014, un joven golpeó con su automóvil a dos militares en Saint-Jean-sur-Richelieu (Quebec).
La posibilidad de que el atropello sea deliberado, como afirman algunos testigos citados por la prensa local, dispara las alarmas sobre el terrorismo. El extremismo yihadista ha utilizado el arrollamiento de personas en vías públicas como arma de terror en los últimos años. Ocurrió en los atentados de Niza y Berlín en 2016 y en Barcelona el pasado agosto, entre otras tragedias. Conforme avanzaron las horas, sin embargo, las fuerzas de seguridad canandienses seguían sin poder ofrecer un relato completo de lo ocurrido, por lo que no se puede establecer relación con el extremismo. Por la noche, el Gobierno canadiense señaló que el incidente no estaba conectado con la seguridad nacional, lo que parece despejar la posibilidad de un atentado.
Quebec (Canadá) sufrió un atentado en una mezquita el 29 de enero de 2017. Alexandre Bissonette, de 27 años entonces, entró con un arma y mató a seis personas, además de herir a otras seis. El pasado febrero se declaró culpable y fue condenado automáticamente a cadena perpetua, sin que se llegara a celebrar el juicio.
Jaime Porras Ferreyra
Amanda Mars
Montreal / Washington, El País
Una de las arterias más transitadas de Toronto (2,6 millones de habitantes) fue escenario del horror este lunes por la tarde. Una furgoneta subió a la acera y arrolló a múltiples personas. Diez han muerto y 15 han resultado heridas, según la policía, que recibió el aviso a las 13.37, hora local. El siniestro fue deliberado, según los agentes, pero el Gobierno canadiense afirma que no está relacionado con asuntos de seguridad nacional. El conductor, que se dio a la fuga, ha sido detenido. Se trata de Alex Minassian, de 25 años, quien no estaba fichado por las fuerzas de seguridad.
Ralph Goodale, ministro de seguridad pública de Canadá, advirtió en rueda de prensa de que sería “inapropiado entrar en conjeturas” respecto a las causas del incidente. También ha afirmado que no hay indicios para elevar el nivel de riesgos en el país. “Apenas estamos conociendo la situación en Toronto. Nuestros corazones están con todos los afectados. Tendremos más que saber y decir en las próximas horas”, dijo el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en la cadena CTV.
La tragedia ocurrió en la esquina formada por la calle Yonge y la avenida Finch, una zona muy concurrida de la ciudad, la más poblada de Canadá. La furgoneta recorrió toda una milla sembrando caos, pánico y, sobre todo, muerte a su paso. Varios testigos han asegurado al diario The Globe and Mail que había sido un acto intencionado. En el momento del arresto, que fue recogido en una grabación de vídeo, el sospechoso gritó "¡Disparame a la cabeza!", según informó The New York Times. "Tengo un arma en el bolsillo", advirtió también, para acabar luego rindiéndose con las manos en alto. Uno de los testigos, que dijo llamarse Ali, explicó que la furgoneta se había subido a la acera arrollado todo lo que se encontraba a su paso: peatones, buzones de correo o postes eléctricos.
Alrededor de ocho ambulancias se dirigieron al Hospital Sunnybrook. El jefe de los servicios médicos del centro, John Flengas, calificó lo ocurrido de "pura matanza". “Pedimos a la gente que evite el barrio algunas horas para facilitar el trabajo de la policía. Es importante que las personas no pasen por la calle Young”, declaró el alcalde de Toronto, John Tory.
El incidente coincide con la celebración en Toronto de la cumbre de ministros de Asuntos Exteriores del G7 (Alemania, Canadá, EE UU, Francia, el Reino Unido, Italia y Japón) que está tratando, entre otros temas, sobre el combate al terrorismo y contra el extremismo yihadista.
El vehículo es una furgoneta de alquiler de la compañía Ryder. El hospital Sunnybrook de Toronto informó pronto de que había recibido siete pacientes de la zona en la que se ha producido el accidente, según la agencia Reuters, aunque no precisó si se trataba de heridos o de fallecidos. Mientras, la imágenes publicadas por algunos ususarios de redes sociales empezaban a mostrar cuerpos tapados que auguraban lo peor. La policía confirmó pocas horas depsués de que había nueve víctimas mortales. si bien la cifra podía aumentar por la gravedad de algunos heridos.
El servicio de metro ha sido interrumpido entre las estaciones Sheppard-Yonge y Finch. Las líneas de autobús público tampoco están circulando por la zona del incidente. La noticia ha causado preocupación en Canadá a raíz de los ataques con vehículos a transeúntes en ciudades europeas en los últimos meses. En el país también hay precedentes: el pasado 30 de septiembre, un hombre embistió a cuatro personas en Edmonton. Horas antes había atropellado a un policía. Asimismo, el 20 de octubre de 2014, un joven golpeó con su automóvil a dos militares en Saint-Jean-sur-Richelieu (Quebec).
La posibilidad de que el atropello sea deliberado, como afirman algunos testigos citados por la prensa local, dispara las alarmas sobre el terrorismo. El extremismo yihadista ha utilizado el arrollamiento de personas en vías públicas como arma de terror en los últimos años. Ocurrió en los atentados de Niza y Berlín en 2016 y en Barcelona el pasado agosto, entre otras tragedias. Conforme avanzaron las horas, sin embargo, las fuerzas de seguridad canandienses seguían sin poder ofrecer un relato completo de lo ocurrido, por lo que no se puede establecer relación con el extremismo. Por la noche, el Gobierno canadiense señaló que el incidente no estaba conectado con la seguridad nacional, lo que parece despejar la posibilidad de un atentado.
Quebec (Canadá) sufrió un atentado en una mezquita el 29 de enero de 2017. Alexandre Bissonette, de 27 años entonces, entró con un arma y mató a seis personas, además de herir a otras seis. El pasado febrero se declaró culpable y fue condenado automáticamente a cadena perpetua, sin que se llegara a celebrar el juicio.