Víctor Hugo Canelas: “Goni es una persona de mucho poder en Estados Unidos”
El exministro en la primera gestión de Goni dice que éste sí es culpable de la masacre de octubre. Si bien ve que la extradición es difícil, espera que se haga justicia.
Lorena Rojas Paz / La Paz
Víctor Hugo Canelas, ministro de Gobierno durante la primera presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada, es uno de los testigos que declarará en ese juicio civil contra el exmandatario en Estados Unidos.
Canelas considera que es necesario testificar en el proceso iniciado el pasado lunes, por justicia a las víctimas; sin embargo, ve muy difícil que el expresidente pueda ser extraditado, dado que tiene mucho poder en Estados Unidos.
Perteneció al MNR, afirma que su padre fue “muy amigo” de Víctor Paz Estenssoro. No obstante, afirma que llegó un momento en el que tuvo diferencias con Goni y el partido.
Relata un episodio que retrata cómo se fue dando el quiebre. Cuenta que durante una definición de candidaturas, Goni expuso una “fórmula”: plantear a sus allegados. “Yo, en cambio, metía siempre gente nueva”, dice.
“En las elecciones internas de 2000, él apoyó a su hija con plata para campaña, y yo, en cambio, incorporé mucha gente nueva, yo no trabajaba con la gente del MNR. Le dije un día a Goni si quería que gane su hija, yo renunciaba a la candidatura, pero él creía que iba a ganar, con su plata y porque él mismo hacía campaña y también fraude, pero igual yo gané”, dice.
No obstante, algo sucedió. “Gané todo y después por estatutos, el jefe nacional, con el secretario ejecutivo, Sánchez Berzaín, elegían los diputados y senadores, y cada jefe tenía que ser senador.
Todos se peleaban por los diputados y senadores, yo ya había hablado con una persona, porque yo no quería ser. Goni me llama a su casa y me muestra una lista, y era una lista de todos los llunk’us de Goni”, recuerda.
Canelas relata que entonces le dijo al expresidente que en la nómina no figuraba un obrero ni un campesino. Agrega que se fue y que como tenía su postulante, emprendió un proceso ante la Corte Electoral, pero que como en ese entonces quien presidía el ente era afín a Goni, el proceso no resultó como esperaba.
¿Cómo era su relación con Goni antes del quiebre?
Goni me decía que yo era inteligente. Él es un hombre muy inteligente y soberbio. Me llamaba a su casa para debatir y yo no iba, los otros se ponían celosos. Me respetaba intelectualmente porque no era llunk’u. Sánchez Berzaín lo llamaba para todo, pero yo no lo llamaba; y Goni me decía por qué no lo llamaba, pero yo le dije que era ministro para solucionar problemas, cuando haya un problema que amerite que yo consulte, lo iba a llamar.
Después que hubo la expulsión, ¿cómo fue la relación?
Denuncie los gastos reservados. Entonces por eso me perseguían. Me denunció Chichi Siles, amenazaban a mi hija, pero peleé contra todas las dictaduras, entonces no me asustaba.
Cuando me expulsaron, me pidieron varias reuniones para que vuelva, pero yo nunca fui.
¿Cómo es Goni?
Goni es como Maduro. Hace un gobierno legal, pero no legítimo, por el fraude que hacían. Maduro, hasta ahora, es un gobierno legítimo porque ganó las elecciones, pero masacró a 770 venezolanos que pedían su renuncia. No se puede justificar en nombre de una elección democrática, pero es lo mismo.
¿Goni dio orden de reprimir?
Está en el decreto que la junta militar ha presentado, está presentado el decreto que se ordena que se use la fuerza. Pero también cuando se enfrenta la Policía con el Ejercito, él ordena que salgan francotiradores.
¿Recuerda un detalle que todavía le impresiona de esos días?
La valentía del pueblo. Lo mismo pasó con Natusch, pero mató menos gente que Goni. La valentía del pueblo cuando reclama sus derechos.
¿Había la necesidad de sacar las fuerzas armadas a las calles?
Es como preguntarle a Maduro qué le dicen los pajaritos. Es similar la ambición de poder, los negocios, no querer a este país, no entenderlo y subestimarlo.
En el juicio a Goni, usted es testigo. ¿Puede adelantar algún criterio?
No puedo adelantar criterios, estoy nombrado como testigo de cargo a solicitud de las víctimas. A mí me solicitaron esto hace tres meses y yo acepté. Viajaré este fin de semana, lo voy a ver a Goni, a Ximena, a su hija, al chulupi Berzaín y va a ser un encuentro simpático (risas).
¿Está listo para el juicio?
Sí, el encuentro va a ser agradable, porque lo que puedo decir es que espero darle una mala noticia y una buena a Goni y a Berzaín. La mala es que espero que los declaren culpables porque sí son culpables; y la buena es que tengo cáncer y espero vivir hasta que los sentencien.
¿Usted cree que Goni debería ser extraditado?
Goni tiene mucho poder en Estados Unidos. Estamos hablando de un hombre que tiene la nacionalidad, tiene cerca de 6.000 millones de dólares, tiene minas. Al Gore es amigo de Goni. El asesor de Bush hijo es uno de los abogados de Goni. El jefe de asesores de Obama también es su abogado. Tiene un poder tan fuerte en Estados Unidos que el embajador de EEUU pidió que no sea extraditado. Yo la extradición la veo difícil, pero sí es importante la justicia para las víctimas.
¿A qué se dedica usted? ¿Extraña su vida en la política?
No extraño, estoy jubilado. Estoy viejo, tengo cáncer. Nunca he tenido aspiraciones de sillas, porque el poder viene y se va. He visto ya a varios, se sientan en las sillas, se creen importantes y después quedan al margen.
Lorena Rojas Paz / La Paz
Víctor Hugo Canelas, ministro de Gobierno durante la primera presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada, es uno de los testigos que declarará en ese juicio civil contra el exmandatario en Estados Unidos.
Canelas considera que es necesario testificar en el proceso iniciado el pasado lunes, por justicia a las víctimas; sin embargo, ve muy difícil que el expresidente pueda ser extraditado, dado que tiene mucho poder en Estados Unidos.
Perteneció al MNR, afirma que su padre fue “muy amigo” de Víctor Paz Estenssoro. No obstante, afirma que llegó un momento en el que tuvo diferencias con Goni y el partido.
Relata un episodio que retrata cómo se fue dando el quiebre. Cuenta que durante una definición de candidaturas, Goni expuso una “fórmula”: plantear a sus allegados. “Yo, en cambio, metía siempre gente nueva”, dice.
“En las elecciones internas de 2000, él apoyó a su hija con plata para campaña, y yo, en cambio, incorporé mucha gente nueva, yo no trabajaba con la gente del MNR. Le dije un día a Goni si quería que gane su hija, yo renunciaba a la candidatura, pero él creía que iba a ganar, con su plata y porque él mismo hacía campaña y también fraude, pero igual yo gané”, dice.
No obstante, algo sucedió. “Gané todo y después por estatutos, el jefe nacional, con el secretario ejecutivo, Sánchez Berzaín, elegían los diputados y senadores, y cada jefe tenía que ser senador.
Todos se peleaban por los diputados y senadores, yo ya había hablado con una persona, porque yo no quería ser. Goni me llama a su casa y me muestra una lista, y era una lista de todos los llunk’us de Goni”, recuerda.
Canelas relata que entonces le dijo al expresidente que en la nómina no figuraba un obrero ni un campesino. Agrega que se fue y que como tenía su postulante, emprendió un proceso ante la Corte Electoral, pero que como en ese entonces quien presidía el ente era afín a Goni, el proceso no resultó como esperaba.
¿Cómo era su relación con Goni antes del quiebre?
Goni me decía que yo era inteligente. Él es un hombre muy inteligente y soberbio. Me llamaba a su casa para debatir y yo no iba, los otros se ponían celosos. Me respetaba intelectualmente porque no era llunk’u. Sánchez Berzaín lo llamaba para todo, pero yo no lo llamaba; y Goni me decía por qué no lo llamaba, pero yo le dije que era ministro para solucionar problemas, cuando haya un problema que amerite que yo consulte, lo iba a llamar.
Después que hubo la expulsión, ¿cómo fue la relación?
Denuncie los gastos reservados. Entonces por eso me perseguían. Me denunció Chichi Siles, amenazaban a mi hija, pero peleé contra todas las dictaduras, entonces no me asustaba.
Cuando me expulsaron, me pidieron varias reuniones para que vuelva, pero yo nunca fui.
¿Cómo es Goni?
Goni es como Maduro. Hace un gobierno legal, pero no legítimo, por el fraude que hacían. Maduro, hasta ahora, es un gobierno legítimo porque ganó las elecciones, pero masacró a 770 venezolanos que pedían su renuncia. No se puede justificar en nombre de una elección democrática, pero es lo mismo.
¿Goni dio orden de reprimir?
Está en el decreto que la junta militar ha presentado, está presentado el decreto que se ordena que se use la fuerza. Pero también cuando se enfrenta la Policía con el Ejercito, él ordena que salgan francotiradores.
¿Recuerda un detalle que todavía le impresiona de esos días?
La valentía del pueblo. Lo mismo pasó con Natusch, pero mató menos gente que Goni. La valentía del pueblo cuando reclama sus derechos.
¿Había la necesidad de sacar las fuerzas armadas a las calles?
Es como preguntarle a Maduro qué le dicen los pajaritos. Es similar la ambición de poder, los negocios, no querer a este país, no entenderlo y subestimarlo.
En el juicio a Goni, usted es testigo. ¿Puede adelantar algún criterio?
No puedo adelantar criterios, estoy nombrado como testigo de cargo a solicitud de las víctimas. A mí me solicitaron esto hace tres meses y yo acepté. Viajaré este fin de semana, lo voy a ver a Goni, a Ximena, a su hija, al chulupi Berzaín y va a ser un encuentro simpático (risas).
¿Está listo para el juicio?
Sí, el encuentro va a ser agradable, porque lo que puedo decir es que espero darle una mala noticia y una buena a Goni y a Berzaín. La mala es que espero que los declaren culpables porque sí son culpables; y la buena es que tengo cáncer y espero vivir hasta que los sentencien.
¿Usted cree que Goni debería ser extraditado?
Goni tiene mucho poder en Estados Unidos. Estamos hablando de un hombre que tiene la nacionalidad, tiene cerca de 6.000 millones de dólares, tiene minas. Al Gore es amigo de Goni. El asesor de Bush hijo es uno de los abogados de Goni. El jefe de asesores de Obama también es su abogado. Tiene un poder tan fuerte en Estados Unidos que el embajador de EEUU pidió que no sea extraditado. Yo la extradición la veo difícil, pero sí es importante la justicia para las víctimas.
¿A qué se dedica usted? ¿Extraña su vida en la política?
No extraño, estoy jubilado. Estoy viejo, tengo cáncer. Nunca he tenido aspiraciones de sillas, porque el poder viene y se va. He visto ya a varios, se sientan en las sillas, se creen importantes y después quedan al margen.