Venezuela: al menos 68 muertos en un incendio en unos calabozos de la comandancia de policía en el estado de Carabobo
Venezuela, BBC
Decenas de personas esperan la mañana de este jueves noticias de sus familiares fuera de la estación de policía en Venezuela donde un incendio dejó al menos 68 muertos la noche del miércoles.
"No sabemos nada de mi nieto", le dijo a BBC Mundo María Victoria Castillo, abuela de uno de los detenidos en la comisaría de Valencia, en el estado de Carabobo.
Decenas de personas esperan la mañana de este jueves noticias de sus familiares fuera de la estación de policía en Venezuela donde un incendio dejó al menos 68 muertos la noche del miércoles.
"No sabemos nada de mi nieto", le dijo a BBC Mundo María Victoria Castillo, abuela de uno de los detenidos en la comisaría de Valencia, en el estado de Carabobo.
El incendio se produjo después de un intento de motín, según confirmó el secretario general del gobierno de Carabobo, Jesús Santander, sin ofrecer más detalles.
La policía dijo que en el momento del incidente había más de 200 detenidos en la comisaría.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, dijo que entre los fallecidos además de 66 detenidos hay al menos dos mujeres que estaban visitando a sus familiares.
"En las indagaciones preliminares los resultados arrojan el fallecimiento de 66 hombres y dos mujeres que se encontraban en calidad de visitantes", escribió Saab en su cuenta de Twitter, horas después de los incidentes.
Saab dijo que se había abierto una investigación sobre lo ocurrido.
Algunos medios locales hablan de una cifra de fallecidos mayor, pero esto no ha sido confirmado oficialmente. También se reportó que la mayor parte de las víctimas murió por asfixia.
Sin información
Los familiares de los detenidos se acumulaban frente a la estación de policía para saber qué ocurrió con sus allegados. Algunos sin información de si estaban vivos o muertos.
Castillo llevaba horas esperando para saber qué pasó con su nieto, que llevaba 1 año y 6 meses detenido en la comisaría en Valencia.
"Nos llamaron a las 10 de la noche... que se había quemado aquí... no sabemos nada de mi nieto, no nos dan información, no nos dicen nada", dijo fuera de la estación de policía.
Otros tuvieron más suerte. La abuela de uno de los internos le dijo a BBC Mundo que había podido ver a su nieto, quien estaba "quemado, pero vivo" y hasta pudo entregarle "un poco de arroz y dos arepas fritas".
Algunos de los que ya saben que su familiar está entre los fallecidos esperaban a que les entregaran el cuerpo.
En las horas posteriores al incendio, algunos familiares enojados intentaron romper el cordón policial para ingresar a la comisaría y los policías dispararon gas lacrimógeno para dispersarlos.
Las autoridades dijeron que brindarán apoyo a los familiares con los servicios funerarios y posterior sepultura de los reclusos fallecidos, así como atención psicológica a los familiares de las víctimas.
El hacinamiento de las minicárceles
La situación en este tipo de centros de reclusión ha sido denunciada en repetidas ocasiones.
"Puede ocurrir en cualquier lugar, en cualquier momento en circunstancias iguales o peores", le dijo a BBC Mundo Carlos Nieto Palma, coordinador general de la ONG Una Ventana a la Libertad.
A Nieto no le extraña lo sucedido en Valencia.
Lleva tres años denunciando el hacinamiento de los centros de reclusión, lugares que terminan convirtiéndose en miniprisiones sin servicios para quienes, hacinados, esperan por semanas, meses o años una decisión judicial o simplemente un cupo en una cárcel.
Según Nieto Palma, hay 45.000 personas en esas mismas condiciones que las de los calabozos de Valencia en aproximadamente 500 centros en toda Venezuela.
El activista afirma que en Valencia había más de 200 reclusos en un espacio para 40 y culpa al Ministerio de Servicios Penitenciarios, que afirma que solo es responsable de la población reclusa en las cárceles.
Esos centros de detención no tienen la infraestructura para que una persona cumpla con una pena en prisión o un arresto prolongado.
BBC Mundo visitó en marzo de 2017 uno de estos centros de la policía del estado Miranda, en Los Teques, cerca de Caracas. Las pequeñas celdas daban cobijo a más de diez personas. No había patio ni infraestructura de cocina para alimentarlos. Sus familiares hacían cola para llevarles los alimentos dos veces al día.
"Mi familiar tiene dos años detenido aquí", dijo el miércoles Petra María, familiar de uno de los reclusos en Valencia, a Tibisay Romero, periodista colaboradora de BBC Mundo.
Un motín y un enfrentamiento con fuerzas especiales en un centro de detención judicial del estado Amazonas, en el sur del país, dejaron en agosto del año pasado 37 muertos.