Una fuga de datos de Facebook abre una tormenta política mundial
Políticos de EE UU y Reino Unido reclaman que Zuckerberg dé explicaciones tras la revelación de que una consultora electoral manipuló información de 50 millones de usuarios de la red social
Álvaro Sánchez
Miami / Bruselas, El País
Facebook se halla sumida en una tormenta política global por la fuga de datos de 50 millones de usuarios estadounidenses, supuestamente aprovechada por la consultora Cambridge Analytics para afinar con perfiles psicológicos las estrategias de atracción de voto de la campaña de Donald Trump en 2016. Políticos de EE UU y Reino Unido, donde Facebook es investigada por su posible papel en la campaña a favor del Brexit, han reclamado que Mark Zuckerberg dé explicaciones.
Tras saltar el sábado el escándalo por las revelaciones de The New York Times y The Observer, la senadora demócrata Amy Klobuchar ha exigido que Zuckerberg, el presidente de la mayor red social del mundo, testifique ante el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos por la explotación de datos de sus usuarios para diseñar herramientas de “publicidad política” y de “manipulación de los votantes”.
Adam Schiff, principal representante demócrata en el Comité de Inteligencia del Congreso, se preguntó qué datos de los ciudadanos afectados llegó a conocer la consultora y propuso que se abra una investigación a fondo sobre el caso. El sábado, la fiscal general de Massachusetts, Maura Healey, anunció el inicio de la primera investigación formal.
Facebook niega en redondo su responsabilidad. Cambridge Analytica recopiló en 2014 la abundante información de manera indirecta a través de un investigador de la Universidad de Cambridge, el psicólogo rusoamericano Alexandr Kogan, que había recibido permiso de la red social para recabar datos de sus usuarios para fines académicos, pero no políticos. Facebook descubrió hace tres años el desvío de datos, pero hasta el viernes pasado no suspendió las cuentas de Cambridge Analytica y de Kogan y se comprometió a asegurarse de que la firma no siguiese conservando la información personal que acumuló, como identidades, localizaciones y los me gusta de los usuarios.
La empresa, fundada en EE UU por figuras clave en la campaña de Trump, como Steve Bannon o el mecenas Robert Mercer, pero de matriz británica, está siendo investigada en Reino Unido en el marco de la supuesta interferencia del espionaje ruso en la campaña a favor de la salida del país de la UE.
Un portavoz de la primera ministra británica, Theresa May, precisó este lunes que una agencia del Gobierno ha abierto una investigación sobre este escándalo de filtraciones con fines políticos, con ramas entrelazadas en Estados Unidos y Reino Unido, que calificó como “altamente preocupante”. El presidente del comité de asuntos digitales de la Cámara de los Comunes, Damian Collins, avanzó que llamará a declarar a Zuckerberg y al director de Cambridge Analytica, el británico Alexander Nix. “Alguien debe asumir la responsabilidad por esto. Es momento de que Zuckerberg deje de esconderse detrás de su página de Facebook”, añadió.
De su lado, la comisaria europea de Justicia, Vera Jourová, anunció que pedirá aclaraciones a Facebook al respecto. Jourová tenía previsto llegar ayer a Washington para abordar cuestiones de protección de datos con el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross. Aunque su agenda oficial no incluía en principio ninguna reunión relacionada con el uso fraudulento de la información de los usuarios, la cuestión sobrevolará sin duda la visita.
“Horrible si se confirma. ¡Los datos personales de 50 millones de usuarios de Facebook podrían haber sido mal gestionados y utilizados con fines políticos de una manera tan sencilla! No queremos esto en la UE”, criticó Jourová en un mensaje que escribió en su cuenta de Twitter.
La Comisión Europea, que esta misma semana presentará un impuesto digital que afectará entre otras empresas a la red social de Zuckerberg, insistió en que las compañías deben asumir la responsabilidad del correcto tratamiento de los datos personales.
Los representantes de Facebook también deberán responder a las preguntas de los eurodiputados. El Parlamento Europeo, la institución comunitaria con cariz más político, aseguró ayer que investigará el caso. “El uso indebido de datos de usuarios de Facebook es una violación inaceptable del derecho a la privacidad de los ciudadanos”, lamentó el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani.
Caída en Wall Street
Facebook se dio este lunes un batacazo en Bolsa tras destaparse el fin de semana del escándalo de la fuga de datos y cayó más de un 7% en la sesión de Wall Street. El desplome se explica por el miedo de los inversores a que Facebook pierda usuarios y a que los países más influyentes aprueben políticas más rigurosas para proteger la privacidad del consumidor.
Ha sido su mayor caída desde 2012 y los analistas estiman que ha supuesto una pérdida de unos 32.000 millones de euros. El golpe a la red social que dirige Mark Zuckerberg causó un efecto en cadena de la actividad bursátil, con pérdidas de las grandes compañías tecnológicas como Amazon, Alphabet o Netflix.
Los sectores de la Bolsa de Nueva York marchaban todos en terreno negativo, con el de tecnología a la cabeza, con una bajada de 2,74%, seguido por la energía (1,84%) y las materias primas (1,72%).
Álvaro Sánchez
Miami / Bruselas, El País
Facebook se halla sumida en una tormenta política global por la fuga de datos de 50 millones de usuarios estadounidenses, supuestamente aprovechada por la consultora Cambridge Analytics para afinar con perfiles psicológicos las estrategias de atracción de voto de la campaña de Donald Trump en 2016. Políticos de EE UU y Reino Unido, donde Facebook es investigada por su posible papel en la campaña a favor del Brexit, han reclamado que Mark Zuckerberg dé explicaciones.
Tras saltar el sábado el escándalo por las revelaciones de The New York Times y The Observer, la senadora demócrata Amy Klobuchar ha exigido que Zuckerberg, el presidente de la mayor red social del mundo, testifique ante el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos por la explotación de datos de sus usuarios para diseñar herramientas de “publicidad política” y de “manipulación de los votantes”.
Adam Schiff, principal representante demócrata en el Comité de Inteligencia del Congreso, se preguntó qué datos de los ciudadanos afectados llegó a conocer la consultora y propuso que se abra una investigación a fondo sobre el caso. El sábado, la fiscal general de Massachusetts, Maura Healey, anunció el inicio de la primera investigación formal.
Facebook niega en redondo su responsabilidad. Cambridge Analytica recopiló en 2014 la abundante información de manera indirecta a través de un investigador de la Universidad de Cambridge, el psicólogo rusoamericano Alexandr Kogan, que había recibido permiso de la red social para recabar datos de sus usuarios para fines académicos, pero no políticos. Facebook descubrió hace tres años el desvío de datos, pero hasta el viernes pasado no suspendió las cuentas de Cambridge Analytica y de Kogan y se comprometió a asegurarse de que la firma no siguiese conservando la información personal que acumuló, como identidades, localizaciones y los me gusta de los usuarios.
La empresa, fundada en EE UU por figuras clave en la campaña de Trump, como Steve Bannon o el mecenas Robert Mercer, pero de matriz británica, está siendo investigada en Reino Unido en el marco de la supuesta interferencia del espionaje ruso en la campaña a favor de la salida del país de la UE.
Un portavoz de la primera ministra británica, Theresa May, precisó este lunes que una agencia del Gobierno ha abierto una investigación sobre este escándalo de filtraciones con fines políticos, con ramas entrelazadas en Estados Unidos y Reino Unido, que calificó como “altamente preocupante”. El presidente del comité de asuntos digitales de la Cámara de los Comunes, Damian Collins, avanzó que llamará a declarar a Zuckerberg y al director de Cambridge Analytica, el británico Alexander Nix. “Alguien debe asumir la responsabilidad por esto. Es momento de que Zuckerberg deje de esconderse detrás de su página de Facebook”, añadió.
De su lado, la comisaria europea de Justicia, Vera Jourová, anunció que pedirá aclaraciones a Facebook al respecto. Jourová tenía previsto llegar ayer a Washington para abordar cuestiones de protección de datos con el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross. Aunque su agenda oficial no incluía en principio ninguna reunión relacionada con el uso fraudulento de la información de los usuarios, la cuestión sobrevolará sin duda la visita.
“Horrible si se confirma. ¡Los datos personales de 50 millones de usuarios de Facebook podrían haber sido mal gestionados y utilizados con fines políticos de una manera tan sencilla! No queremos esto en la UE”, criticó Jourová en un mensaje que escribió en su cuenta de Twitter.
La Comisión Europea, que esta misma semana presentará un impuesto digital que afectará entre otras empresas a la red social de Zuckerberg, insistió en que las compañías deben asumir la responsabilidad del correcto tratamiento de los datos personales.
Los representantes de Facebook también deberán responder a las preguntas de los eurodiputados. El Parlamento Europeo, la institución comunitaria con cariz más político, aseguró ayer que investigará el caso. “El uso indebido de datos de usuarios de Facebook es una violación inaceptable del derecho a la privacidad de los ciudadanos”, lamentó el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani.
Caída en Wall Street
Facebook se dio este lunes un batacazo en Bolsa tras destaparse el fin de semana del escándalo de la fuga de datos y cayó más de un 7% en la sesión de Wall Street. El desplome se explica por el miedo de los inversores a que Facebook pierda usuarios y a que los países más influyentes aprueben políticas más rigurosas para proteger la privacidad del consumidor.
Ha sido su mayor caída desde 2012 y los analistas estiman que ha supuesto una pérdida de unos 32.000 millones de euros. El golpe a la red social que dirige Mark Zuckerberg causó un efecto en cadena de la actividad bursátil, con pérdidas de las grandes compañías tecnológicas como Amazon, Alphabet o Netflix.
Los sectores de la Bolsa de Nueva York marchaban todos en terreno negativo, con el de tecnología a la cabeza, con una bajada de 2,74%, seguido por la energía (1,84%) y las materias primas (1,72%).