Trump reemplaza a su secretario de Veteranos, acechado por varias polémicas
Shulkin llevaba días en la cuerda floja y será sustituido por el doctor del presidente
Joan Faus
Washington, El País
Nuevo cambio en el gabinete de Donald Trump. Tras días en la cuerda floja, el presidente reemplazó este miércoles a David Shulkin como secretario de Asuntos Veteranos y nominó para ese cargo a Ronny Jackson, el jefe del equipo médico de los últimos tres mandatarios. La salida se une al reguero de bajas en el último mes en la Casa Blanca, que han incluido el asesor de seguridad nacional, H.R. McMaster, el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el asesor económico jefe, Gary Cohn.
La Casa Blanca no especificó si Shulkin dimitió o fue despedido. Desde hace días, el jefe del departamento que coordina la asistencia médica y social a militares retirados había perdido el apoyo de Trump y su salida se daba prácticamente por segura. Sufría una guerra interna en el departamento y había sido objeto de una investigación por un uso indebido de fondos públicos.
En un comunicado, Trump dijo “apreciar” las “grandes cosas” que hizo Shulkin por los veteranos. Y definió a Jackson, que es un militar retirado, como un especialista “altamente cualificado” y conocedor de las necesidades de los veteranos de guerra.
Shulkin era una figura excepcional en el Gobierno del republicano Trump por ser el único de los altos cargos procedente de la anterior Administración del demócrata Barack Obama. Hasta que el Senado vote sobre la nominación de Jackson, será sustituido interinamente por su número dos en el Departamento de Veteranos, Robert Wilkie.
Al inicio de la nueva presidencia, Shulkin cultivó una buena relación con Trump, que lo veía como un gestor eficiente y elogiado por ambos partidos para mejorar la complicada burocracia del segundo mayor departamento federal, que asiste a más de 20 millones de veteranos y que en el pasado ha estado envuelto en polémicas por su gestión hospitalaria.
El panorama, sin embargo, cambió drásticamente para Shulkin en febrero. Una investigación interna del Departamento de Veteranos, iniciada tras una revelación periodística, concluyó que el secretario cometió “serias negligencias” durante un viaje de trabajo que hizo en 2017 a Reino Unido y Dinamarca. Determinó que Shulkin había hecho turismo, había dado información engañosa para que el viaje de su mujer también estuviera cubierto por el contribuyente estadounidense y había aceptado indebidamente como regalo unas entradas para el torneo de tenis de Wimbledon. El primer secretario de Salud, Tom Price, dimitió en septiembre por motivos parecidos.
Las explicaciones del secretario no lograron apaciguar el malestar de la Casa Blanca y a ello se le unieron problemas internos en su día a día. Chocó con parte de su equipo en el Departamento de Veteranos, que, junto a la Casa Blanca, promovía fomentar la asistencia sanitaria privada para militares retirados. En cambio, Shulkin optaba por un enfoque más moderado. Cuando afloró la investigación por su viaje a Europa, parte de su equipo la utilizó para girarse en su contra y pedir a la Casa Blanca su despido.
Joan Faus
Washington, El País
Nuevo cambio en el gabinete de Donald Trump. Tras días en la cuerda floja, el presidente reemplazó este miércoles a David Shulkin como secretario de Asuntos Veteranos y nominó para ese cargo a Ronny Jackson, el jefe del equipo médico de los últimos tres mandatarios. La salida se une al reguero de bajas en el último mes en la Casa Blanca, que han incluido el asesor de seguridad nacional, H.R. McMaster, el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el asesor económico jefe, Gary Cohn.
La Casa Blanca no especificó si Shulkin dimitió o fue despedido. Desde hace días, el jefe del departamento que coordina la asistencia médica y social a militares retirados había perdido el apoyo de Trump y su salida se daba prácticamente por segura. Sufría una guerra interna en el departamento y había sido objeto de una investigación por un uso indebido de fondos públicos.
En un comunicado, Trump dijo “apreciar” las “grandes cosas” que hizo Shulkin por los veteranos. Y definió a Jackson, que es un militar retirado, como un especialista “altamente cualificado” y conocedor de las necesidades de los veteranos de guerra.
Shulkin era una figura excepcional en el Gobierno del republicano Trump por ser el único de los altos cargos procedente de la anterior Administración del demócrata Barack Obama. Hasta que el Senado vote sobre la nominación de Jackson, será sustituido interinamente por su número dos en el Departamento de Veteranos, Robert Wilkie.
Al inicio de la nueva presidencia, Shulkin cultivó una buena relación con Trump, que lo veía como un gestor eficiente y elogiado por ambos partidos para mejorar la complicada burocracia del segundo mayor departamento federal, que asiste a más de 20 millones de veteranos y que en el pasado ha estado envuelto en polémicas por su gestión hospitalaria.
El panorama, sin embargo, cambió drásticamente para Shulkin en febrero. Una investigación interna del Departamento de Veteranos, iniciada tras una revelación periodística, concluyó que el secretario cometió “serias negligencias” durante un viaje de trabajo que hizo en 2017 a Reino Unido y Dinamarca. Determinó que Shulkin había hecho turismo, había dado información engañosa para que el viaje de su mujer también estuviera cubierto por el contribuyente estadounidense y había aceptado indebidamente como regalo unas entradas para el torneo de tenis de Wimbledon. El primer secretario de Salud, Tom Price, dimitió en septiembre por motivos parecidos.
Las explicaciones del secretario no lograron apaciguar el malestar de la Casa Blanca y a ello se le unieron problemas internos en su día a día. Chocó con parte de su equipo en el Departamento de Veteranos, que, junto a la Casa Blanca, promovía fomentar la asistencia sanitaria privada para militares retirados. En cambio, Shulkin optaba por un enfoque más moderado. Cuando afloró la investigación por su viaje a Europa, parte de su equipo la utilizó para girarse en su contra y pedir a la Casa Blanca su despido.