TÁCTICA ¡Muy bien sin Messi!

Este fue el equipo de Sampaoli: presión alta, retroceso en bloque y salida limpia, pero con superposición de volantes y falta de precisión en ataque. El examen fue aprobado: ya vendrá Leo para sumarle magia.

Repliegue defensivo compacto: los diez hombres de campo, en 20 metros.                                      
Isaias Blaiotta@isaiasblaio
Para el 'muy bien 10' faltó el 10. Argentina aprobó el difícil examen ante Italia en el Etihad Stadium sin su máxima figura: no sólo ganó -en estos amistosos, algo no determinante- sino que también sirvió para desmenuzar algunos conceptos de lo que busca Sampaoli para su equipo. Dentro de lo positivo del conjunto nacional resalta la tarea de Wilfredo Caballero (importante en la contribución a la salida, casi tanto como en las atajadas), Manuel Lanzini (sobre todo cuando se desató de la raya para jugar cerrado con Banega) y la dupla de centrales Fazio – Otamendi, fijas para el debut en Rusia.



Repliegue compacto: Una de las virtudes del seleccionado es que nunca se partió y, cuando no tuvo la pelota, entre el último hombre de campo e Higuaín no hubo más de 20 metros. Esto generó que a Italia le cueste encontrar espacios -salvo una de Insigne en la cual queda pagando Bustos y otro remate de media distancia de Ciro Immobile-. Los carrileros hicieron una gran tarea en el retroceso -Di María salió agotado- y se acoplaron a la línea de volantes centrales: Biglia fue quien se paró dos pasos más atrás para evitar el pase entrelineas e Italia apenas lastimó por esa vía.

Repliegue defensivo compacto: los diez hombres de campo, en 20 metros.
Repliegue defensivo compacto: los diez hombres de campo, en 20 metros.

Repliegue defensivo compacto: los diez hombres de campo, en 20 metros.
Repliegue defensivo compacto: los diez hombres de campo, en 20 metros.

Salida desde el fondo: Argentina tuvo más tenencia de la pelota (60.5%) y conectó más pases (670 contra 440). La fría estadística toma color al ser contrastada con lo que se vio sobre el campo de juego. Desde el minuto uno, las ideas de unos y otros fue clara: el equipo argentino recurrió a la salida limpia a través de los pies de Wilfredo Caballero, amo del primer pase, debido a la alta presión que ejerció Italia, quien intentó bloquearle a los centrales y se abroqueló con sus defensores en mitad de cancha. Argentina superó el desafío: el balón, casi siempre, salió con claridad.
Ante la presión alta de Italia, fue muy importante la tarea de Caballero con los pies.
Ante la presión alta de Italia, fue muy importante la tarea de Caballero con los pies.

Avance en líneas: Biglia como nexo más cercano con los centrales, mientras que los volante formaban por línea por detrás de Higuaín.
Avance en líneas: Biglia como nexo más cercano con los centrales, mientras que los volante formaban por línea por detrás de Higuaín.

Superposición de volantes: No quedó del todo claro de qué jugó Lo Celso. Acostumbrado a ser el '5' de salida del PSG, se pisó más de una vez con Lucas Biglia y apenas incidió en ataque. Lo mismo sucedió con Leandro Paredes. Por momentos, Argentina tenía tres futbolistas para cumplir el mismo rol: todos tienen cualidades para ser el que le dé la pelota redonda a Messi, pero el problema es que Messi no estuvo y, está claro, ni ellos ni otros pueden suplir a Leo. Sampaoli apostó por un jugador que pueda romper líneas a través de la asociación de pases por sobre un gambeteador, pero el plan falló.

Superposición de volantes: por momentos, Biglia, Paredes y Lo Celso jugaron muy pegados y se anularon.
Superposición de volantes: por momentos, Biglia, Paredes y Lo Celso jugaron muy pegados y se anularon.

Intensidad y presión alta: El gol llegó gracias a una recuperación en situación de ataque pero antes hubo cuatro o cinco ocasiones similares en las cuales, aún estando con campo y pelota a favor, los jugadores de Argentina resolvieron mal. La presión alta funcionó, pero faltó aprovechar el desconcierto del rival para llegar con peligro. La opción más viable era robar y asistir a los costados para escapadas de Di María o Lanzini: el primero no estuvo fino y el segundo no siente esa función. Por eso, los ingresos de Perotti y Pavón por las bandas tuvo más sentido para dicha tarea.

Así recuperó Argentina en el gol de Banega.
Así recuperó Argentina en el gol de Banega.

Antes del gol, Argentina también presionaba alto. Y hasta recuperó en zona de gol. El problema fue la terminación de las jugadas.
Antes del gol, Argentina también presionaba alto. Y hasta recuperó en zona de gol. El problema fue la terminación de las jugadas.

Higuaín, bien para el equipo pero lejos de arco: Argentina apenas asistió a su goleador, que entró en juego sólo para cortinar en mitad de cancha y de espaldas al arco. Cuando el delantero de Juventus giraba para picar, Buffón estaba a 40 o 50 metros. La ausencia de un jugador que rompa líneas lo obligó a retrasarse para tener contacto con la pelota, pero se estima que cuando esté Messi y Agüero, el Pipa tendrá otra función.

En el equipo tiempo, el equipo quedó varias veces partido: cuando presionaban y recuperaban, unos pocos llegaban. En esta, Perotti (izq) y Bustos (der) acompañan a Tagliafico.
En el equipo tiempo, el equipo quedó varias veces partido: cuando presionaban y recuperaban, unos pocos llegaban. En esta, Perotti (izq) y Bustos (der) acompañan a Tagliafico.

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