¿Qué cambió en Argentina con los cambios?

Lo mejor de Argentina llegó cuando Sampaoli mandó a Pavón por derecha e hizo cerrar a Lanzini: cerca de Banega, el hombre del West Ham mostró credenciales para ser una alternativa en Rusia.

Isaias Blaiotta @isaiasblaio
iblaiotta@ole.com.ar
Ante Italia jugó ‘el equipo de Sampaoli’. Es que la intempestiva baja de Lionel Messi obligó al entrenador a recurrir a su plan B y el abanico de posibilidades era amplio. Entre todas las posiciones que tenía a su merced, el casildense optó por la de Giovani Lo Celso, quien desde el pizarrón intentó ocupar la posición de Messi –mediapunta- aunque en la práctica mutó a un volante central o hasta interno que recién se soltó en el segundo tiempo, cuando Italia quebró la mitad de la cancha y el partido se hizo más fluido.


Sin embargo, y esta vez es justo remarcarlo, la victoria es consecuencia de algunos cambios de Sampaoli. No sólo de nombres, sino también posicionales. Porque las mejores pinceladas de Manuel Lanzini se vieron cuando pasó a jugar por adentro, porque Diego Perotti en el rato que jugó fue más incisivo que Di María, porque Ever Banega mostró pie firme en la distribución –Paredes, que venía regular se pinchó después de regalarle un mano a mano a Italia a los dos minutos del complemento- y hasta contribuyó con su gol. Estarán quienes le caigan porque no se la jugó por un rato de Lautaro Martínez –único punta que tenía en el banco-, esta vez hubo buena mano del DT.

Nombres y piezas: funciones y roles.

ST 18’ Diego Perotti (24) x Angel Di María: El de la Roma ingresó como carrilero por izquierda (mismo sector que Fideo) para aportar vértigo. Tuvo una buena diagonal y una ocasión de gol con un remate. A diferencia del hombre del PSG, Perotti tuvo más tendencia a ir desde afuera hacia adentro, mientras que Di María resolvió (casi) siempre de manera directa hacia la línea de fondo y enviando el centro del área que (casi) nunca encontró una cabeza amiga.

ST 18’ Ever Banega (19) x Leandro Paredes: El volante del Sevilla, que tenía chances de ser titular en lugar de Messi, ingresó como segundo volante central. Con él, Argentina ganó más despliegue y, principalmente, actitud y atrevimiento para jugar y buscar algún pase entrelíneas. Es que la merma en el nivel de Paredes después del minuto 2 del segundo tiempo fue muy evidente: el hombre del Zenit venía redondeando una actuación con buenas y malas, pero protagonizó un yerro que pudo costar el gol de Italia y se pinchó anímicamente. Banega, además, anotó el gol en una jugada que tuvo mucho de animarse e ir para adelante. Bien por él.

ST 30’ Cristian Pavón (21) x Giovani Lo Celso: Definitivamente, Jorge Sampaoli imagina a Pavón como carrilero por derecha y con la obligación de retroceder para colaborar con la marca. Con su ingreso, Manu Lanzini pasó a ocupar el núcleo de la cancha y ahí se vio su mejor versión al asociarse con Banega: el del West Ham, metido de lleno en la zona de gestación –durante el primer tiempo sólo recibió pegado a la raya para jugar el mano a mano- mostró detalles interesantes. Ese es Lanzini: una opción como volante central o enlace.

ST 42’ Gabriel Mercado (2) x Fabricio Bustos: Puesto por puesto, apenas entró en juego. A Gaby (para bien de Sampaoli y los argentinos) le salió un rival que pujará por quedarse con el lateral derecho. Y, dicen los que saben, la competencia interna potencia a las individualidades.

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