La teoría de Stephen Hawking sobre el penal perfecto que dio la vuelta al mundo
Redacción, AS
El recientemente fallecido Stephen Hawking también realizó estudios relacionados con el fútbol. Concretamente en 2014, justo antes del Mundial de Brasil, analizó los datos de los campeonatos del mundo para determinar en qué condiciones podría tener posibilidades de alzarse con el título la selección de Inglaterra.
El físico explicó que "como todos los animales, el equipo de Inglaterra es un animal de costumbres" y que "estar cerca de casa reduce el impacto negativo de las diferencias culturales y del jetlag". Se basó en elementos como el clima o la distancia del viaje para sacar conclusiones: "Un aumento de cinco grados reduce las opciones de victoria en un 59% y tenemos el doble de opciones su jugamos por debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar".
Pero también tuvo en cuenta otras estadísticas, como que Inglaterra tenía más posibilidades de ganar cuando jugaba con su equipación roja o cuando utilizaba el 4-3-3 como sistema en lugar del 4-4-2. Además, explicó que ante Uruguay (segundo encuentro de la fase de grupos) les beneficiaría un árbitro europeo: "Necesitamos un árbitro europeo, son más empáticos con el fútbol inglés que con bailarinas como Luis Suárez". A pesar de sus estimaciones, jugaron de blanco con un 4-5-1 y les arbitró Velasco Carballo, siendo el resultado final de 2-1 a favor del combinados sudamericano gracias a dos goles de Luis Suárez (Rooney marcó para Inglaterra). La selección inglesa no pasaría de la primera fase tras lograr únicamente un punto.
Pero Hawking también explicó la 'Teoría del penalti perfecto'. Tras recabar datos, llegó a la conclusión de que "el 84% de los penaltis lanzados" altos y a la escuadra entran. Contó que debían rematarse con el interior del pie y con velocidad (la cual "no es nada sin colocación"), pero también determinó que aunque no hay evidencias de que tenga más opciones de meter una pena máxima un jugador zurdo o un jugador diestro, sí que tienen más opciones de convertir el lanzamiento los futbolistas calvos o rubios, aunque finalmente bromeó al respecto: "Esto seguirá siendo uno de los grandes misterios de la ciencia".
El recientemente fallecido Stephen Hawking también realizó estudios relacionados con el fútbol. Concretamente en 2014, justo antes del Mundial de Brasil, analizó los datos de los campeonatos del mundo para determinar en qué condiciones podría tener posibilidades de alzarse con el título la selección de Inglaterra.
El físico explicó que "como todos los animales, el equipo de Inglaterra es un animal de costumbres" y que "estar cerca de casa reduce el impacto negativo de las diferencias culturales y del jetlag". Se basó en elementos como el clima o la distancia del viaje para sacar conclusiones: "Un aumento de cinco grados reduce las opciones de victoria en un 59% y tenemos el doble de opciones su jugamos por debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar".
Pero también tuvo en cuenta otras estadísticas, como que Inglaterra tenía más posibilidades de ganar cuando jugaba con su equipación roja o cuando utilizaba el 4-3-3 como sistema en lugar del 4-4-2. Además, explicó que ante Uruguay (segundo encuentro de la fase de grupos) les beneficiaría un árbitro europeo: "Necesitamos un árbitro europeo, son más empáticos con el fútbol inglés que con bailarinas como Luis Suárez". A pesar de sus estimaciones, jugaron de blanco con un 4-5-1 y les arbitró Velasco Carballo, siendo el resultado final de 2-1 a favor del combinados sudamericano gracias a dos goles de Luis Suárez (Rooney marcó para Inglaterra). La selección inglesa no pasaría de la primera fase tras lograr únicamente un punto.
Pero Hawking también explicó la 'Teoría del penalti perfecto'. Tras recabar datos, llegó a la conclusión de que "el 84% de los penaltis lanzados" altos y a la escuadra entran. Contó que debían rematarse con el interior del pie y con velocidad (la cual "no es nada sin colocación"), pero también determinó que aunque no hay evidencias de que tenga más opciones de meter una pena máxima un jugador zurdo o un jugador diestro, sí que tienen más opciones de convertir el lanzamiento los futbolistas calvos o rubios, aunque finalmente bromeó al respecto: "Esto seguirá siendo uno de los grandes misterios de la ciencia".