La riqueza de Trump se rebaja en 400 millones de dólares desde que es presidente
Los vaivenes comerciales y sus posiciones políticas están afectando su fortuna, según 'Forbes'
Joan Faus
Washington, El País
Uno de los moldes que rompió Donald Trump como candidato electoral fue alardear de su riqueza. “Soy realmente rico”, se jactó en junio de 2015 al anunciar su candidatura a la presidencia. Si durante la anterior campaña presidencial, el candidato republicano Mitt Romney trató de ocultar su fortuna por temor a ser etiquetado de elitista, Trump hizo lo contrario: exhibió su avión privado, sus clubs de golf, hoteles, etc. Pero, a la vez, sin tratar de parecer lejano del estadounidense corriente, por ejemplo presumiendo de su pasión por la comida basura. Su objetivo era postularse como un candidato aspiracional.
En su primer año como presidente, sin embargo, Trump se ha hecho menos rico. A lo largo de su carrera, el magnate inmobiliario ha asegurado tener más dinero del que realmente le estimaban centros independientes. Según los últimos cálculos de la revista Forbes, la fortuna del republicano descendió en unos 400 millones de dólares desde enero de 2017, cuando se convirtió en inquilino de la Casa Blanca.
Su riqueza total es de 3.100 millones de dólares, la mitad procedente de bienes inmobiliarios en Nueva York. La cifra queda muy alejada de los 10.000 millones que Trump aseguró poseer cuando anunció su candidatura electoral. Para hacerse una idea, el hombre más rico del mundo, según Forbes, es Jeff Bezos, el fundador de Amazon, con una fortuna de 112.000 millones de dólares.
Nadie duda, en cualquier caso, de que Trump es un multimillonario y el mandatario más rico de la historia de Estados Unidos. En 2016, la riqueza de Trump también cayó, según los pronósticos de la revista. En cambio, irónicamente en seis de los ocho años de presidencia de su antecesor, el demócrata Barack Obama, cuyo legado ha dilapidado ferozmente, la fortuna del republicano ascendió progresivamente.
Forbes cita una serie de factores que explican los peores datos económicos de Trump en 2017. El valor de la Torre Trump, su icónico rascacielos en el que vivía y trabajaba en Nueva York, ha caído en 41 millones de dólares fruto de la expansión del comercio online que ha rebajado el precio de los alquileres comerciales en la Quinta Avenida.
Al asumir la presidencia, Trump cedió el control de sus negocios a sus hijos y prometió no hacer operaciones en el extranjero. Pero declinó establecer un fondo fideicomiso completo que le desvinculara del todo de su telaraña empresarial, por lo que nada asegura que no puede influir en las decisiones empresariales. Además, como mandatario hace frecuentemente una publicidad implícita de sus propiedades, lo que aviva el temor a un conflicto de intereses
Las posiciones políticas de Trump, que arrastra la popularidad más baja al inicio de un mandato en décadas recientes, están afectando sus negocios para bien y para mal. Los ingresos han subido un 5% en tres clubs de golf del presidente en Estados que votaron por él en los comicios de 2016, según los cálculos de Forbes. Pero los ingresos han caído en sus propiedades en California, un feudo demócrata, y en Escocia.
También se ha rebajado en 50 millones de dólares el valor de las licencias hoteleras del presidente. La presión de los inversores ha propiciado que se retire el nombre de Trump en sus hoteles en Toronto, Nueva York y Ciudad de Panamá. Sin embargo, otros de sus edificios en Nueva York y California han ganado valor económico en el último año.
Joan Faus
Washington, El País
Uno de los moldes que rompió Donald Trump como candidato electoral fue alardear de su riqueza. “Soy realmente rico”, se jactó en junio de 2015 al anunciar su candidatura a la presidencia. Si durante la anterior campaña presidencial, el candidato republicano Mitt Romney trató de ocultar su fortuna por temor a ser etiquetado de elitista, Trump hizo lo contrario: exhibió su avión privado, sus clubs de golf, hoteles, etc. Pero, a la vez, sin tratar de parecer lejano del estadounidense corriente, por ejemplo presumiendo de su pasión por la comida basura. Su objetivo era postularse como un candidato aspiracional.
En su primer año como presidente, sin embargo, Trump se ha hecho menos rico. A lo largo de su carrera, el magnate inmobiliario ha asegurado tener más dinero del que realmente le estimaban centros independientes. Según los últimos cálculos de la revista Forbes, la fortuna del republicano descendió en unos 400 millones de dólares desde enero de 2017, cuando se convirtió en inquilino de la Casa Blanca.
Su riqueza total es de 3.100 millones de dólares, la mitad procedente de bienes inmobiliarios en Nueva York. La cifra queda muy alejada de los 10.000 millones que Trump aseguró poseer cuando anunció su candidatura electoral. Para hacerse una idea, el hombre más rico del mundo, según Forbes, es Jeff Bezos, el fundador de Amazon, con una fortuna de 112.000 millones de dólares.
Nadie duda, en cualquier caso, de que Trump es un multimillonario y el mandatario más rico de la historia de Estados Unidos. En 2016, la riqueza de Trump también cayó, según los pronósticos de la revista. En cambio, irónicamente en seis de los ocho años de presidencia de su antecesor, el demócrata Barack Obama, cuyo legado ha dilapidado ferozmente, la fortuna del republicano ascendió progresivamente.
Forbes cita una serie de factores que explican los peores datos económicos de Trump en 2017. El valor de la Torre Trump, su icónico rascacielos en el que vivía y trabajaba en Nueva York, ha caído en 41 millones de dólares fruto de la expansión del comercio online que ha rebajado el precio de los alquileres comerciales en la Quinta Avenida.
Al asumir la presidencia, Trump cedió el control de sus negocios a sus hijos y prometió no hacer operaciones en el extranjero. Pero declinó establecer un fondo fideicomiso completo que le desvinculara del todo de su telaraña empresarial, por lo que nada asegura que no puede influir en las decisiones empresariales. Además, como mandatario hace frecuentemente una publicidad implícita de sus propiedades, lo que aviva el temor a un conflicto de intereses
Las posiciones políticas de Trump, que arrastra la popularidad más baja al inicio de un mandato en décadas recientes, están afectando sus negocios para bien y para mal. Los ingresos han subido un 5% en tres clubs de golf del presidente en Estados que votaron por él en los comicios de 2016, según los cálculos de Forbes. Pero los ingresos han caído en sus propiedades en California, un feudo demócrata, y en Escocia.
También se ha rebajado en 50 millones de dólares el valor de las licencias hoteleras del presidente. La presión de los inversores ha propiciado que se retire el nombre de Trump en sus hoteles en Toronto, Nueva York y Ciudad de Panamá. Sin embargo, otros de sus edificios en Nueva York y California han ganado valor económico en el último año.