La incertidumbre de Isco

Ha dejado de ser titular para Zidane; Lucas Vázquez y Asensio están ahora por delante. Sólo ha sido titular en cuatro de las últimas diez jornadas.

Manu de Juan
As
Isco vive hoy en día en un mar de incertidumbre. El tramo final del curso pasado y el inicial de éste parecían haber desterrado del todo los fantasmas existentes sobre su rol de titular en el Madrid, pero algo se ha torcido y, a día de hoy, no estaría entre los once elegidos de Zidane si mañana el técnico debe componer un equipo para jugar un partido decisivo. Entró en el equipo titular en la ida de octavos de Champions ante el PSG (3-1), pero se cayó del de vuelta, en el que sí entraron Lucas Vázquez y Asensio, constatando que ambos han adelantado al malagueño en la cabeza de Zidane. Sólo ha sido titular en cuatro de las últimas diez jornadas de Liga y el panorama para lo que queda de temporada no es el mejor para él, aunque ya logró cambiar la dinámica en el pasado y puede volver a hacerlo.


La situación hace un año era parecida. Tras un primer tramo de temporada en el que jugó menos de lo deseable, llegó a insinuar que saldría del Madrid si no lograba tener los minutos que esperaba: “Tengo 24 años y si no encuentro un sitio en el once titular, me gustaría dar un paso al frente”. Pero Bale se lesionó, Isco empezó a entrar en el once mucho más habitualmente y Zidane demostró que, en esa batalla que libraba el andaluz con James, era Isco el que había salido ganador. Todavía se empeñó Zidane en darle una última oportunidad a Bale en el Clásico de Liga, al que llegó lesionado (“Él me dijo que estaba bien…”, se explicó Zidane entonces, tras dejar el galés el campo a la media hora), pero Isco fue fundamental en el tramo final de Liga, como parte tanto de la Unidad A como de la B, y en el Día D, la final de Champions en Cardiff ante la Juventus, fue de la partida desde el inicio, brillando en el segundo tiempo.

Un cambio de rumbo que terminó de convencer al malagueño de que sería importante para Zidane: renovó su contrato hasta 2022 con una cláusula de 700 millones de euros. Empezó esta temporada a gran nivel, brillando con el Madrid y con España (hizo un doblete en el fundamental 3-0 a Italia del Bernabéu), pero perdió fuelle y sus números también se han resentido: desde agosto y hasta diciembre hizo cinco goles y dio otros cinco; en lo que va de 2018, apenas ha marcado dos tantos y dado otros dos. Su último gol data del 3 de febrero, en casa del Levante (2-2).

Al Madrid le quedan por delante nueve partidos de Liga y, si llegase hasta la final de Kiev, cinco de Champions League. Un total de 14 encuentros, aunque de muy diferente pelaje: la clave estará en ver si es más habitual en los de Liga, con el Madrid a un mundo del Barça y con la Champions prácticamente asegurada, o en los de Champions, decisivos en el único título que le queda al Madrid en juego este curso, la tabla de salvación a una temporada mediocre.

Su puesto con la Selección no peligra, pues acumula una buena cantidad de minutos en el Madrid y dado que Lopetegui es un enamorado del juego del malagueño. De hecho, si en verano opta por un cambio de aires, el Mundial podría ser el escaparate definitivo para que algún equipo se lance a por él. Aunque ya saben por toda Europa que el Madrid no lo pondrá fácil. La cláusula de 700 millones obliga a un traspaso importante. Aunque todo eso sería si Isco no le ha dado antes la vuelta a la tortilla, algo que ya consiguió en el pasado.

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