FÓRMULA UNO / La primera fiesta de Hamilton
El modo ‘party’ de su Mercedes funcionó en clasificación. Pole número 73 del inglés, récord de Albert Park, con Sainz noveno y Alonso que saldrá décimo.
Manuel Franco
As
Hacía daño la lluvia por la mañana, parecía que iba a romper los cristales de la habitación del hotel Crown en el que un piloto asturiano se despertaba con la ilusión de empezar la primera de las batallas. Dieciocho veces ha viajado a Melbourne, en 17 ha pilotado en una sesión clasificatoria. Al mirar hacia los rascacielos y el río Yarra, Fernando Alonso debió esbozar una sonrisa. Lluvia. Dedos cruzados. Y en los terceros libres se pudo comprobar que si hubiera continuado la lluvia hubiéramos sido felices en mucho tiempo. Pero no. La ilusión se volvió decepción. Otra vez. La ciudad de las cuatro estaciones llaman a Melbourne los veteranos del oficio. Y de nuevo volvió a ser verdad. Mientras todo eso pasaba, Lewis Hamilton no miraba ni al cielo. Le daba igual. Sabe que está invitado a la fiesta pase lo que pase.
Tras la lluvia, antes de la calificación, el sol empezó a salir tímidamente, las nubes negras fueron primero grises, blancas después. Seco. En la Q1, todo bien, buenos tiempos y entra sexto. En la Q2. Nada. “Está bien, está bien”. Alonso se queda a una décima de entrar en la Q3, undécimo y décimo en parrilla el piloto asturiano por la sanción a Valtteri Bottas por sustituir la caja de cambios, justo por delante de su compañero Stoffel Vandoorne, al que solo sacó una décima cuando durante el resto de sesiones había sido bastante mas rápido que el belga. El español cometió un error en una frenada en el primer sector, perdió unas cuatro décimas, y se quedó fuera de la Q3 en la primera carrera del año.
Una decepción, esperemos que la primera y la última de este año. El pasado fue decimotercero a 2,2 segundos, este año undécimo a 1,7 que hubiera sido menos sin ese fallo. Peor de lo esperado por los optimistas en cualquier caso. Ahora habrá que ver en la carrera de que es capaz el astur, elige ruedas con las que empezar y está tranquilo. Mi percepción es que si termina la carrera puede lograr un buen resultado.
Es solo una sospecha y quizá un deseo, pero la certeza llegó ya en la sesión clasificatoria con Carlos Sainz. Entro séptimo en Q1 y en la Q2 hizo una vuelta magnífica para pasar en esa misma posición, el primero más allá de los que luchan por la Champions. Por delante, Hamilton dominó la Q1, Vettel la Q2 y al momento de la verdad llegaban ambos y los Red Bull con opciones de lograr la pole. Se la quedó finalmente, tal y como se esperaba el actual campeón del mundo que ya tiene 73, al final montó la fiesta, la primera de la temporada.
En la Q3 solo los tres mejores equipos tenían neumáticos para hacer el primer intento, ahí Hamilton era primero con Vettel a… 34 milésimas. Después todos a pista, Grosjean que casi se lleva por delante a Sainz en una de las gracias del francés. El Ferrari del alemán que sale el último. Ventaja. Baterías cargadas, modos fiestas y demás cositas preparadas. Y a volar. Sainz solo puede ser finalmente noveno tras los Haas y su compañero Hulkenberg. Hamilton vuela de verdad. Récord de pole. Segundo… Raikkonen por delante de Vettel y los dos Red Bull. Seis décimas al segundo. Parecía, pero no. Alonso mira la tele en la caseta de McLaren. En Mercedes Lauda se abraza a Wolff. Pole. Otra vez… la fiesta de Hamilton.
Manuel Franco
As
Hacía daño la lluvia por la mañana, parecía que iba a romper los cristales de la habitación del hotel Crown en el que un piloto asturiano se despertaba con la ilusión de empezar la primera de las batallas. Dieciocho veces ha viajado a Melbourne, en 17 ha pilotado en una sesión clasificatoria. Al mirar hacia los rascacielos y el río Yarra, Fernando Alonso debió esbozar una sonrisa. Lluvia. Dedos cruzados. Y en los terceros libres se pudo comprobar que si hubiera continuado la lluvia hubiéramos sido felices en mucho tiempo. Pero no. La ilusión se volvió decepción. Otra vez. La ciudad de las cuatro estaciones llaman a Melbourne los veteranos del oficio. Y de nuevo volvió a ser verdad. Mientras todo eso pasaba, Lewis Hamilton no miraba ni al cielo. Le daba igual. Sabe que está invitado a la fiesta pase lo que pase.
Tras la lluvia, antes de la calificación, el sol empezó a salir tímidamente, las nubes negras fueron primero grises, blancas después. Seco. En la Q1, todo bien, buenos tiempos y entra sexto. En la Q2. Nada. “Está bien, está bien”. Alonso se queda a una décima de entrar en la Q3, undécimo y décimo en parrilla el piloto asturiano por la sanción a Valtteri Bottas por sustituir la caja de cambios, justo por delante de su compañero Stoffel Vandoorne, al que solo sacó una décima cuando durante el resto de sesiones había sido bastante mas rápido que el belga. El español cometió un error en una frenada en el primer sector, perdió unas cuatro décimas, y se quedó fuera de la Q3 en la primera carrera del año.
Una decepción, esperemos que la primera y la última de este año. El pasado fue decimotercero a 2,2 segundos, este año undécimo a 1,7 que hubiera sido menos sin ese fallo. Peor de lo esperado por los optimistas en cualquier caso. Ahora habrá que ver en la carrera de que es capaz el astur, elige ruedas con las que empezar y está tranquilo. Mi percepción es que si termina la carrera puede lograr un buen resultado.
Es solo una sospecha y quizá un deseo, pero la certeza llegó ya en la sesión clasificatoria con Carlos Sainz. Entro séptimo en Q1 y en la Q2 hizo una vuelta magnífica para pasar en esa misma posición, el primero más allá de los que luchan por la Champions. Por delante, Hamilton dominó la Q1, Vettel la Q2 y al momento de la verdad llegaban ambos y los Red Bull con opciones de lograr la pole. Se la quedó finalmente, tal y como se esperaba el actual campeón del mundo que ya tiene 73, al final montó la fiesta, la primera de la temporada.
En la Q3 solo los tres mejores equipos tenían neumáticos para hacer el primer intento, ahí Hamilton era primero con Vettel a… 34 milésimas. Después todos a pista, Grosjean que casi se lleva por delante a Sainz en una de las gracias del francés. El Ferrari del alemán que sale el último. Ventaja. Baterías cargadas, modos fiestas y demás cositas preparadas. Y a volar. Sainz solo puede ser finalmente noveno tras los Haas y su compañero Hulkenberg. Hamilton vuela de verdad. Récord de pole. Segundo… Raikkonen por delante de Vettel y los dos Red Bull. Seis décimas al segundo. Parecía, pero no. Alonso mira la tele en la caseta de McLaren. En Mercedes Lauda se abraza a Wolff. Pole. Otra vez… la fiesta de Hamilton.