El Fulham, contra la maldición de Michael Jackson
El club inglés lucha por volver a la Premier League y dejar atrás por fin el fantasma de la estatua del rey del pop retirada de su estadio
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El Fulham milita desde la temporada 2014-15 en la Championship inglesa, la segunda división del país británico y va ya por la cuarta temporada luchando por regresar a la Premier. Esta temporada, el conjunto entrenado por Slavisa Jokanovic, exjugador de Tenerife, Deportivo, Oviedo y Ciudad de Murcia y que ha despertado el interés del Chelsea, marcha en puestos de playoff de ascenso después de un mal inicio y una progresiva remontada que ya le tiene entre los seis primeros e incluso con opciones de ascender de forma directa a la máxima categoría inglesa.
El club londinense, con un fútbol atractivo y con jugadores como Tom Cairney o Ryan Sessegnon, -una de las perlas de la prolífica cantera inglesa-, que han despertado el interés de grandes equipos de la Premier e incluso del Real Madrid, lucha por volver a la primera división inglesa desde hace cuatro temporadas en una categoría extremadamente difícil e intentando sobreponerse a la maldición de Michael Jackson que lleva sobrevolando por Craven Cottage desde hace ya casi cinco años.
Craven Cottage, hogar del Fulham, es el típico estadio inglés, con su forma cuadrada, sus cuatro gradas y sus esquinas al aire libre, sin esas curvas que se han ido imponiendo en los últimos tiempos en cualquier campo de fútbol. Además, su tribuna, a orillas del Támesis, fue declarada ‘Patrimonio de la ciudad de Londres’, por lo que cualquier modificación de su fachada o de sus asientos de madera tiene que ser tramitada por las autoridades londinenses.
Pero no son estas peculiaridades las que han hecho que la entidad, el equipo y la afición luchen por olvidar el fantasma de Michael Jackson. En el año 2011, el entonces propietario del club, Mohamed Al-Fayed, el que fue dueño de los conocidos almacenes Harrods de la capital británica, instaló en los aledaños del estadio una estatua de la imagen del cantante de unos dos metros de altura y que recreaba al rey del pop.
Michael Jackson no era aficionado del Fulham, ni siquiera podría decirse que fuese un gran aficionado al fútbol, pero tenía una gran amistad con Al-Fayed. Esto le hizo visitar en alguna ocasión Craven Cottage y al dueño del club le dio pie para instalar la estatua a orillas del Támesis y del estadio del equipo.
La estatua fue recogida por los aficionados con extrañeza, pero la marcha tranquila del club en la Premier, jugando esa temporada Europa League y luchando por avanzar rondas en la FA Cup y en la Copa de la Liga hizo que tampoco hubiese mucha oposición a la recreación de Michael Jackson.
Sin embargo, todo cambió cuando la propiedad del club pasó a manos del magnate Shahid Khan, también dueño de los Jaguars de la NFL. En 2013, Khan decidió que la estatua del cantante era un exceso y no representaba nada relacionado con el Fulham, por lo que decidió devolvérsela a su artífice, Al-Fayed. Nada hacía suponer que la suerte del Fulham iba a cambiar de forma radical.
Porque fue quitar la estatua y el Fulham se vino abajo. Esa temporada, y tras 13 temporadas consecutivas en la Premier, el club londinense quedó penúltimo y perdió la categoría. Casualidad o no, fue desaparecer la estatua de Craven Cottage y bajar el Fulham a la Championship. “Esa estatua era un encanto y la suerte que traía para el club ha sido eliminada y ahora tenemos que pagar el precio”, indicó el expropietario Al Fayed, una vez que se consumó el descenso del club londinense. El empresario egipcio lo tenía claro. Todo había pasado por la maldición de Michael Jackson.
Maldición que de alguna forma sigue vigente aún hoy. El conjunto blanquinegro lleva ya cuatro temporadas en la segunda división luchando por regresar a la Premier. Las dos primeras temporadas, para más inri, estuvieron bordeando el descenso a la League One, la tercera división. La pasada temporada sí logró jugar el playoff de ascenso, donde terminó cayendo frente al Reading; y esta campaña marcha en puestos que dan acceso al playoff con posibilidades de ascenso a la Premier.
La dinámica del equipo de Jokanovic invita a pensar que el Fulham estará en la pelea por regresar a la máxima categoría inglesa. Suma ya 15 partidos sin perder, no pierde en Liga desde el 16 de diciembre del pasado año y cada vez mira con mayor optimismo la posibilidad de ascender.
Deportivamente, hay razones para pensar en volver a la Premier la temporada que viene, pero si la dirección del Fulham cree en las casualidades o es supersticiosa, bien haría en contactar con el National Football Museum ubicado en Manchester (Al-Fayed donó la figura previa petición del propio museo) para recuperar la estatua del rey del pop. ¿Y si el retorno del Fulham a la Premier depende de Michael Jackson?
El Fulham milita desde la temporada 2014-15 en la Championship inglesa, la segunda división del país británico y va ya por la cuarta temporada luchando por regresar a la Premier. Esta temporada, el conjunto entrenado por Slavisa Jokanovic, exjugador de Tenerife, Deportivo, Oviedo y Ciudad de Murcia y que ha despertado el interés del Chelsea, marcha en puestos de playoff de ascenso después de un mal inicio y una progresiva remontada que ya le tiene entre los seis primeros e incluso con opciones de ascender de forma directa a la máxima categoría inglesa.
El club londinense, con un fútbol atractivo y con jugadores como Tom Cairney o Ryan Sessegnon, -una de las perlas de la prolífica cantera inglesa-, que han despertado el interés de grandes equipos de la Premier e incluso del Real Madrid, lucha por volver a la primera división inglesa desde hace cuatro temporadas en una categoría extremadamente difícil e intentando sobreponerse a la maldición de Michael Jackson que lleva sobrevolando por Craven Cottage desde hace ya casi cinco años.
Craven Cottage, hogar del Fulham, es el típico estadio inglés, con su forma cuadrada, sus cuatro gradas y sus esquinas al aire libre, sin esas curvas que se han ido imponiendo en los últimos tiempos en cualquier campo de fútbol. Además, su tribuna, a orillas del Támesis, fue declarada ‘Patrimonio de la ciudad de Londres’, por lo que cualquier modificación de su fachada o de sus asientos de madera tiene que ser tramitada por las autoridades londinenses.
Pero no son estas peculiaridades las que han hecho que la entidad, el equipo y la afición luchen por olvidar el fantasma de Michael Jackson. En el año 2011, el entonces propietario del club, Mohamed Al-Fayed, el que fue dueño de los conocidos almacenes Harrods de la capital británica, instaló en los aledaños del estadio una estatua de la imagen del cantante de unos dos metros de altura y que recreaba al rey del pop.
Michael Jackson no era aficionado del Fulham, ni siquiera podría decirse que fuese un gran aficionado al fútbol, pero tenía una gran amistad con Al-Fayed. Esto le hizo visitar en alguna ocasión Craven Cottage y al dueño del club le dio pie para instalar la estatua a orillas del Támesis y del estadio del equipo.
La estatua fue recogida por los aficionados con extrañeza, pero la marcha tranquila del club en la Premier, jugando esa temporada Europa League y luchando por avanzar rondas en la FA Cup y en la Copa de la Liga hizo que tampoco hubiese mucha oposición a la recreación de Michael Jackson.
Sin embargo, todo cambió cuando la propiedad del club pasó a manos del magnate Shahid Khan, también dueño de los Jaguars de la NFL. En 2013, Khan decidió que la estatua del cantante era un exceso y no representaba nada relacionado con el Fulham, por lo que decidió devolvérsela a su artífice, Al-Fayed. Nada hacía suponer que la suerte del Fulham iba a cambiar de forma radical.
Porque fue quitar la estatua y el Fulham se vino abajo. Esa temporada, y tras 13 temporadas consecutivas en la Premier, el club londinense quedó penúltimo y perdió la categoría. Casualidad o no, fue desaparecer la estatua de Craven Cottage y bajar el Fulham a la Championship. “Esa estatua era un encanto y la suerte que traía para el club ha sido eliminada y ahora tenemos que pagar el precio”, indicó el expropietario Al Fayed, una vez que se consumó el descenso del club londinense. El empresario egipcio lo tenía claro. Todo había pasado por la maldición de Michael Jackson.
Maldición que de alguna forma sigue vigente aún hoy. El conjunto blanquinegro lleva ya cuatro temporadas en la segunda división luchando por regresar a la Premier. Las dos primeras temporadas, para más inri, estuvieron bordeando el descenso a la League One, la tercera división. La pasada temporada sí logró jugar el playoff de ascenso, donde terminó cayendo frente al Reading; y esta campaña marcha en puestos que dan acceso al playoff con posibilidades de ascenso a la Premier.
La dinámica del equipo de Jokanovic invita a pensar que el Fulham estará en la pelea por regresar a la máxima categoría inglesa. Suma ya 15 partidos sin perder, no pierde en Liga desde el 16 de diciembre del pasado año y cada vez mira con mayor optimismo la posibilidad de ascender.
Deportivamente, hay razones para pensar en volver a la Premier la temporada que viene, pero si la dirección del Fulham cree en las casualidades o es supersticiosa, bien haría en contactar con el National Football Museum ubicado en Manchester (Al-Fayed donó la figura previa petición del propio museo) para recuperar la estatua del rey del pop. ¿Y si el retorno del Fulham a la Premier depende de Michael Jackson?
