Dybala salva a la Juve en el Olímpico sobre la bocina

La Vecchia Signora sufrió para batir al Lazio: el gol del argentino en el minuto 93 vale tres puntos de oro en la pelea por el Scudetto.

Mirko Calemme
As
Una Juventus inmortal sumó su décima victoria consecutiva en la Serie A gracias a un tanto a pocos instantes del pitido final de Paulo Dybala, que tumbó al Lazio tras un partido durísimo para el campeón de Italia. El triunfo es vital para el duelo por el scudetto con el Nápoles.


Sin Higuaín, Bernardeschi, Cuadrado y De Sciglio, Allegri tuvo que pasar al 3-5-2 con Mandžukic y Dybala en la delantera, ambos todavía lejos de su mejor condición física. Inzaghi, por su parte, tuvo que renunciar al sancionado Marusic y a Basta, que se lesionó a pocas horas del enfrentamiento, saliendo de inicio con el joven defensa Luiz Felipe y Lukaku en la banda izquierda.

Los biancocelesti tuvieron el mando del partido en la primera mitad, no dejando a la Vecchia Signora ni un remate a puerta (algo que en este curso sólo le había ocurrido una vez). El conjunto local se acercó varias veces a la portería de Buffon con Milinkovic-Savic, Immobile y Luis Alberto. La Juve sólo se vio cuando Lukaku cabeceó en propia puerta un córner de Dybala, pero el árbitro anuló enseguida el tanto por una falta de Rugani sobre Radu.

Viendo a los suyos en apuros, Allegri cambió de dibujo pasando al 4-3-3 y colocando a Barzagli de lateral derecho. En el comienzo de la reanudación también quitó a Lichtsteiner, sustituyéndolo con Douglas Costa, que completó el tridente con la Joya y Mandžukic. Los capitalinos, que entresemana jugaron los 120 minutos de la semifinal de Copa italiana ante el Milán (perdida tras los penaltis), siguieron apretando hasta que pudieron (y pidieron penalti por una posible falta de Benatia sobre Leiva), pero llegaron al final del partido sin fuerzas.

El plan de Allegri era justo este: aguantar y esperar el momento perfecto para tumbar a un rival sin energías. Para el último cuarto de hora el técnico también sacó a Alex Sandro, y los bianconeri empezaron a apretar en busca del gol decisivo, que llegó sobre la bocina. En el 93’, último minuto del descuento, Dybala penetró en el área resistiendo a una carga de Parolo y batió a Strakosha, firmando su diana número 15 de esta Serie A. Sin duda, la más importante: el argentino, que llevaba desde diciembre sin marcar goles en campeonato debido a su lesión, desató la fiesta de sus compañeros y, a la vez, silenció al San Paolo, que esta noche albergará el Nápoles-Roma y cuyos tifosi estaban listos para celebrar el empate del campeón de Italia. Para conservar la ventaja de 4 puntos (con un partido más), a los azzurri le tocará batir al equipo de Di Francesco: porque la Juve nunca para, ni cuando sufre.

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