Di María sigue manteniendo el ángel: 13 goles en 2018

El argentino volvió a marcar en la victoria del PSG ante el Troyes a cuatro días de enfrentarse a su exequipo en la vuelta de octavos de Champions.

Marco Ruiz
As
Con Neymar en Brasil y con Cavani, Mbappé, Verrati y Marquinhos en París. Así se presentó el PSG de Emery en Troyes para visitar al antepenúltimo clasificado de la tabla. Después de la tensión de los dos clásicos ante el Marsella, que dejaron al equipo huérfano de Neymar, el partido ante el Troyes casi no existía en la cabeza de los parisinos. En su once sólo había cinco hombres que serán titulares ante el Madrid: Areola, Thiago Silva, Lass, Rabiot y Di María.


A estas alturas Di María es la gran esperanza del PSG ante el Madrid. Es el jugador más entonado de la plantilla en 2018. Trece goles en 15 partidos, más que Neymar, y más que Cavani y Mbappé juntos. Y aun así Emery no lo reservó. Con él arriba formaron el canterano Nkunku y Draxler. El argentino jugó en la derecha casi todo el encuentro. Ante el Madrid lo hará en la izquierda para dejar ese lado a Mbappé.

Más allá de Di María, el PSG es un equipo distinto sin su tridente titular. También se la dinámica que le da Verrati, el equivalente al Modric del Madrid, en el centro del campo. Pero no le hace falta mucho al equipo de Emery para salir victorioso de sus enfrentamientos en la que los equipos competitivos se pueden contar con los dedos de una mano (y sobran). Neymar no tardará en aburrirse si no lo ha hecho ya.

La primera parte se esfumó sólo con dos ocasiones claras, ambas para el PSG, un tiro ajustado al palo de Lo Celso que desvió con lo justo Zelazny y una chilena de Nkunku dentro del área en un balón perdido que también atajó el portero.

En el primer minuto de la segunda parte Di María acabó con cualquier aspiración local. Con la puntera del pie izquierdo levantó con mucha clase un balón que le había puesto Draxler. La jugada llegó tras un fallo en la salida desde atrás del Troyes. En el minuto 56 Di María ya estaba en el banquillo y había entrado Alves para soltar las piernas. El brasileño jugó de extremo con Meunier por detrás, doblando el lateral, como hizo en el Bernabéu para perder el partido. El 0-2 llegó fue obra de Nkunku a pase, precisamente, de Alves, que se mostró con mucha actividad.

Emery dejó para el 77’ lo más emocionante. Dio entrada a Timothy Weah, hijo del ahora presidente de Liberia y primer Balón de Oro africano. El partido de Troyes sólo será recordado porque fue en el que el joven de 18 años debutó con el PSG. Tuvo una clara, un mano a mano que falló con el tiempo cumplido.

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