Dembélé sólo pide continuidad
Barcelona, AS
Desde mayo de 2017 cuando militaba en el Dortmund, el Mosquito no es capaz de enlazar cinco partidos seguidos El francés espera continuidad para acercarse a su mejor versión.
Ousmane Dembélé jugó por última vez cinco partidos seguidos cuando era jugador del Borussia Dortmund. En mayo de 2017 se midió a Colonia, Hoffenheim, Augsburgo y Werder Bremen en la Bundesliga y el 27 de mayo jugó contra el Eintracht de Frankfurt en la final de la Pokal.
Dembélé, que fichó por el Barça un 26 de agosto en medio de las prisas azulgrana por presentar un sustituto de Neymar, no hizo una pretemporada correcta y las consecuencias fueron inmediatas. El Mosquito sufrió la rotura del tendón del bíceps femoral de la pierna izquierda contra el Getafe el 16 de septiembre y estuvo 108 días sin jugar. Poco después de reaparecer, volvió a caer en Anoeta. Allí sufrió una rotura fibrilar en el semitendinoso del muslo de la pierna izquierda, uno de los músculos isquiotibiales. Estuvo otras tres semanas de baja.
Para ser el crack en potencia que apuntó en Alemania, Dembélé se exige, para empezar, continuidad. Jugador con una personalidad muy concreta, algo individualista, Dembélé se ha sentido algo aislado todos estos meses. El sábado se pudo ver al mismo Messi intentando integrarle en el juego del equipo. Para eso, el internacional francés necesita más presencia de minutos. La titularidad contra el Girona puede ser un detalle. Tres partidos seguidos es el máximo que ha enlazado Dembélé en toda la temporada, antes de su primera lesión. Un número demasiado bajo que el jugador está a tiempo de mejorar. Valverde busca con él “las certezas” en las que justificó no darle minutos en Stamford Bridge. Si Dembélé vuelve a emitir buenas señales hoy en el Estadio de Gran Canaria, donde su titularidad se da por hecha, ganará puntos para tener protagonismo en los dos partidos claves de la temporada para el Barcelona: Atlético y Chelsea en el Camp Nou.
Dembélé ha generado las mismas dudas en la opinión pública que a nivel institucional en el Barça. Internamente, hay quien ha pensado durante la temporada que la inversión en el francés corría el riesgo de quemarse rápido. De ahí que cualquiera en los despachos de Can Barça intente agarrarse a alguno de los destellos que ha dejado Dembélé para pensar que se ve luz a final del túnel. De momento, el jugador sólo pide continuidad.
Desde mayo de 2017 cuando militaba en el Dortmund, el Mosquito no es capaz de enlazar cinco partidos seguidos El francés espera continuidad para acercarse a su mejor versión.
Ousmane Dembélé jugó por última vez cinco partidos seguidos cuando era jugador del Borussia Dortmund. En mayo de 2017 se midió a Colonia, Hoffenheim, Augsburgo y Werder Bremen en la Bundesliga y el 27 de mayo jugó contra el Eintracht de Frankfurt en la final de la Pokal.
Dembélé, que fichó por el Barça un 26 de agosto en medio de las prisas azulgrana por presentar un sustituto de Neymar, no hizo una pretemporada correcta y las consecuencias fueron inmediatas. El Mosquito sufrió la rotura del tendón del bíceps femoral de la pierna izquierda contra el Getafe el 16 de septiembre y estuvo 108 días sin jugar. Poco después de reaparecer, volvió a caer en Anoeta. Allí sufrió una rotura fibrilar en el semitendinoso del muslo de la pierna izquierda, uno de los músculos isquiotibiales. Estuvo otras tres semanas de baja.
Para ser el crack en potencia que apuntó en Alemania, Dembélé se exige, para empezar, continuidad. Jugador con una personalidad muy concreta, algo individualista, Dembélé se ha sentido algo aislado todos estos meses. El sábado se pudo ver al mismo Messi intentando integrarle en el juego del equipo. Para eso, el internacional francés necesita más presencia de minutos. La titularidad contra el Girona puede ser un detalle. Tres partidos seguidos es el máximo que ha enlazado Dembélé en toda la temporada, antes de su primera lesión. Un número demasiado bajo que el jugador está a tiempo de mejorar. Valverde busca con él “las certezas” en las que justificó no darle minutos en Stamford Bridge. Si Dembélé vuelve a emitir buenas señales hoy en el Estadio de Gran Canaria, donde su titularidad se da por hecha, ganará puntos para tener protagonismo en los dos partidos claves de la temporada para el Barcelona: Atlético y Chelsea en el Camp Nou.
Dembélé ha generado las mismas dudas en la opinión pública que a nivel institucional en el Barça. Internamente, hay quien ha pensado durante la temporada que la inversión en el francés corría el riesgo de quemarse rápido. De ahí que cualquiera en los despachos de Can Barça intente agarrarse a alguno de los destellos que ha dejado Dembélé para pensar que se ve luz a final del túnel. De momento, el jugador sólo pide continuidad.