Bolivia, entre las peores tasas de ahorro, según el Foro Económico Mundial
El ahorro neto ajustado mide la verdadera tasa de ahorro en una economía tras considerar inversiones en capital humano, agotamiento de recursos naturales y daños ambientales
EFE/EL DEBER
Bolivia, Brasil y El Salvador registraron el peor desempeño en tasas de ahorro, según el Índice de Desarrollo Integrador (IDI) 2018 del Foro Económico Mundial, que se reúne hasta el jueves en la ciudad brasileña de San Pablo.
El ahorro neto ajustado mide la verdadera tasa de ahorro en una economía tras considerar inversiones en capital humano, agotamiento de recursos naturales y daños ambientales, lo que ha disminuido en la mitad de los países evaluados.
Los altos niveles de desigualdad social y la elevada deuda pública amenazan a las futuras generaciones en América Latina. El informe, que analiza 16 economías latinoamericanas, admite que el crecimiento por sí mismo no será suficiente para frenar las desigualdades, uno de los desafíos que enfrenta la región, y reclama a los gobiernos políticas para impulsar la integración social.
Las mejoras económicas que experimentó América Latina en las últimas dos décadas se tradujeron en un mayor acceso de la población a la educación y en un incremento de las ayudas públicas que contribuyó a reducir la brecha entre los ingresos de trabajadores cualificados y no cualificados, pero el riesgo de exclusión persiste.
"Si bien el 2017 finalizó de manera optimista, marcando el fin de la recesión en Brasil y Argentina, el modesto aumento en la actividad económica y la eficiencia en los últimos cinco años y la tasa proyectada de crecimiento del 1,7% para el 2018 no resultarán suficientes para resolver las cuestiones de sustentabilidad de la región y permitir un sólido aumento en la media de los estándares de vida", advierte el informe.
América Latina es todavía una de las regiones con mayores desigualdades del mundo y "los enfoques económicos deben centrarse en el bienestar de futuras generaciones y en la inclusión como prioridades clave".
Aunque la crisis salpica aún a varios países de la región, "a medida que van saliendo de la recesión, deben aprovechar las oportunidades únicas que se les presentan para acelerar las reformas tendentes a lograrlo," sostiene Margareta Drzeniek-Hanouz, directora del Futuro del Progreso Económico y miembro ejecutivo del Foro.
EFE/EL DEBER
Bolivia, Brasil y El Salvador registraron el peor desempeño en tasas de ahorro, según el Índice de Desarrollo Integrador (IDI) 2018 del Foro Económico Mundial, que se reúne hasta el jueves en la ciudad brasileña de San Pablo.
El ahorro neto ajustado mide la verdadera tasa de ahorro en una economía tras considerar inversiones en capital humano, agotamiento de recursos naturales y daños ambientales, lo que ha disminuido en la mitad de los países evaluados.
Los altos niveles de desigualdad social y la elevada deuda pública amenazan a las futuras generaciones en América Latina. El informe, que analiza 16 economías latinoamericanas, admite que el crecimiento por sí mismo no será suficiente para frenar las desigualdades, uno de los desafíos que enfrenta la región, y reclama a los gobiernos políticas para impulsar la integración social.
Las mejoras económicas que experimentó América Latina en las últimas dos décadas se tradujeron en un mayor acceso de la población a la educación y en un incremento de las ayudas públicas que contribuyó a reducir la brecha entre los ingresos de trabajadores cualificados y no cualificados, pero el riesgo de exclusión persiste.
"Si bien el 2017 finalizó de manera optimista, marcando el fin de la recesión en Brasil y Argentina, el modesto aumento en la actividad económica y la eficiencia en los últimos cinco años y la tasa proyectada de crecimiento del 1,7% para el 2018 no resultarán suficientes para resolver las cuestiones de sustentabilidad de la región y permitir un sólido aumento en la media de los estándares de vida", advierte el informe.
América Latina es todavía una de las regiones con mayores desigualdades del mundo y "los enfoques económicos deben centrarse en el bienestar de futuras generaciones y en la inclusión como prioridades clave".
Aunque la crisis salpica aún a varios países de la región, "a medida que van saliendo de la recesión, deben aprovechar las oportunidades únicas que se les presentan para acelerar las reformas tendentes a lograrlo," sostiene Margareta Drzeniek-Hanouz, directora del Futuro del Progreso Económico y miembro ejecutivo del Foro.