¿Por qué en Perú señalan a Alberto Fujimori de estar detrás de la ruptura entre sus hijos Keiko y Kenji y de poner en peligro su dinastía política?
Perú, BBC
Alberto Fujimori ya no tiene más el rostro de un moribundo.
Durante sus diez años de encierro, sentenciado por corrupción y violaciones a los derechos humanos, las imágenes que el expresidente peruano permitió que se filtren, lo retrataban sobre camas de hospital, demacrado o en una penosa seminconsciencia.
Alberto Fujimori ya no tiene más el rostro de un moribundo.
Durante sus diez años de encierro, sentenciado por corrupción y violaciones a los derechos humanos, las imágenes que el expresidente peruano permitió que se filtren, lo retrataban sobre camas de hospital, demacrado o en una penosa seminconsciencia.
Tras su reciente indulto "por razones humanitarias", en cambio, la fotografía de su renovado documento nacional de identidad lo muestra de buen semblante, mirada atenta y luciendo una media sonrisa.
Apenas ha pasado un mes de su liberación y la bancada fujimorista que dominaba el congreso con 71 de los 130 asientos, se fracturó oficialmente en dos facciones de apariencia irreconciliable.
Diez legisladores, incluido Kenji, el hijo menor de Alberto y quien de forma más visible luchó por su indulto, renunciaron al grupo parlamentario del partido Fuerza Popular, que lidera su hermana Keiko.
"No creo que Kenji haya tomado una decisión tan drástica que implique una ruptura familiar sin siquiera haberle comentado el tema al padre", señala el analista político Juan Carlos Tafur.
"Más que el hijo, el que ahora tiene una bancada de diez congresistas es Alberto", apunta a BBC Mundo.
Esa es la misma percepción de buena parte de la prensa peruana que los llama congresistas "albertistas".
¿Acaso el ex presidente está reclamando su cuota de poder en el movimiento que lidera su hija?
El consejero de los "avengers"
Cuando recuperó su libertad, Fujimori se decidió por otro tipo de reclusión: una casona rodeada de jardines en un exclusivo barrio de Lima.
No da entrevistas y lo poco que se sabe de él es lo que publica en redes sociales Kenji, que lo visita con frecuencia.
Pero ¿aconsejó Alberto a Kenji romper con la hermana y renunciar a la bancada?
"Yo creo que eso lo debería responder Kenji (…) pero debo suponer que hubo conversaciones", admite la congresista Maritza García a BBC Mundo.
García es una de los "avengers", como bautizó Kenji a su grupo de diez legisladores que renunciaron a Fuerza Popular luego de que les abrieran un proceso disciplinario por no votar a favor de la vacancia del presidente Pedro Pablo Kuczynski.
Colaboradores cercanos a Kenji aseguraron a BBC Mundo que la decisión no fue consultada al padre y que incluso éste se sorprendió.
"Sin embargo, dentro del estilo de hacer política de Alberto, yo creo que Kenji sí estuvo en consulta permanente con su padre", apunta Steven Levitsky, profesor de Gobierno de la Universidad de Harvard y autor de múltiples libros sobre el régimen de Fujimori (1990-2000).
"Su apoyo debe de haber sido absolutamente necesario para que el hijo logre el respaldo de nueve legisladores", señala Levitsky a BBC Mundo.
La misma congresista García asegura que nada impide a Fujimori convertirse en consejero de los "avengers".
Entonces, si el expresidente está libre y su influencia es reconocida, ¿por qué no asume hoy un rol visible en política?
Hermanos y rivales
"¡¡Muy contentos de darle la bienvenida a nuestro padre en esta nueva etapa de su vida!!", tuiteó Keiko junto a una fotografía en la que ella y Kenji acompañan al expresidente tras el indulto.
Fujimori está en medio. En medio del conflicto entre sus hijos.
"La relación de los hermanos empieza a agriarse cuando Keiko se aleja del que había sido hasta entonces el único objetivo del partido: liberar al padre", dice Eduardo Dargent, doctor en ciencia política de la Universidad de Texas y profesor de la Universidad Católica de Perú.
"Durante años Kenji solo buscó sacar a Alberto de la cárcel, mientras Keiko desarrolló un fujimorismo alejado del padre", señala a BBC Mundo.
Los analistas coinciden en que la posible libertad del patriarca fue percibida por su hija como una amenaza para su liderazgo.
Fue ella la que convirtió a Fuerza Popular en la mayor organización política del país, a pesar de haber perdido dos elecciones presidenciales.
En la última, Kenji no votó por ella.
El conflicto escalaría con los meses hasta estallar cuando los "avengers" salvaron al presidente Kuczynski de la vacancia que promovió Keiko y sus congresistas leales.
A los pocos días Kuczynski indultó a Fujimori, Kenji fue sometido a un proceso disciplinario en Fuerza Popular y finalmente renunció a su bancada.
¿En qué lado del tablero fujimorista el expresidente pondrá sus fichas?
"Yo no dudo que don Alberto le dé el respaldo a su hijo", explica la congresista Maritza García, quien renunció con Kenji.
"Él es el hijo que luchó por su libertad", sentencia.
Representantes de la otra facción del fujimorismo prefirieron no hablar del tema.
En la sombra
Si algo no le conviene hoy a Fujimori es mostrarse saludable y ganar protagonismo.
"El señor Fujimori padece de una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable", de acuerdo al comunicado del gobierno en el que justificó su libertad.
Sin embargo, el 63% de los peruanos, según la encuestadora IPSOS, cree que el indulto fue un arreglo político y no un asunto de necesidad médica.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos lo consideró ilegítimo y ya pidió su revocatoria.
"Alberto tiene que quedarse callado y eso en cierto modo le pone presión a Kenji porque él tiene que asumir la batuta", señala Paulo Drinot, profesor del Institute of the Americas, de University College London.
"Aunque los congresistas que renunciaron responden a Alberto, el indulto le impide figurar abiertamente", agrega a BBC Mundo.
En silencio, sin embargo, aún puede hilar desde la sombra.
"Aunque seas opositor de Alberto Fujimori, no le puedes negar la inteligencia política", apunta Romeo Grompone, investigador principal del Instituto de Estudios Peruanos y profesor de la Universidad Jesuita Antonio Ruiz de Montoya.
"Es probable que él haya negociado el indulto para salvar a Kuczynski de la vacancia, pero que a la vez haya sido él mismo el que haya propiciado el pedido de vacancia", especula Grompone.
"Y en ese sentido, Keiko y Kenji pudieron servirle a su padre a la vez", dice el investigador a BBC Mundo.
En cualquier escenario, el futuro inmediato tras el "autogolpe" y división en el fujimorismo pone a Fujimori frente a un solo objetivo: no regresar a prisión.
Y eso es algo difícil de garantizar con solo diez congresistas.
Candidato Fujimori
A sus 79 años, pocos, si acaso alguien -si acaso él mismo- ven a Fujimori como candidato a algo.
"Sin embargo, la palabra del expresidente puede tener un peso enorme dentro del fujimorismo", afirma Levitsky, "por ejemplo, si Alberto dice que Kenji es su candidato al 2021, eso puede tener una gran influencia".
Kenji ha negado varias veces que vaya a postular a la presidencia, y justamente por eso la mayoría cree que sí lo hará. Negarlo es una mentira común entre los políticos peruanos.
Además, ¿qué otro objetivo puede trazarse ahora que el padre está libre?
"Desde la perspectiva del carisma, Kenji tiene más que Keiko, pero no sé si es suficiente para convertirlo en un candidato viable", señala Drinot.
"Ella es la que maneja el partido y tiene mayor capacidad institucional", apunta.
Y es verdad que, a pesar de la irrupción del padre en el escenario político, Fuerza Popular sigue bajo control de Keiko. Quizá incluso más que antes.
"La renuncia de Kenji y su grupo ha sido para Keiko Fujimori como sacar a Alberto finalmente del partido", observa Dargent.
Pero ¿y si la ruptura fuera solo una estrategia para llegar con dos candidatos Fujimori a las elecciones presidenciales del 2021 y unir fuerzas en la recta final?
Divide y perderás
"Tengo indicios de ambos lados y la división es real", señala el analista Juan Carlos Tafur, "es más, Kenji está más cerca de establecer pactos y alianzas con otros grupos antes que con su hermana".
En un escenario de competencia, los hijos del expresidente podrían terminar repartiéndose los mismos votos que ya demostraron serles insuficientes en las elecciones pasadas.
Y es que aunque los fujimoristas tienen un número de votantes cautivos considerable, el de los antifujimoristas es aún mayor.
Si llegan divididos, se abre la posibilidad de que ninguno de los dos pase a la segunda vuelta electoral.
Y con ello, quizá empiece el declive definitivo de la dinastía.
"No siento miedo a la muerte, sino a dejar pendiente unir un poco más a mis hijos", escribió Fujimori en una carta que hizo pública pocas semanas antes del indulto.
Puede leerse como la carta de un padre, pero también es la declaración de un político.