Oficial: la Copa, en el Wanda

Barcelona, Sevilla y Federación han acordado esta tarde en Las Rozas que el partido se dispute allí el 21 de abril. Sus partidos de Liga serán aplazados al 9 de mayo.

Alfredo Matilla
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Antes de que la Junta Directiva de la Federación se reuniera este lunes en Las Rozas para poner fecha a las próximas elecciones a la presidencia (el 9 de abril), se ha debatido dónde será final de la Copa del Rey de 2018 que disputarán Barça y Sevilla. Los dos clubes y la Federación han llegado a un acuerdo para que el partido se dispute el próximo 21 de abril en el Wanda Metropolitano. La idea inicial pasaría porque la final se disputase a las 21:30. Tras la cumbre, la Federación cerró el trato con el Atlético, que accedió sin pensarlo ya que era una prioridad para su presidente, Enrique Cerezo, una vez que la UEFA ya aprobó que la final de la Champions 2019 se dispute también ahí.


A la reunión asistieron, entre otros, por parte del Barça, Guillermo Amor, y por parte del Sevilla, su presidente José Castro. Juan Luis Larrea ha encabezado la comitiva de la Federación. El Barça ha puesto encima de la mesa la posibilidad de cambiar la fecha de la final, ya que su partido de Liga contra el Villarreal deberá ser aplazado al 9 de mayo, al igual que el Sevilla-Real Madrid, y eso podría apretarle el calendario si sigue pasando rondas en la Champions. Sin embargo, el Sevilla se ha negado.

Así, todas las partes han acordado que la fecha de la final que se puso en verano no se cambie ahora y que los partidos aplazados de la 34ª jornada se disputen entre la 36ª y la 37ª (horarios aún por determinar). El Atlético, club organizador, jugará ante el Betis el 22 de abril, aunque exista el riesgo de juntar en la capital de España ese fin de semana a las aficiones del Betis y el Sevilla. Al club colchonero le viene mejor jugar entonces por calendario (se le acumularán los partidos si avanza en la Europa League) y para intentar recortarle tres puntos al Barça en la pelea por LaLiga (el equipo blaugrana no jugaría). Existe el precedente de la temporada pasada, en la que 24 horas después de la final del Calderón entre el Barça y el Alavés organizó en su estadio el Partido de las Leyendas con más de 50.000 espectadores en las gradas. LaLiga, de momento, sólo ha cambiado las fechas de los equipos finalistas de Copa. Los horarios de esos encuentros está aún por determinar.

También ha quedado claro en la reunión de esta tarde que el Barça no iba a acceder a que la final se jugara en Sevilla como pretendía José Castro (en el Sánchez Pizjuán o el Olímpico como le prometió Villar el año pasado) y, además, que no iba a pedir como sede de la final el Santiago Bernabéu (el Madrid no lo ha ofrecido en ningún momento) ya que ve con muy buenos ojos el Wanda Metropolitabo: su capacidad, 68.000 asientos, es la adecuada para su gran masa social. En los próximos días se sucederán las reuniones para pactar los detalles organizativos. Ya hay un pacto para repartir 22.000 entradas por club.

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