La nueva base para medir la inflación desecha productos que prácticamente pasaron a la historia
La ministra de Planificación del Desarrollo, Mariana Prado, dijo que la actualización del IPC permitirá mayor precisión para conocer los patrones de consumo de la población boliviana. Revise aquí los productos que salen y los que entran en la nueva canasta de bienes y servicios del IPC.
La Razón Digital / B. Montero / La Paz
Videoreproductores VHS, walkmans, colchones de paja, revelado de películas, leña y máquinas de coser son algunos de los productos que ya no se toman en cuenta para la confección de la canasta del Índice del Precio al Consumidor (IPC) que es la base para el cálculo de la inflación.
Por el contrario, la nueva tabla actualizada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) incluye productos de alto consumo en la actualidad y que antes no eran tomados en cuenta, como los audífonos y cargadores para teléfonos celulares, el transporte en teleféricos urbano y suburbano, pendrives o paquetes integrados de TV cable, telefonía e internet.
El INE realizó la actualización de la tabla usada en 2007 con una de 2016 que incluye una lista de 513 productos, 87 más de los que antes eran tomados en cuenta.
En el caso del transporte, por ejemplo, se eliminaron tres productos (gasolina premium, diésel y pago de licencias de conducción) y se incorporaron siete: servicio de lavado, engrase y fumigado de vehículos; servicio de parchado de llantas y aire; servicio global de mantenimiento de vehículo; transporte en ómnibus (Pumakatari, etc.); transporte terrestre internacional; transporte en teleférico urbano y suburbano y transporte en avión internacional.
El martes, la ministra de Planificación del Desarrollo, Mariana Prado, dijo que la actualización del IPC, que asumió el INE desde esta gestión, permitirá mayor precisión para conocer los patrones de consumo de la población boliviana.
Explicó que por recomendación internacional se debe hacer una renovación del IPC o canasta familiar en periodos de hasta 10 años y que en el caso de Bolivia el ajuste previo fue en 2007, por lo que el cambio se hace a los nueve años.
“Es una canasta que refleja mejor nuestros patrones de consumo, toma mayor cantidad de cotizaciones. Es una canasta que nos permite entender cómo los bolivianos se están transformando”, afirmó.
La Razón Digital / B. Montero / La Paz
Videoreproductores VHS, walkmans, colchones de paja, revelado de películas, leña y máquinas de coser son algunos de los productos que ya no se toman en cuenta para la confección de la canasta del Índice del Precio al Consumidor (IPC) que es la base para el cálculo de la inflación.
Por el contrario, la nueva tabla actualizada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) incluye productos de alto consumo en la actualidad y que antes no eran tomados en cuenta, como los audífonos y cargadores para teléfonos celulares, el transporte en teleféricos urbano y suburbano, pendrives o paquetes integrados de TV cable, telefonía e internet.
El INE realizó la actualización de la tabla usada en 2007 con una de 2016 que incluye una lista de 513 productos, 87 más de los que antes eran tomados en cuenta.
En el caso del transporte, por ejemplo, se eliminaron tres productos (gasolina premium, diésel y pago de licencias de conducción) y se incorporaron siete: servicio de lavado, engrase y fumigado de vehículos; servicio de parchado de llantas y aire; servicio global de mantenimiento de vehículo; transporte en ómnibus (Pumakatari, etc.); transporte terrestre internacional; transporte en teleférico urbano y suburbano y transporte en avión internacional.
El martes, la ministra de Planificación del Desarrollo, Mariana Prado, dijo que la actualización del IPC, que asumió el INE desde esta gestión, permitirá mayor precisión para conocer los patrones de consumo de la población boliviana.
Explicó que por recomendación internacional se debe hacer una renovación del IPC o canasta familiar en periodos de hasta 10 años y que en el caso de Bolivia el ajuste previo fue en 2007, por lo que el cambio se hace a los nueve años.
“Es una canasta que refleja mejor nuestros patrones de consumo, toma mayor cantidad de cotizaciones. Es una canasta que nos permite entender cómo los bolivianos se están transformando”, afirmó.