Europa duplica la ayuda militar al Sahel para frenar el terrorismo y las mafias
La comunidad internacional reúne 414 millones de euros para la fuerza de 5.000 soldados de Malí, Níger, Chad, Mauritania y Burkina Faso
Lucía Abellán
Miguel González
Bruselas, El País
Europa quiere sofocar la inestabilidad del Sahel —una de las regiones más pobres y convulsas del mundo— incrementando el apoyo militar a los países que la integran. La conferencia internacional celebrada este viernes en Bruselas para intensificar esos compromisos se ha saldado con una aportación de 414 millones de euros. De ellos, 100 proceden de la UE, lo que supone duplicar los 50 depositados cuando se constituyó la fuerza regional de los cinco Estados del Sahel para luchar contra el terrorismo y el crimen organizado en la zona (tráfico de armas, de drogas y de seres humanos). Esa fuerza, de nombre G-5, está compuesta por 5.000 soldados africanos. Con las contribuciones de los Estados miembros, la ayuda europea sube a 176 millones.
Las turbulencias en ese territorio africano (Malí, Níger, Chad, Mauritania y Burkina Faso) resuenan con fuerza en el vecindario europeo. Los traficantes han ganado terreno tras el avance del yihadismo en la región, que desencadenó una misión militar de Francia en 2013 tras la guerra en Malí. El país aún sufre continuos episodios de violencia, el último la semana pasada, que se saldó con la muerte de dos soldados franceses. Francia tiene desplegada una misión militar en la zona (4.000 personas) y la UE opera con tres, que esencialmente procuran asesoramiento y entrenamiento a las fuerzas del grupo antiterrorista.
Además de la UE, la Unión Africana y Naciones Unidas participaron en la conferencia, a la que acudieron una treintena de jefes de Estado y de Gobierno. Aunque la ayuda financiera se centra en garantizar el funcionamiento de esa fuerza militar africana, Europa es consciente de que no hay paz sin desarrollo. “Hace falta un respaldo financiero, pero también al desarrollo. Eso es fundamental para garantizar la seguridad de la región”, ha señalado la alta representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, al término de la reunión. Tras la UE, el país con la mayor aportación es Arabia Saudí (100 millones).
Junto a Mogherini, el nigerino Issoufou Mahamadou, responsable del grupo militar G-5, agradecía la aportación económica internacional, pero advertía de que hará falta mucho más para generar estabilidad en esa zona. “Venimos a pedir que se completen esos esfuerzos. Hay que pensar en hacerlos perennes”, recomendó. Como muestra, citó que Níger destina el 15% de sus recursos a la seguridad.
Pese a que Bruselas dejó claro desde el primer momento que la conferencia no era el foro para tratar asuntos migratorios, algunos líderes europeos subrayaron el nexo entre migración y desarrollo que esperan de sus políticas. “Estamos trabajando para hacer frente a la migración ilegal. Naturalmente, eso requiere seguridad, pero también desarrollo. Por eso Alemania ha redefinido sus prioridades en cooperación”, expresó la canciller alemana, Angela Merkel. La UE en su conjunto ha aportado 8.000 millones de euros a la región en el periodo 2014-2020. Es probable que esos esfuerzos se incrementen en el próximo marco presupuestario.
España incrementa la cooperación
El presidente Mariano Rajoy ha anunciado la mañana de este viernes que España aportará al menos 106 millones de ayuda al desarrollo del Sahel dentro del Plan Director de Cooperación 2018-21. Se da la circunstancia de que dicho plan, que esta semana ha presentado el secretario de Estado de Cooperación, Fernando García-Casas, en el Congreso y el Senado, no incluye memoria económica, por lo que los grupos de la oposición lo han calificado de “papel mojado”. Rajoy tampoco ha ofrecido más detalles, por lo que no se sabe si sería ayuda bilateral o a través de organismos multilaterales. En el mejor de los casos supondría una recuperación de la ayuda española al desarrollo de una de las regiones más pobres del mundo, pero aún lejos de las cotas alcanzadas antes de la crisis, cuando se destinaron 104 millones solo a Malí en cuatro años.
En un terreno más concreto, Rajoy ha revelado que la próxima semana España entregará al batallón mauritano del G-5 material de protección por valor de un millón. Además, según fuentes diplomáticas, Madrid contribuirá con 100.000 euros a la financiación de esta fuerza conjunta. Un general español lidera actualmente la misión de la UE que se dedica a instruir al Ejército maliense (EUTM Malí) y dos aviones españoles, en Senegal y Gabón, realizan un 30% del transporte aéreo de la operación francesa Barkhane. A partir de ahora también darán apoyo logístico a la nueva fuerza africana.
Lucía Abellán
Miguel González
Bruselas, El País
Europa quiere sofocar la inestabilidad del Sahel —una de las regiones más pobres y convulsas del mundo— incrementando el apoyo militar a los países que la integran. La conferencia internacional celebrada este viernes en Bruselas para intensificar esos compromisos se ha saldado con una aportación de 414 millones de euros. De ellos, 100 proceden de la UE, lo que supone duplicar los 50 depositados cuando se constituyó la fuerza regional de los cinco Estados del Sahel para luchar contra el terrorismo y el crimen organizado en la zona (tráfico de armas, de drogas y de seres humanos). Esa fuerza, de nombre G-5, está compuesta por 5.000 soldados africanos. Con las contribuciones de los Estados miembros, la ayuda europea sube a 176 millones.
Las turbulencias en ese territorio africano (Malí, Níger, Chad, Mauritania y Burkina Faso) resuenan con fuerza en el vecindario europeo. Los traficantes han ganado terreno tras el avance del yihadismo en la región, que desencadenó una misión militar de Francia en 2013 tras la guerra en Malí. El país aún sufre continuos episodios de violencia, el último la semana pasada, que se saldó con la muerte de dos soldados franceses. Francia tiene desplegada una misión militar en la zona (4.000 personas) y la UE opera con tres, que esencialmente procuran asesoramiento y entrenamiento a las fuerzas del grupo antiterrorista.
Además de la UE, la Unión Africana y Naciones Unidas participaron en la conferencia, a la que acudieron una treintena de jefes de Estado y de Gobierno. Aunque la ayuda financiera se centra en garantizar el funcionamiento de esa fuerza militar africana, Europa es consciente de que no hay paz sin desarrollo. “Hace falta un respaldo financiero, pero también al desarrollo. Eso es fundamental para garantizar la seguridad de la región”, ha señalado la alta representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, al término de la reunión. Tras la UE, el país con la mayor aportación es Arabia Saudí (100 millones).
Junto a Mogherini, el nigerino Issoufou Mahamadou, responsable del grupo militar G-5, agradecía la aportación económica internacional, pero advertía de que hará falta mucho más para generar estabilidad en esa zona. “Venimos a pedir que se completen esos esfuerzos. Hay que pensar en hacerlos perennes”, recomendó. Como muestra, citó que Níger destina el 15% de sus recursos a la seguridad.
Pese a que Bruselas dejó claro desde el primer momento que la conferencia no era el foro para tratar asuntos migratorios, algunos líderes europeos subrayaron el nexo entre migración y desarrollo que esperan de sus políticas. “Estamos trabajando para hacer frente a la migración ilegal. Naturalmente, eso requiere seguridad, pero también desarrollo. Por eso Alemania ha redefinido sus prioridades en cooperación”, expresó la canciller alemana, Angela Merkel. La UE en su conjunto ha aportado 8.000 millones de euros a la región en el periodo 2014-2020. Es probable que esos esfuerzos se incrementen en el próximo marco presupuestario.
España incrementa la cooperación
El presidente Mariano Rajoy ha anunciado la mañana de este viernes que España aportará al menos 106 millones de ayuda al desarrollo del Sahel dentro del Plan Director de Cooperación 2018-21. Se da la circunstancia de que dicho plan, que esta semana ha presentado el secretario de Estado de Cooperación, Fernando García-Casas, en el Congreso y el Senado, no incluye memoria económica, por lo que los grupos de la oposición lo han calificado de “papel mojado”. Rajoy tampoco ha ofrecido más detalles, por lo que no se sabe si sería ayuda bilateral o a través de organismos multilaterales. En el mejor de los casos supondría una recuperación de la ayuda española al desarrollo de una de las regiones más pobres del mundo, pero aún lejos de las cotas alcanzadas antes de la crisis, cuando se destinaron 104 millones solo a Malí en cuatro años.
En un terreno más concreto, Rajoy ha revelado que la próxima semana España entregará al batallón mauritano del G-5 material de protección por valor de un millón. Además, según fuentes diplomáticas, Madrid contribuirá con 100.000 euros a la financiación de esta fuerza conjunta. Un general español lidera actualmente la misión de la UE que se dedica a instruir al Ejército maliense (EUTM Malí) y dos aviones españoles, en Senegal y Gabón, realizan un 30% del transporte aéreo de la operación francesa Barkhane. A partir de ahora también darán apoyo logístico a la nueva fuerza africana.