El Tottenham rompió el muro de la Juventus
Tras doblete de Higuaín al minuto 9, la Juventus se replegó en su área. El argentino falló un penalti antes del descanso, después de marcar Kane. Empató Eriksen.
Mirko Calemme
As
El Tottenham se llevó de Turín un empate que deja bien encaminada la eliminatoria y que parecía imposible tras los primeros 10 minutos del partido. Ante la fuerza ofensiva de los ingleses, que salieron de inicio con Lamela en lugar de Son, Allegri quiso dar la cara y volvió al 4-2-3-1, empezando con cuatro delanteros. El arranque pareció darle la razón: la Vecchia Signora se adelantó después de apenas dos minutos con una preciosa volea de Higuaín, que recibió un lanzamiento de falta de Pjanic, y que estaba en posición dudosa. En el 9’, Davies se perdió y tumbó a Bernardeschi en el área: un penalti claro que lanzó el mismo Pipita, batiendo a Lloris. Fue el doblete más rápido de un bianconero en la historia de la Champions, y el octavo gol del argentino en los últimos cuatro partidos.
El Tottenham interrumpió la que parecía una fiesta juventina apoderándose del balón y acercándose, con una fuerza paciente, a la portería rival. La zaga italiana, que apenas había encajado un gol en 16 partidos, aguantaba gracias a dos paradones de Buffon, pero tuvo que rendirse en el 35’: un pase vertical de Alli puso a Kane delante del legendario meta italiano, al que el punta regateó como sólo pudieron los grandes marcando la diana 33 de su temporada.
Antes del descanso, no obstante, la Juve pudo volver a redondear el marcador gracias a una aceleración de Costa, que Aurier paró de mala manera en el área. Higuaín tuvo en las botas su primer hat-trick en la Champions, pero su penalti, esta vez, se estampó en el travesaño.
En la reanudación el ritmo de juego bajó, aunque los Spurs seguían con el mando del juego, dejándole solo un par de contragolpes a los locales. El merecido empate llegó con algo de suerte: Eriksen sorprendió a Buffon en su palo gracias también a una barrera mal colocada y logró un 2-2 que podría ser decisivo para el pase. Fue la última emoción de un gran partido que deja abierta la vuelta en Wembley. Eso sí, con una ventaja importante para el Tottenham.
Mirko Calemme
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El Tottenham se llevó de Turín un empate que deja bien encaminada la eliminatoria y que parecía imposible tras los primeros 10 minutos del partido. Ante la fuerza ofensiva de los ingleses, que salieron de inicio con Lamela en lugar de Son, Allegri quiso dar la cara y volvió al 4-2-3-1, empezando con cuatro delanteros. El arranque pareció darle la razón: la Vecchia Signora se adelantó después de apenas dos minutos con una preciosa volea de Higuaín, que recibió un lanzamiento de falta de Pjanic, y que estaba en posición dudosa. En el 9’, Davies se perdió y tumbó a Bernardeschi en el área: un penalti claro que lanzó el mismo Pipita, batiendo a Lloris. Fue el doblete más rápido de un bianconero en la historia de la Champions, y el octavo gol del argentino en los últimos cuatro partidos.
El Tottenham interrumpió la que parecía una fiesta juventina apoderándose del balón y acercándose, con una fuerza paciente, a la portería rival. La zaga italiana, que apenas había encajado un gol en 16 partidos, aguantaba gracias a dos paradones de Buffon, pero tuvo que rendirse en el 35’: un pase vertical de Alli puso a Kane delante del legendario meta italiano, al que el punta regateó como sólo pudieron los grandes marcando la diana 33 de su temporada.
Antes del descanso, no obstante, la Juve pudo volver a redondear el marcador gracias a una aceleración de Costa, que Aurier paró de mala manera en el área. Higuaín tuvo en las botas su primer hat-trick en la Champions, pero su penalti, esta vez, se estampó en el travesaño.
En la reanudación el ritmo de juego bajó, aunque los Spurs seguían con el mando del juego, dejándole solo un par de contragolpes a los locales. El merecido empate llegó con algo de suerte: Eriksen sorprendió a Buffon en su palo gracias también a una barrera mal colocada y logró un 2-2 que podría ser decisivo para el pase. Fue la última emoción de un gran partido que deja abierta la vuelta en Wembley. Eso sí, con una ventaja importante para el Tottenham.
