El Inter se desinfla y acumula ocho jornadas sin ganar
Lleva dos meses sin ganar un partido en liga y ya está a doce puntos del líder. Rafinha debutó con su nuevo equipo tras su salida del Barcelona.
Mirko Calemme
As
El Inter que al principio de diciembre se apoderó del primer puesto de la Serie A es un recuerdo muy, muy lejano: los de Milán cayeron en picado tras haber llegado a la cima y ante el Crotone, esta noche, no pudieron pasar del empate sumando su octava jornada consecutiva sin victorias, la peor racha liguera de su historia.
Sin el lesionado Icardi, que apareció en las gradas de San Siro con Wanda Nara (apagando, así, los rumores sobre su supuesta crisis), Spalletti apostó por Eder en el centro de su delantera, con Perisic y Candreva en las bandas y Borja Valero a sus espaldas. El brasileño naturalizado italiano desatascó el partido tras 23 minutos con un cabezazo, después de un córner lanzado por Brozovic. Fue la novena diana que los interisti marcaron con un testarazo: más que cualquier otro equipo en la Serie A.
Los nerazzurri, a pesar del resultado, no volvieron a crear peligros y siguieron mostrando las dificultades en construir juego de los últimos meses. El pequeño equipo de Zenga (ovacionado por sus extifosi), en cambio, creció con el paso del tiempo y en la reanudación puso las tablas: una pared de Trotta en el área rebotó en una pierna de Borja Valero y acabó entre los píes Barberis, que batió a Handanovic con un derechazo.
Para el asalto final Spalletti sacó también a Rafinha, que se estrenó en San Siro, y quitó a Brozovic, que en el momento del cambio reaccionó enfurecido, pateando un chándal en el banquillo. Los intentos no sirvieron para mover el marcador, y los jugadores abandonaron el césped acompañados por los pitos de sus tifosi: el Roma, mañana, con una victoria podría volver a situarse a un punto del cuarto puesto de los nerazzurri, que vale la Champions League y es un objetivo vital para el futuro de ambos conjuntos. Díficil defenderlo con dos meses sin ganar ni un partido...
Mirko Calemme
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El Inter que al principio de diciembre se apoderó del primer puesto de la Serie A es un recuerdo muy, muy lejano: los de Milán cayeron en picado tras haber llegado a la cima y ante el Crotone, esta noche, no pudieron pasar del empate sumando su octava jornada consecutiva sin victorias, la peor racha liguera de su historia.
Sin el lesionado Icardi, que apareció en las gradas de San Siro con Wanda Nara (apagando, así, los rumores sobre su supuesta crisis), Spalletti apostó por Eder en el centro de su delantera, con Perisic y Candreva en las bandas y Borja Valero a sus espaldas. El brasileño naturalizado italiano desatascó el partido tras 23 minutos con un cabezazo, después de un córner lanzado por Brozovic. Fue la novena diana que los interisti marcaron con un testarazo: más que cualquier otro equipo en la Serie A.
Los nerazzurri, a pesar del resultado, no volvieron a crear peligros y siguieron mostrando las dificultades en construir juego de los últimos meses. El pequeño equipo de Zenga (ovacionado por sus extifosi), en cambio, creció con el paso del tiempo y en la reanudación puso las tablas: una pared de Trotta en el área rebotó en una pierna de Borja Valero y acabó entre los píes Barberis, que batió a Handanovic con un derechazo.
Para el asalto final Spalletti sacó también a Rafinha, que se estrenó en San Siro, y quitó a Brozovic, que en el momento del cambio reaccionó enfurecido, pateando un chándal en el banquillo. Los intentos no sirvieron para mover el marcador, y los jugadores abandonaron el césped acompañados por los pitos de sus tifosi: el Roma, mañana, con una victoria podría volver a situarse a un punto del cuarto puesto de los nerazzurri, que vale la Champions League y es un objetivo vital para el futuro de ambos conjuntos. Díficil defenderlo con dos meses sin ganar ni un partido...