El City también es humano

Gudmundsson anotó el merecido empate del Burnley después de que Danilo abriera el marcador con un golazo en la primera mitad. Sterling hizo el fallo del año.

Javier de Paz
As
El que perdona la acaba pagando. Esta verdad se trasladó al césped del Turf Moor, en donde un combativo Burnley bajó a la tierra al Manchester City después de que los de Guardiola tuvieran los tres puntos en su mano con una acción de Sterling que difícilmente tardará en olvidar.


Los citizen, de nuevo con Bernardo Silva en el once y Silva fuera de la lista, dominaron el partido desde el principio pero su posesión era inerte. El Burnley, muy cómodo agazapado atrás, no sufría para defender su portería y era un muro contra el que el City se estrellaba una y otra vez.

Sin apenas dar avisos previos llegó el gol que abría el marcador. El City sacó en corto un córner, Bernardo Silva vio a Danilo, que tuvo todo el tiempo que quiso para preparar un latigazo desde el pico del área que se coló por la escuadra. El brasileño, hoy también lateral izquierdo, intentaría repetir la machada sin éxito en dos acciones calcadas de la segunda parte.

Con el Burnley intentándolo con más corazón que fútbol, Ederson se lucía en la meta visitante y daba alas al City, que salía muy rápido a la contra. El portero brasileño sacó una mano salvadora a Mee, y Pope contestó, casi en la siguiente jugada, evitando el 0-2 tras una contra de De Bruyne.

La segunda parte acentuó más el dominio del City. Agüero pecó de generoso al querer regalar a Sterling una jugada que pedía a gritos la finalización del Kun antes de que se produjera el tramo decisivo del partido. Primero, Ederson volvió a hacer gala de sus reflejos con una parada a bocajarro a Lennon que el meta envió a la madera antes de que en la contra Sterling quisiera ser el protagonista –negativo- de la tarde.

De Bruyne filtró un pase perfecto para Danilo, que la puso al segundo palo rasa, casi infallable, donde estaba Sterling, quien incomprensiblemente echó el balón fuera sin portero tras un remate horrible. Esto espoleó al Burnley, que no dudó en irse hacia arriba ante la atónita mirada de un Guardiola que no se creía lo que acababa de suceder.

Con el City achicando agua como podía llegó el justo premio del Burnley. Tras varios despejes de la defensa, Lowton puso un centro a la espalda de la zaga, en donde llegó Gudmundsson para pegarle de primeras, a bote pronto. Ederson llegó a tocar el balón pero esta vez el brasileño no pudo evitar el jarro de agua fría. El City demostró que también es humano pese a la ventaja en la Premier ante un Burnley que sacó un valioso y merecido punto.

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